REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLIV San José, Costa Rica 1949 Jueves 10 de Enero No. 19 Año XXIX No. 1070 Signos de un pensador de nuestra época de formas culturales estrepitosamente se defrumba, y la época nuestra aparece, ante si Por Vicente MAGDALENO propia, en toda su desnudez noumenal. Los políticos, los filósofos y los artistas del siglo (En el Rep. Amer. dolorosa, pero ciclópeamente, luchan en tamo Rafael Heliodoro Valle. por encontrar la expresión ya no de una cultura parcial sino, más claramente hablando, de (Palabras pronunciadas en la Vela. épocas alcanzaron a contar no siendo esta esa síntesis de las más diversas culturas sinda luctuosa en honor del Conde Key su menor ventaja con un mundo organizatesis que, según todos los signos, acabará por serling en la Sala de Conferencias del do y coherente dentro del cual cada expresión apellidarse la gran cultura mundial.
Palacio de las Bellas Artes. México, suya acabó logrando, por una fuerte e inme¿Qué de raro tiene entonces que, en este diata correspondencia, la más diáfana y constructora interpretación. Podremos decir que maremagnum, también el filósofo salga de sus casillas, o sea de sus métodos habituales? LimAbiertamente confieso que soy un hom la misma receptividad, hija de un orden sebre convencido de la grandeza de la época mejante, es la distintiva de estas estremecidas pia y correcta expresión de su época fué el sistema cartesiano. La conciencia de una armoactual. Interesantes en grado sumo me paredécadas nuestras? Sin que ello signifique un nía de las formas encontró, por lo menos, en cen, por lo mismo, los héroes de la acción, reproche a los tiempos actuales, cabe advertir el arte o el pensamiento consagrados, a para éstos dentro de un ambiente despreocupado, los preceptos exageradamente racionalistas de tir del siglo XIX, a trazar un rumbo a las so casi en su totalidad, por todo cuanto se rela filosofía de Descartes, su más firme sostén. Cuán diferentemente surge Kant, cuya obra ciedades y a decir del hondo y trascendental fiere a lo personal. De aquí que el hombre di jérase situada en un verdadero cruce de casignificado del ser frente a las cosas.
viva, como persona, una hora de prueba en Todo hombre intrínsecamente superior saverdad formidable. Difícil, muy difícil para minos, lo cual parece obligar al filósofo a be siempre colocarse, con la mira de responder el héroe auténtico revelarse hoy en día; pero, complementar su Crítica de la Razón Pura con la doctrina de la Razón Práctica donde, por ciertos imperativos espirituales, a la altura al mismo tiempo, inusitada la fuerza del rede su momento histórico. Hoy como ayer loconocimiento otorgado, por parte de todos así marcarlo, hallan cabida las más vitales posgra así el excelente ser reconocido a través, nosotros, a quien logra sobresalir. Responsaturas del ser! La idea, en su más genial dessobre todo, de su innato sentido de responsaenvolvimiento dialéctico no es ya, para Schoble en gran parte de que muchas voces se pierbilidad. La historia es pródiga, al menos, en dan o alcancen, tan sólo, las calidades del penhauer, poco después, el nervio motor de datos de hombres cuya trayectoria en lo pasamurmullo es, igualmente, la misma amplificalas cosas. La voluntad de vivir irrumpe, oblido ha sido una verdadera cauda de luz. Fren ción de escenario dentro de la cual se procede gando al mismo pensador que la suscitara, a te a esas listas, ahora bien, el siglo XX tam hoy en día; amplificación de escenario que, huir como un vulgar aprendiz de hechicero.
bién ofrece, a manera de relación, los nom por otra parte, resulta el más interesante feSchopenhauer se refugia así en el nirvana de bres de quienes no obstante el escepticismo y nómeno de todos los tiempos históricos, dada su moral; de su moral que tan deplorablemenla confusión ambientes, han logrado sobresa su magnitud. Muchedumbres de pueblos y te arma con la base ontológica del sistema tolir. Conste, sin embargo, que la gloria es una hombres irrumpen, empañando con su algaratal. La hora, empero, es una hora de crisis.
conquista que conforme avanzan los tiempos, bía. por otro lado justificadísima el siEl espíritu habrá de reconocer, años más tarparece alcanzarse con una mayor dificultad.
de, la necesidad de canalizar tal potencia deslencio y la calma reservados hasta ayer para Nadie podrá negar, en efecto, que la gran el trabajo del artista, las faenas del mandataencadenada tanto en el orden del conocimienmayoría de los espíritus responsables de otras rio y los esfuerzos del pensador. Un mundo to como en las multiformes realidades de la cultura. La ola sólo podrá aniquilarnos si nos abandonamos hasta quedar bajo sus torrentes; porque cuando seguimos vitalmente sus movimientos, la ola, ella misma, logra al final conducirnos. Hay que aceptar, pues, la vida en toda su dramaticidad, dice Nietzsche en los finales del siglo pasado, toda vez que cuanto no nos mata sólo nos hace más fuertes.
Win Fiel a las realidades históricas, de las cuales no es sino una repercusión ideal toda filosofía, el filósofo debe entonces saber interpretar las cosas de su tiempo, re creándolas en el aire pleno de esencias de lo trascendental.
Pero ¿podrá haber filosofia cuando ha sido sorprendido en falsedad con su época el filósofo? Toda la vida de Nitzsche, toda su filosofía, no son más que esfuerzos titánicos por hacer surgir un nuevo tipo de pensador. sea, un filósofo ya no sepultado dentro de la pura lógica sino, por el contrario, dueño del suficiente espíritu de aventura para vivir la vida en todos los planos del conocimiento y, así, al final, plantarse como un ejemplo vivo de su doctrina. De aquí el origen de toda moderna filosofía de la acción. No puedo tener en estima a un filósofo sino en cuanto puede servir de ejemplo. dice textualmente el pensador de La Gaya Ciencia y Más Allá del Bien y el Mal, libros en cuyas páginas se expresa el deseo de ver aparecer, despreocupadamente alegres y vigorosos, a los YA Herman Keyserling Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica