REPERTORIO AMERICANO 295 JOHN KEITH, SAN JOSE, COSTA RICA el arquitecto guatemalteco Quiroz y el pintor bondureño José Miguel Gómez. En su altar mayor hay 22 piezas de plata labrada a maro y en su tabernácuuo 21; y según Jorge Ypsilanti de Moldavia, en ese altar se enlaza el arabesco con el renacentista y el bizantino, pero con una marcada influencia plateresca.
Tegucigalpa es la más bella ciudad colonial de Centro América y ha podido mantener su belleza intrínseca dentro del cingulo de sus montes. Hay en ella calles y casas en las que el tiempo está como embalsamado. Es una ciudad de piedra, de sol y de azul. Tuvo allí sa residencia un poeta de la orden franciscana: José Trinidad Reyes; poeta por su vida y por su obra, por el pueblo y para el pueblo. Reyes introdujo en Honduras el primer piano; escribió versos y compuso música sagrada, y con nueve pastorelas puso los cimientos del teatro en Centro América.
Pero el pueblo de Honduras es un pueblo que no canta; no tiene folklore poético baladas y cuentos a pesar de que posee viva imaginación; ni tampoco puede mostrar el traje típico o la danza propia.
Pablo Zelaya Sierra y Arturo López Rodezno fundador de la Escuela de Bellas Artes de Tegucigalpa son los pintores más visiLles de Honduras y entre los arquitectos sobresale Fernando Pineda Ugarte. La crítica musical elogia al violinista Humberto Cano. Hay Agentes y Representantes de Casas Extranjeras Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de Escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. Muebles de acero y equipos de oficina (Globe Wernicke Co. Implementos de Goma (United States Rubber Export Co. Máquinas de Calcular MONROE Refrigeradoras Eléctricas NORGE Refrigeradoras de Canfín SERVEL Balanzas TOLEDO (Toledo Scale Co. Frasquería en general (Owens Illinois Glass Co. Conservas DEL MONTE (California Packing Corp. Equipos KARDEX (Remington Rand Inc. Pinturas y Barnices (The Sherwin Williams Co. Duplicador GESTETNER (Gestetner Ltd. Londres)
muchos valores nuevos que demuestran que en Honduras el arte dispone de recursos y de posibilidades que la predestinan a ser en el Nuevo Mundo una de las tierras privilegiadas por el arte.
Rafael Heliodoro VALLE.
Washington, Julio 1949.
La plena plena posesión del ser (En el Rep. Amer. Si no vas a esa fiesta a que te invitan harás algo mejor: te quedarás contigo mismo.
En vez de ir a mezclarte con unos muñecos que gesticulan y bailan en la Feria de Vanidades te encararás con esa categoría trascendental que eres tú mismo. al encararte contigo mismo te encaras con el Universo ya que no puedes concebirte, no puedes pensarte separado del resto de la Creación.
Siempre te miras a ti mismo como un personaje patético en medio del gran cuadro del Universo. Tu alma deambula de continuo, por la contemplación y la reflexión, entre los árboles, las nubes, las verdes praderas, el azul cielo, la luz radiante del sol. Un gran cuadro, un gran drama. Te quedas para vivir tu vida, la vida de tu alma que es lo único que te importa desde un punto de vista trascendental, se entiende. Te quedas para contemplar el Universo y para contemplar tu vida en sus vastas dimensiones. Puede haber perspectiva mayor que esa? La perspectiva de una calle o de un salón de fiesta es mezquina al lado de estas inmensas perspectivas que ahora tienes ante ti.
Te quedas contigo y te quedas con el Universo. Te quedas con el cielo azul, con las nubes, los árboles, la brisa, la inmensidad. Ese es el sitio que te corresponde, dado tu modo de ser. Consideras un inmenso privilegio el poder dedicar estas horas a lo que más amas.
Poseerte a ti mismo, poseer tu alma, lejos del tumulto, en el silencio y la soledad, que es lo mismo que poseer el Universo.
En estos momentos en que te posees a ti mismo eres el hombre más libre del mundo.
Gozas como nadie del señorío del Ser. Gozas de la libertad metafísica y en eso te asemejas a los elementos de la Naturaleza. Gozas de una libertad que los hombres no conocen. La única libertad que conocen los hombres es la que consiste en verse sueltos de las cadenas del trabajo y del deber. Pero, no conocen esta otra libertad que consiste en ser árbitro de las horas para poseerse a sí mismo. Para poseerse y contemplarse, como el Ser puede poseerse y contemplarse a sí mismo. contemplar el Ser en la doble dimensión del tiempo y el espacio.
Cuando contemplo el cuadro que tengo ante mí, contemplo no solamente el espacio sino también el tiempo. El tiempre se ve pasar por el espacio. Vemos el tránsito del sol, los cambios de la luz en el cielo, los cambios de las sombras en la tierra. mí me gusta contemplar el paso del tiempo. No es que deseo que pase: quisiera que no pasara nunca para que no pasara la vida. Pero el tiempo irremediatablemente pasa y a mí me gusta sentarme en la soledad y el silencio para ver la aguja sideral marcar el tránsito de las horas. Mientras las horas pasan mi alma a veces llora, pues sé que esas horas que pasan son la mortaja que va envolviendo mi vida para su tránsito final. La rueda del tiempo gira sin cesar y teje nuestro sudario. La rueda es una rueca.
Ver pasar el tiempo es el espectáculo supremo. Ver pasar el tiempo es contemplación filosófica. Es contemplación meditativa. El Ser sc rumia a sí mismo. El Ser se degusta, se paladea a sí mismo. Es un labor agridulce. veces, muchas veces ya lo hemos dichotiene sabor de lágrimas.
En el espacio es la dimensión horizontal del Universo. El tiempo, en línea vertical, sube hacia la eternidad. En la contemplación se van las cosas no solamente con los ojos sino con el alma. Principalmente, con el alma.
La contemplación es la estética del mirar y del meditar. Contemplación es meditación. Pero no la meditación forzada, voluntariosa y sombría del sabio en su gabinete, sino contemplación espontánea, enternecida y extática. Es la contemplación de un viajero metafísico que está en vísperas de la partida. El viajero contempla con patetismo el tiempo y el espacio en cuyas brumas desaparecerá para siempre su silueta.
Hace falta que se invente una filosofía que sea hija de esa contemplación emocionada y extática del tiempo y el espacio. Sería una filosofía que tendría toda la majestad y gravedad de la reina de las ciencias, pero, al mismo tiempo, sería llena de gracia, de patetismo y de ternura. El rostro bello y las lágrimas serían el mejor símbolo de esa filosofía. El rostro representaría el espacio; las lágrimas, el tiempo. Las lágrimas descendiendo sobre el bello rostro es el tributo que el Ser rinde al tiempo de alas veloces y crueles.
Luis VILLARONGA.
San Juan, Puerto Rico.
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