REPERTORIO AMERICANO 323 JOHN KEITH, SAN JOSE, COSTA RICA Agentes y Representantes de Casas Extranjeras Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de Escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. Muebles de acero y equipos de oficina (Globe Wernicke Co. Implementos de Goma (United States Rubber Export Co. Máquinas de Calcular MONROE Refrigeradoras Eléctricas NORGE Refrigeradoras de Canfín SERVEL Balanzas TOLEDO (Toledo Scale Co. Frasquería en general (Owens Illinois Glass Co. Conservas DEL MONTE (California Packing Corp. Equipos KARDEX (Remington Rand Inc. Pinturas y Barnices (The Sherwin Williams Co. Duplicador GESTETNER (Gestetner Ltd. Londres)
colectividad en la cual los intereses son contrapuestos. Pero precisamente por tratarse de un problema escabroso, a ello deberían dedicar empeñosa y preferente atención los penalistas: buscar, encontrar y combatir las causas de la delincuencia. Combatir hasta neutralizar sus efectos para llegar a su total desaparición. Programa ambicioso, en efecto, pero cuanto más humano y más práctico que irse por las ramas, que esto es en definitiva la búsqueda y captura del delincuente para recluirlo en una prisión, que representa, la prisión, la incrementación del delito.
En el Congreso de la Asociación Internacional de Autoridades Ejecutorias, celebrado en México en noviembre de 1939, Alexander McNeil, leyó. El número de jóvenes ambos sexos que en Inglaterra y País de Gales son condenados por trasgresiones penales, aumenta cada año.
Las estadísticas son aterradoras. En 1935 se produjeron 25, 543 delitos perpetrados por jóvenes; 27, 126, en 1936 y 29, 201 en 1937.
No menos que el 36 por ciento de esos individuos castigados por trasgresiones penales en 1937, fueron menores de 17 años. todavía resulta más trágico. sigue diciendo McNeil en este infelicísimo estado de cosas, el hecho de que los delincuentes en las Islas Británicas, entre las edades de seis a catorce años de edad, han aumentado en un ciento por ciento en los últimos años.
Luego dio a conocer a los congresistas unos datos insertados en un Boletín publicado por ei Departamento Federal de los Estados Unidos y que aluden a las detenciones operadas en 1938. La estadística del Departamento Federal, muestra que en el año de 1938, de 554, 576 aprehensiones, 104, 445 pertenecen a menores de veintiún años, o sea el 18, por ciento de su total. Estas cifras acusan un aumento sobre las del año 1937. Al terminar la lectura de la Ponencia, su autor puso el siguiente comentario: La delincuencia infantil y juvenil, se debe en gran parte a las llamadas horas de ocio. a la miseria de los niños que viven en los barrios bajos, donde se incuba la delincuencia; a las malas compañías y en general a la falta de disciplina en los hogares en materia de formación del niño que es sensible a la influencia externa, al ambiente, a los hábitos mentales y a la conducta; influencias todas que podrían ser constructivas o destructivas.
Datos como los señalados, por lo conocidos ya no impresionan a nadie y mucho menos a los magistrados. Así vemos que en lugar de destruir los antros de vicio y de vagancia, creando centros de esparcimiento cultural y físico para el desarrollo de las potencialidades morales e intelectuales del ser humano utilizando el deporte, el cine seleccionado, el teatro educativo, la biblioteca y la escuela sobre todo la escuela henos aquí metidos en el laberinto de las leyes de penalogía como remedio contra la delincuencia, dejando de lado a las causas. esta, a nuestra entender absurdidad, la estamos pagando a un muy alto precio, por cuanto el crimen envuelve en su tupida red al hombre maduro que no ha tenido escuela o escuela deficiente, pero que busca preferentemente al niño abandonado o simplemente carente de hogar sólido.
Sabido es que el individuo, por instinto ue conservación, busca escapar de las garras de la miseria y acuciado por los espectáculos pecaminosos y las malas lecturas, por la rainera o el invertido sexual y el alcohol, va a la caza de lo ajeno, primero con precaución, dando un golpecito aquí y otro allá, para llegar al crimen con la mayor desfachatez. Esto en cuanto al hombre, que la mujer, deslumbrada por el lujo y la vanidad que le da una falta de educación, unas veces, y empujada por la miseria otras, a corta edad conoce la prostitución y el lecho del hospital en donde muere prematuramente. así vemos cómo el sexo y el amor, fuerzas naturales que habrían de ennoblecer al ser humano, se truecan en canteras inagotables de vicio, de enfermedad y de crimen.
hombre generoso ya que va en pos del bienestar colectivo. Trabajar por el bien común es simplemente procurarse el propio bienestar. Esto es todo. Cada cual busca orillar el sufriTuiento. quién no experimenta un dolor arte la mala acción del prójimo? si evitando el daño ajeno alejamos nuestro propio sufrimiento, hemos de llevar nuestra acción no a reprimir las lacras que la sociedad padece con leyes represivas o menos eficaces o de una mayor humanización, sino llevar a todas partes la profilaxis social.
He aquí por qué nos disgusta grandemente y sea esto dicho con el debido respeto para los jurisconsultos y penalistas que elaboran leyes contra la delincuencia con intención de acabar con el delito ver el a jetreo de cuantos se preocupan por humanizar las leyes penales con la pueril creencia de que cumplen un deber social. Reformar, humanizar el Código Penal? En buena hora. Pero. por qué tanto desvelo no se emplea en prevenir el mal. Por qué de una vez por todas no se atacan las causas de la delincuencia? Usted, lector especializado en asuntos de penalogía caso de que ponga los ojos sobre este libro. no cree más eficaz prevenir que reprimir. Piensa sinceramente que el Código Penal cumple una misión. No habrá meditado alguna vez sobre la inutilidad de la reclusión del delincuente en cárceles y presidios. Se ha detenido usted a observar la labor negativa de los llamados establecimientos penales de corrección. No habrá prestado, usted, señor penalista, su ayuda desinteresada, con sus regalos de vestidos, zapatos, juguetes y golosinas, en determinados períodos del año? Esas recolectas periódicas en favor del niño desvalido. no le parecen una cruel ironía? En lugar de tantas leyes de represión contra la delincuencia y de esas esparcidas y altruistas iniciativas, que por esporádicas, sentimentales y caritativas no rinden beneficio alguno. no cabría mejor una legislación de protección a la infancia para que no hubiere menester de caridad? en vez de la costosa y penosa elaboración de leyes de represión que lleva aparejada una población pe1. al permanente. no sería más hacedero el estudio del complejo problema de la prevención? nuestro entender esto último resultaría económicamente más práctico y, sobre todo, más patriótico, más humano. Cuánta inteligencia y energías perdidas elaborando leyes de represión contra la delinEl traje hace al caballero y lo caracteriza la SASTRERIA LA COLOMBIANA de FRANCISCO GOMEZ e HIJO le hace el traje en pagos semanales o mensuales o al contado. Acaba de recibir un surtido de casimires en todos los colores, y cuenta con operarios competentes para la confección de sus trajes.
Especialidad en trajes de etiqueta No se nos tache de sentimentales ni de generosos. No es por sentimiento ni generosidad, que nos expresamos en estos términos. Es simplemente por una necesidad imperiosa, ineludible para toda persona bien nacida y de sana mentalidad, de prevenir el mal. preverir la causa que produce una enfermedad moral o física, tanto para sí mismo como para el prójimo, más que de generosidad, es un caso de egoísmo, porque egoísmo es querer vivir holgadamente y a cubierto de cualquier acechanza. nosotros, personalmente, no nos agrada oír, en alabanza de una persona que practica el bien o que posee ideales de regeneración humana, que se diga: Se trata de un Tel. 3283 30 vs. Sur Chelles Paseo de los Estudiantes Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica