Eunice OdioLiberalism

REPERTORIO AMERICANO 269 Aparte, este folleto, como para reproducirlo en estos Cuadernos: Alberto Baeza Flores: Don Federico Henriquez y Carvajal, un siglo de conducta y de valor. Revista de la Habana. Octubre. 1946.
Este cuadernito: Humberto Osorno Fonseca: La evolución social del liberalismo de Nicaragua. Managua. 1938.
Lo señalamos así: verdades.
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131 Varick Street New York 13, Por medio de la Librería Martí (Apartado 2173. Habana. nos llega este libro con que nos honra la autora: Lydia Cabrera: Porqué. Cuentos negros dc Cuba. Colección del Chichereku. Edicioles La Habana. 1948.
Suponga la autora la estimación y cariño con que luego vamos a leer este libro, que es de los que más nos interesan.
Volveremos con él.
Se acordo de nosotros el poeta Manuel Picado Chacón, en esta ciudad de San José de Costa Rica, y nos mandó este pliego: Sinfonia del camino (en mi mayor. Lo presentó, este poema, a los Juegos Fiorales, en setiembre de 1948.
Está bien. Hemos de reproducirlo, si el autor lo permite.
En el autor: un médico, un sociólogo, un señalado revolucionario. Hay político y hay hombre. Hay principios.
Cartas, discursos. México, Centro Améri ca.
Otros cuentos, también procedentes de Cuba y que vamos a leer con gusto: Juan Sariol: Bartabás. Editorial El Arte. Manzanillo. Cuba.
Señalemos esta conferencia de David Arce: Etica y estética de la danza. México.
1948.
Este epígrafe: Danzamos, porque el alma humana busca constantemente comunión con el Alma Divina. Ted Shawn.
Señas del autor: Elíseo 38 23. México.
Despierta para nosotros la España de 1935, en algunos de sus valores literarios que por allá se quedaron, viejos amigos recordados Hoy nos llega Tom Seral y Casas con este poema: Elegia a Federico Comps.
Precede esta clegía a una serie de raros, sugestivos dibujos de Federico Comps Seiles.
tiulada: Muerte española. En la colección Artistas Nuevos. IV. Librería Clan. Madrid.
Arenal, 18.
Esta librería Clan saca un Boletín Literario artístico muy interesante. Se titula: Punto.
Como atención de nuestro amigo y colaborador don Alfonso Francisco Ramírez: Ora ción a la Madre. México, 1949.
Es discurso; lo dijo el autor el de mayo de 1939 en el homenaje del diario Excelsior a las madres mexicanas.
Consuelan y reaniman sus palabras.
Con cierta emoción señalemos este libro su primer libro de la poetisa costarricense Eunice Odio: Los elementos terrestres. Poemas. Premio centroamericano 15 de Septiembre. 1947.
Editorial El Libro de Guatemala. Guate.
mala. MCMXLVIII.
Gracias les damos a los intelectuales guatemaltecos que le han proporcionado a la ia. quieta Eunice esta posibilidad de manifestarse y de que así, la conozcan y estimen en lo mucho que vale como poeta.
Señalemos a Carlos García Prada como crítico literario de dimensiones mayores.
El Colegio de México ha recogido en un volumen algunos de sus trabajos: Estudios hispanoamericanos. México, 1945.
Todos los escritores de América le intertsan. 33 estudios en este libro, hacia todos los rumbos.
Habla el autor: Los Estudios Hispanoamericanos son ensayos y notas de interpretación y de simpatías literarias y como tal res.
ponden a un solo afán: el de difundir el conocimiento de las letras hispanoamericanas, y contribuir con ellos a la formacón de una conciencia continental de americanidad amplia y libre de prejuicios regionales.
Un gran servidor de nuestra cultura, es Carlos García Prada. Enseña en la University of Washington. Seattle. Wash.
Búsquelo, hágase su amigo.
Damos las gracias al autor por este folleto: Ricardo Alduvín: Una senda. México 1946.
Sentido metafísico de la rutina (En el Rep. Amer. Otro libro, precioso en sí y en la sobriedad y elegancia de la edición: Luis Cardoza y Aragón: Poesía. Letras de México. 1948.
Recoge esta obra la producción dispersa publicada por su autor durante veinte años en revistas de América.
Nos llega por medio del Ministerio de Educación de Guatemala, veces Señalemos: Jorge Ramón Juárez: Sonetos para la Geografía romántica de Veracruz. Ediciones Lascas. México. 1948.
Portada, viñetas y capitulares de Alberto de Velasco Polo. Preciosa la edición, como saben hacerlas en México, cuántas viejas ciudades de nuestra Amé.
rica no les ha nacido un poeta así: geógrafo romántico. Que les llegue. Es un creador.
Gracias al autor, que nos ha favoreci lo con algunos ejemplares de su libro ejemplar.
Me dices que soy rutinario. Es verdad; lo soy. si supieras por qué lo soy? Lo sos por amor al pasado: es decir, por amor a la vida, a la vida vivida. La única vida que conozco, la única vida que es mía, la única que amo, es la vida vivida, la vida pasada. La vida presente se hace continuamente vida sada. De mi vida futura nada digo; no la conozco, no ha llegado todavía y no sé si llegara.
Pocos se dan cuenta de que la rutina tie.
ne muchas un sentido metafísico. Se es rutinario por afán de persistir en el ser.
Quiero seguir siendo yo mismo. Amo mi vida. Mi vida soy yo; yo soy mi vida. esa vida que soy yo y ese yo que es mi vida quiero prolongarlos indefinidamente. Amo el camino que he recorrido. Amo el cielo que he contemplado. Amo el rincón apacible que es mi morada. La única razón que tengo para amarlos es la más modesta y la más poderosa: en ellos he vivido. Los otros caminos, las ctras moradas, podrán ser más hermosos; peIo no son los míos. No son los que por muchos días vividos se unieron a mí, se incorporaron a mí, al bagaje de mi emoción de peregrino y de contemplativo.
Si me censuras el que sea rutinario te pondré ejemplos insignes de rutina. Quién más rutinario que el sol? Todos los días hace la misma cosa. Pasan los años, los siglos, y el señor sol no cambia. Es siempre el mismo. Todos los días se pasea por la misma ruta a las mismas horas. la vida misma. no es rutiI aria? La vida es rutina de rutinas. La vida es rutinaria en el tiempo y en el espacio.
mañana, la tarde y la noche. El acá, el allá, el más allá. Pero el alla y el más allá son iguales al aca. La vida es una máquina formidable cuyo ritmo es siempre el mismo. Es el tic tac, tic tac, del reloj.
La vida, pues, es rutinaria. Pero, iqué maravillosa es esa rutina. Cómo la aman los hombres. Cómo anhelamos los hombres per sistir en esa rutina, es decir, en la vida, en el ser! Quisieran los hombres no morir; es decir, ser inmortales en esa rutina que es la vida. Rutina y todo es grata, es dulce, y por eso la amamos. la amamos porque nos amamos a nosotros mismos. No hay modo de establecer separación entre la vida y nosotros mismos. Cuando un hombre deja de amar la vida, deja de amarse a sí mismo. Cuando el desprecio o el odio a la vida llega al paroxisno el hombre quiere destruir la vida. Pero no consigue destruir la vida sino destruyéndose a sí mismo. Es el suicidio.
Como la vida ha sido hecha por Dios Otro libro singular: Los sueños corpóreos, de Germán Pardo García. México. 1948.
Atractivos, inquietantes. Pardo García es uno de los mejores poetas de nuestra América.
Con esta, son ya 12 sus obras poéticas, tan estimadas.
También ha sido generoso y bueno y nos ha obsequiado con algunos ejemplares. Cómo se lo agradecemos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica