BourgeoisieMarxism

266 REPERTORIO AMERICANO SELECTA La Cerveza del Hogar CELECTA EXQUISITA SUPERIOR tique sirve casi de leitmotiv a su obra y la concatena más que ningún otro, es el que Salinas denomina erotismo hedonista. erotismo trágico y erotismo agónico. denominaciones certeras que corresponden a las tres etapas por que atraviesa el tema en su evolución, tanto en la poesía como en la parábola vital de Rubén. Lo erótico en Darío había sido señalado antes muchas veces, pero nadie había rastreado su evolución con la perspicacia crítica con que Sailnas lo hace. Tampoco. se había esclarecido la profunda metamorfosis que se opera en este tema en los años de madurez y finales del poeta, en los cuales aparece ya fundido con el sentimiento religioso, la melancolía y el terror de la muerte. Esta evolución la indaga y constata el autor con diligente acuciosidad y puntualiza los diferentes símbolos en que se encarna en cada etapa a medida que el hedonismo juvenil se atenúa para dar paso a una filosofía más espiritualizada y trascendente. Entre los subtemas o constantes de or Rubén Darío sólo José Martí percibió la inden secundario secundarios solamente en la justicia vigente y se puso del lado de los que cuantía o frecuencia con que aparecen, no en la sufrían. Rubén desdeñaba lo mismo al su importancia intrínseca, ya que ellos inspira burgués adinerado y ramplón que a la masa ron los más bellos y perdurables cantos de Da ignara y tosca. Nunca se sintió como Marrío Salinas estudia el amor al arte, que en identificado con el dolor y la miseria de Rubén se dió en altísimo grado, la obsesión los humildes, pero tampoco dirigió contra ellos de la muerte y la preocupación político social. los dardos de su ironía. Si alguna vez la emCada uno de estos subtemas aparece prolija pleó o apeló a la sátira, sus blancos no fuemente examinado en sendos capítulos.
ron los pobres de la tierra sino la vanguarSalinas concede mayor importancia social dia adinerada, los ricos sin alma y sin refinay politica a no pocos poemas de Darío de la miento espiritual; jamás el pueblo menesteroque los críticos le habían reconocido. Algún so. La realidad social que a Darío preocupaba lector de filiación izquierdista, acaso estime era otra muy distinta y no tenía nada que que Salinas sutiliza y exagera el valor social ver con la lucha de clases a que hoy asistimos.
o político que tales poemas encierran y que Lo mismo puede decirse de su concepto de la es suficiente para otorgarle el rango de política. El abogaba por una política superior, poeta social o político. que el au de amplitud ecuménica dentro del orbe hispator le confiere. Mas desde el ángulo en que no. Rubén menospreciaba el patriotismo de Salinas enfoca el problema, no puede negarse cumpanario, la política manida y homeopátique su tesis queda probada, y de hoy en ade ca de los minúsculos países centroamericanos lante no podrá hablarse de Darío como de que imperaba en sus días y aún subsistepoeta de la torre de marfil, que escribe de es y propugnaba una superación de la mediocripaldas a la realidad y divorciado de ella. Cier dad de su hora. Otro transido anhelo de sus to que no fué Rubén poeta social o político en últimos años fué la paz, la cual llegó a conel sentido restringido y beligerante en que el vertirsele en obsesión hacia el final de su vitérmino se emplea actualmente cuando habla dd. esta luz hay que interpretar los califimos de poetas que escriben en función de pro cativos de poeta social y poeta político pagadores de la ideología de signo marxista o con que Salinas enrique la hermenéutica rude cualquier otro credo redentor del proleta beniana.
riado. Darío no era poeta clasista ni le preocupó nunca el conflicto entre el capital y el Manuel Pedro GONZALEZ.
trabajo. Esta particular sensibiilidad social no aparecerá en los escritores americanos hasta University of California.
muchos años más tarde. De la promoción de Los Angeles, California.
ta alemán; ya que en las páginas fidedignas de ese libro revive con toda su grandeza la personalidad de Goethe: en medio de los suyos, en el ambiente intimo de su casa, de sus familiares y amigos; de sus preferencias, gustos y costumbres; señala la predilección que sentía por todas las artes y por el embellecimiento de la vida; evidencia cuán justa era la fama el poder de atracción que el semidiós ejercía no sólo entre sus compatriotas sino entre los personajes europeos más insignes de su época, entre éstos Napoleón, de quien se sabe que después de conversar con aquél extensamente, le inpuso la Legión de Honor y le dijo estas palabras: Amigo Goethe. Sois todo un hombre!
En las últimas páginas del libro de Eckermann se asiste, además, al ocaso de aquella existencia gloriosa, en la capital del principado o corte chiquita de Weimar, ciudad que por atracción del genio se había convertido, según frase célebre, en residencia de diez mil poetas y algunos habitantes. Allí expiró Goethe, en 23 de marzo de 1832; y aquellos instantes sombrios, como si quisiera reafirmarse serena y simbólicamente en el afán más puro de toda su vida (el de la claridad y la comprensión sin límites. hizo abrir la ventana de su alcoba y retirar las cortinas, pidiendo. luz. más luz aún. ro El bicentenario de Goethe(Viene de la página 264)
razonable sería que cada cual se atuviese a valor y el mérito más singulares del volumiaquella profesión para la cual ha nacido y noso libro. acaso esa fidelidad con que aprendido, no impidiendo a los demás ha fueron recogidas las confidencias del glorioso cer lo propio: El zapatero a sus zapatos, vate alemán no demuestra, palmariamente, las el labrador a su arado, y el principe a su talentosas y escrupulosas cualidades no sólo gobierno. Pues también el gobernat es una literarias sino morales de Eckermann? En vez profesión que necesita aprendizaje, y nadie de torpe y caprichosa censura, bien merecedor que no lo entienda debería osar a poner en se hizo, por consiguiente, el entusiasta y honello sus manos.
rado confidente de Goethe, al elogio y a la gratitud sincerísimas que por razón de tan La crítica superficial calificó irreflexiva elevado y cumplido empeño se le tributan en mente a Eckermann, de carente de talento, ba los dominios universales de la cultura.
sándose en que la obra recoge con demasiada El libro de Eckermann, por tanto, ofrece fidelidad las palabras de Goethe. Pero. acaso una excelente síntesis evocadora, en estos días en esa fidelidad no radica, precisamente, el del bicentenario del nacimiento del gran poePoetas, artistas, temperamentos nobles y estudiosos, seres torturados fatalmente por las angustias las asechanzas que se derivan de los problemas políticos, sociales y económicos presentes: todos los que a despecho de preocupaciones acerbas mantenéis en el sagrario de vuestra intimidad algún interés por ideologías o sentimientos de valor perdurable; cuantos estéis deseosos de explayar el espíritu en abstracciones aquietadoras o consoladoras, recurrid en estos días a las obras poéticas o literarias de Goethe. no dejéis de renovar vuestra admiración y respeto por la memoria del gran comprensivo de Weimar, mediante la lectura o repaso y meditación de sus Conversaciones con Eckermann. Difícilmente hallaríais mejor y más oportuno sedante para que en vuestro espíritu renazca, por algunas horas, la dulce placidez sin cuyo disfrute regulado, en medio de los embates de la adversidad, la vida, realmente, fuera muy penosa, La Habana. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica