Communism

REPERTORIO AMERICANO 27 Dos poemas de Arturo MONTERO VEGA (En el Rep. Amer. CONCIENCIA DEL RETORNO.
gaban al conocimiento literario de las masas y mano puramente individual, sin preocupación las clases sociales. Sobre el terreno de las letras alguna de orden social; y otra en la que se encontraréis sus críticos y sus defensores, los hace luz sobre los problemas del trabajo, de que mantienen que la literatura no debe ocu los alojamientos, de las usinas, y en la cual parse de los acontecimientos económicos y los hay algunos escritores verdaderamente poderoque no quieren cerrar los ojos ante la realidad sos sobre el público lector. En realidad, es inde su tiempo. Es así como Norteamérica de dispensable reconocer que la agitación popuvino consciente de la existencia de las clases lar que siguió al establecimiento del comunissociales y la masa.
mo en Rusia, arrojó una luz deslumbradora En este mismo tiempo, dos hombres, Hen sobre las injusticias sociales de Norteamérica ry Menken y George John Nathan, críti y estableció en forma inamovible la existencia cos, teatral el uno, de libros el otro, entraron de los dos únicos campos literarios ya aludia la batalla y tomaron el partido de los trados: el de los libros escritos con el único fin bajadores, cada cual en su propio terreno. de divertir, para los que pasa ignorado el orEllos estuvieron siempre por el arte que exden social y el de los libros escritos para conpresa la tragedia natural de la vida, que es en vencer de que es indispensable un cambio en gran parte tragedia económica y nunca se opu la estructura social. Es muy larga la lista de sieron al arte que expresan las grandes crisis ambos lados. Personalmente, yo no tengo mude la sociedad. Con ellos y algunos nuevos cha fe en la calidad intelectual de los libros escritores, Abraham Cahan con su Rise of Da. dedicados a relatar una historia por el solo vid Lewinsky, Willa Cather con My Anthonio placer de relatarla. Del otro lado, en el doy Sherwood Anderson con su Winnesburg, minio de la literatura social, yo he encontraOhio, la novela norteamericana continúa ale do por lo menos dos obras estimulantes: God jándose de las manidas historias de la vida Little Acre, de Erskine Caldwell y Sanctuary, de sociedad. tradicionales, y se aplica a des de William Faulkner. Estos escritores y algucribir la condición humana bajo una falsa de nos de nuestros dramaturgos recientes, como mocracia. los escritores ya nombrados se su Marc Beitzstein en The Cradle Will Rock, man muchos otros, advenidos durante y des Paul Peters en Stevadore y Tobacco Road, bapués de la Guerra del 14, entre los que se dis sada en una novela de Erskine Caldwell tinguen Sinclair Lewis con Main Street que ha sido representada todas las noches duFitzgerald con su Beautiful and Damned, que rante cinco años son claras muestras de que revela los extremos a que puede alcanzar la la tendencia social de la literatura triunfa en locura de los ricos.
los Estados Unidos, a despecho de la crítica La Guerra del año 14 y la llegada del co. conservadora y en franca lucha con nuestra munismo cambiaron definitivamente el rumbo autocracia. Son los escritores que pertenecen de la literatura norteamericana, dividiéndola a esta tendencia los que están haciendo la veren dos corrientes claramente diferenciadas: una, dadera literatura norteamericana. Los otros que continúa la novela de ficción e interés hu pueden durar un día, una semana o tres meses.
Yo tengo que volver al lado de los míos para poder decir mañana. que la luz me ilumine con todo el esplendor de su premio.
Que todos los ojos se miren en mis ojos de fuego.
Que el obrero le diga al obrero: ese que parece un poeta, con un riachuelo en los ojos y una paloma negra en la boca, hubo un día que nos entregó un paquete que contenía su decisión de lucha.
Por eso le tienen el rostro iluminado.
Vamos a proceder a entregarle la dicha.
y Scott Yo tengo que volver al lado de los míos para poder decir mañana: cuando algunos cogieron la rama del olivo y la metieron en su caja de vidrio, para no oír nada, ni ver nada, ni sentir nada, yo la rompí en mil partes que fueron mil lágrimas, y mil dolores. Que revisen las cajas de vidrio y que saquen las ramas de olivo!
911 Porque yo pude haber dicho como dijeron otros. rifé mi nombre y lo ganó una estrella, la miré a los ojos y le entregué mi vida. Qué me importan los otros. me importan sus ojos negros.
Dictadura, enfermedad sudamericana (En Pregón. Bs. Aires. Dicbre. del 48. Porque yo pude haberle robado la beatitud a la aurora y colocar mi corazón a la altura del crepúsculo encendido.
Mas preferí la noche y coloque mi estrella.
Más me llené de sombras y caminé entre penas.
Yo tengo que volver al lado de los míos para poder decir mañana. Que se haga la voluntad de los obreros.
Que cada cual presente su carnet al día y que a mí me diga el Comité respectivo: Ya puedes tomar de la mano a la felicidad.
como los niños de los cuentos.
Es indudable que América del Sur y Central siguen siendo campo propicio a la experimentación de quienes encuentran fácil camino del cuartel al gobierno. Son demasiado los ejemplos que podríamos citar, para caer en la redundancia de hacerlo. El mal no es nuevo pero, pareciera que los hombres que se disciplinaron a la austeridad y sintieron vocación por la carrera de las armas, hubieran perdido todo sentido de su responsabilidad y sus deberes, para caer llevados por el más brutal de los sensualismos y una fiebre de poder hasta ahora desconocida, la toma del poder por la fuerza. Es así como varias naciones vienen soportando bajo diversos disfraces, dictaduras que han sumido al pueblo en la postración cívica en una práctica oscurantista que ha cerrado toda posibilidad de manifestarse al Soberano.
Ahora le ha tocado el turno a Venezuela, donde otra junta de coroneles y uniformados de diversas jerarquías han asumido la responsabilidad ante su pueblo de restablecer las garantías constitucionales cuyo pleno goce disfrutaba el pueblo de ese país hermano. Lo lamentable es que estos gobiernos nacidos de la fuerza no se limitan a entregar la conducción del Estado a círculos determinados pero civiles, sino que muy por el contrario, prolongan y hasta hacen permanente su dirección con la secuela de consecuencias de que nos hablan los muchos casos producidos.
Pareciera que los militares sudamericanos estimasen que es imprescindible su presencia en los gobiernos de sus países para asegurar la normalidad de los mismos. Hay en ello un craso error. Error que nace de la experiencia que nos ha demostrado, la ineptitud de la mayoría de los militares para sobresalir con el mismo brillo que en su especialidad, en la delicada tarea de la conducción del Estado.
Pareciera, además, que el talento civil molestara a los militares. Tal el caso último de Venezuela donde un golpe derechista ha eliminado del gobierno a Rómulo Gallegos que por sobre sus excepcionales condiciones de escritor y periodista, se había revelado como un estadista mesurado y progresista. La mediocridad nunca soportó un alzamiento por sobre el nivel común. Los pueblos mismos suelen mirar con desconfianza a los gobernantes de lúcida inteligencia porque los suponen con espíritu demasiado reformador. Pero ese temor no debe existir cuando las inquietudes manifestadas tienen el respaldo de la Constitución y el control del pueblo mediante sus representantes y sí provocar la movilización de aquél cuando se lo quiere sorprender en sus más caras conquistas mediante engaños que sólo persiguen por finalidad cercenar sus libertades. La dictadura, enfermedad sudamericana, sigue extendiéndose por todo el continente y son previsibles sus consecuencias si la voluntad popular se mantiene dormida otorgando a mandatarios de dudoso origen la suma de un poder que nunca debe salir del pueblo. FLORY NARANJO Una gran camarada.
La camarada Flory se fué cuando se fué la aurora.
No pudo soportar la noche oscura.
La camarada Flory se fué cuando llegó la envidia, y el terror y el duelo, Se llevó la bondad en sus pupilas.
Se robó de la luz Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica