310 REPERTORIO AMERICANO Un recial es la entraña desbordada de vida y hay una pena eterna clavada en mi osamenta.
bajo este sueño alado inacabablevisionaria de ti, de tu mirada, abarco cielos y sonrisa, gesto de tu palabra nunca dicha.
AHORRAR es condición sine qua non de una vida disciplinada Nada me importa el llanto ni importa ya la niebla.
DISCIPLINA Estoy viviendo, sí, viviendo de esta pena tesoro de mi sombra.
es la más firme base del buen éxito Peregrina de tu anhelo, de mi peregrinar, espera.
Conjunción de pasado y de futuro, creadora de mi sueño, no puedo ya morir, que si yo muero quedaríase sin voz el Universo, este Universo mío, el que yo canto, bijo de Amor, engendro de Verdad, que me sojuzga.
Creador de mi creatura, soy su esclava.
LA SECCION DE AHORROS del Soy tierra y eres rayo, soledad y su asombro.
Pena es mi barro, pena que no calla ni duerme.
y BANCO ANGLO COSTARRICENSE Mi barro desceñido en esta sangre herida de eternidad de pena.
Yo soy quien ha de tañer tu arpa, yo quien ha de llegarse a ti desnuda, para entregar mi pobreza.
Las huellas de mi andar moldearán la sombra sembrándola de tu luz. el más antiguo del país)
está a la orden para que usted realice este sano propósito AHORRAR ¿Adónde marchas, peregrina de mis horas, hacia qué nube de alba o de tormenta encaminas tus huellas descalzas; qué sombra esperas, qué luna de qué cielo rebozará tus playas?
Porque se ha ido mi voz antes del alba y está prendida en los bosques junto al silabear del viento, un grito, hincado en el cielo, ha roto el tiempo.
Fluyes avanzando y retrocedes entre el verde amargo telar de espumas; cimbras tu tallo desganado y lo dejas caer, allí, donde comba el silencio su espesura para engendrar el canto; mas se pierde tu voz y es un irse sólo en sombras.
El azul, la nube, el oro del sol, la desnudez de la luna, la frescura de la sombra, el herbazal, el camino de altas palmas existen porque los miro y los reflejo y los llevo a ti. Hijo de mi sentimiento.
Plenitud de mi origen. trasegados, henchidos, confundidos somos Uno y Todo. Trascendida, fundiéndome en lo eterno En San José de Costa Rica.
Julio de 1949.
Recreo sobre las leyendas Por Alfredo CARDONA PEÑA (En el Rep. Amer. que revolotearon en la aurora del mundo y vencieron a la malicia con la fortaleza de su inocencia. Las veía yo plenas de intuición, sabias hasta parecer ignorantes, y gustaba decir que un mismo impulso las hace nacer y una misma voluntad las trasplanta a los lugares donde hay miedo, belleza y amor, que son todos los que cubren la redondez de la tierra.
De aquí infería su condición de ciudadanas cel mundo, lo que les imprime un sentido antigeográfico y no les permite ser demasiado condescendientes con el regionalismo o aldeanismo, con ser ellas tan campesinas para decir lo suyo. es que las leyendas, si bien se las mira y se estudian estableciendo diferencias y génesis. son como las voces más elementales y necesarias del habla; como la voz agua, por ejemplo, que existe en todos los idiomas y se expresa en mil formas diversas, siendo una.
No se niega aquí la originalidad de muchos relatos ni la absoluta independencia de creación que tienen los pueblos. Lo que se quiere decir es que las leyendas madres, esas leyendas del tipo zorro Reineke universal, son las mismas con distintos variantes.
Así como la filología descubre eslabones prodigiosos en la raíz de los idiomas históricos, así una ciencia de la imaginación podría descubrir en las razas acercamientos más eficaces que los llamados culturales. En parte, este descubrimiento ha sido realizado por un inglés genial Sir James Frazer a quien un simple deseo de explicar la ley que regulaba la sucesión al sacerdocio de Diana en Aricia, bastó para construir un vasto edificio de experiencias míticas comparadas, tan importante que el drama del hombre antiguo aparece como una unidad sin paralelo en la historia de las investigaciones humanas.
Son, pues las leyendas, algo así como una perezosa evolución del mito de los Titanes, cuya cadena abrazaba la unidad cosmogonica.
Son, además, las tierras de nadie de la literatura.
El primero que llega las recoge con la facilidad de la manzana baja, pero no pueden establecerse rigores de propiedad, porque son de todos y pertenecen a ninguno. ese predio llegan muchos gorriones a picotear. Llegan, Debemos al austriaco Mauricio Schwind, cuando necesita imaginar sucesos y he aqui uno de los grandes maestros del decorado ca por qué, al contemplar la famosa acuarela de balleresco, la realización pictórica de la Le Schwind, caemos en la cuenta de que las leyenda.
yendas no son más que pájaros de la mente, Schwind, experto en los temas de la anti escapados de su divina jaula gracias al sueño gua mitología de Turingia, depositó la Le de la atención requerida, cuyas llaves se aproyenda en el cuerpo de una mujer angélica, cu piaron las inquietas prisioneras en un afán de yo porte y facciones recuerdan las melancolías libertad y hasta de libertinaje.
del Renacimiento, inclinadas sobre sí mismas, No hay para ellas origen histórico determeditando en no se sabe qué paraísos. Esta ninado. Aparecen vistiendo, como decía Huilustre sonámbula tiene las manos sobre una go, el sagrado candor de la mañana. en arpa; sus ojos miran en el vacío, perdidos en verdad que siempre han tenido frescura juvela lejanía borrosa del ensueño; y cerca de nil. Ya Spengler advertía el prejuicio cientíellos, en forma de materializaciones, vuelan fico de los que creen que los mitos y repredos pájaros voluntariamente humillados a un sentaciones de deidades corresponde únicamensimple escorzo, desleídos en el azul, pero que te al hombre primitivo, afirmando, con aquel encierran la clave de este peregrino misterio: imperialismo visionario tan suyo, que las leesas aves, brumosas en la tarde, representan pre yendas no pertenecen justamente a la edad cisamente a las leyendas, y la mujer que las primitiva, sino sólo a la juventud de las grandeja escapar es la raza creadora. La frase se des culturas.
le fué el pájaro con que el pueblo ironiza el propósito del libro Imaginación de Mésubito ensimismamiento, el mirar nada de xico, o colección de relatos populares que Raciertas catalepsias momentáneas, equivale a la fael Heliodoro Valle juntó en volumen nada operación intelectual que el pueblo ejecuta común, ya veía las leyendas como criaturas Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica