Violence

92 REPERTORIO AMERICANO SELECTA La Cerveza del Hogar COUECIA héroe de Las Queseras. lo persiguió cuando éste llegó a la Presidencia de Vene zuela. Bolívar quiso eliminar a Páez al principio de la guerra y si hubiera podido lo liquida, como liquido al otro gene.
ral venezolano, Piar. Madariaga presenta los documentos auténticos de esa lucha entre Bolívar y Páez que terminó con la fuga del primero y su muerte natural en San Pedro Alejandrino en los alrededores de Santa Marta, hacienda propiedad de don Joaquín de Mier, militar español que de fendió en la guerra los derechos de España en Venezuela. Se acogió, pues, a un an.
tiguo enemigo, huyendo de sus compatriotas.
Le ruego le lean a usted los capítulos en que se trata de las raíces de la familia Bolívar y el juicio de Madariaga sobre el hombre, es decir, el verdadero Bolívar. Allí encontrará muchas cosas que usted como yo ignorábamos.
Cuando termine el segundo tomo de esta magnífica obra sobre la colonización española en América incluyendo la obra cris.
tiana y cultural de esta nación, así como la guerra de la independencia de Sur Améri.
ca, se lo devolveré.
Páselo bien y mande a su agradecido y buen amigo que lo estima y aprecia, Pío BOLAÑOS.
EXQUISITA SUPERIOR 22 de febrero de 1952.
Mi buen amigo don Manuel: Cumplo a usted mi promesa hecha en mi anterior de darle mi opinión sobre el libro Bolívar de don Salvador de Madariaga, ahora que he terminado de leer el segundo tomo de dicha obra.
El autor trata en éste de las campañas libertadoras ya iniciadas en Venezuela re.
lacionando los combates ganados por Bolívar y sus ejércitos en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, victorias que terminaron con la batalla de Ayacucho ponien do así término al poder español en Sur América; también hace referencias a la es.
tancia de Bolívar en Lima, la Constitución boliviana, el atentado contra Bolívar en Bogotá y el ocaso del César.
Todas esas campañas así como las luchas internas entre los mismos libertadores y la formación de gobiernos en las nacientes repúblicas suramericanas, no tenían otro objetivo para Bolívar sino formar un Imperio Americano y hacerse proclamar, por sus generales, emperador del mismo. Es, lo que dice el señor de Madariaga, lo que existía o había ideado Bolívar en sus ciclos mentales. Por ello se lanzó el Libertador a emancipar dichos países de la odiosa dominación española. como o afirmó el mismo en sus varias proclamas. Am.
bición de poderío, para dar cumplimiento a ese vasto plan monárquico o monócra.
ta. como donosamente lo califica el mismo autor de esta interesante obra. Los do cumentos que aporta el señor de Madariaga, tomados de los archivos americanos y europeos, dan fuerza a su opinión sobre esta materia.
Hay también en las páginas de ese se.
gundo tomo relaciones de hechos criminosos de todo género en la conducción de esas campañas. Uno lee con horror los detalles del fusilamiento del General Barreiro y de sus otros compañeros del ejército español, caídos prisioneros en los compates de Boyacá y Bomboná. Al General Barreiro lo llevaron, desde la cárcel hasta el patíbulo, con pesados grillos. Allí lo obligaron a arrodillarse y lo fusilaron por la espalda. Este valeroso militar español había hecho estudios en artillería en Segovia, y luchado en Bailén y en Talavera, cuando las fuerzas francesas invadieron España, era ilustrado y lleno de galantería y tan hermoso que se le llamaba en Bogotá El Adonis de las mujeres. y con él fueron ejecutados ese día, treinta y ocho de sus compañeros.
Bajo las arcadas de la Casa de Gobierno, el General Santander, a caballo, y rodeado de su estado mayor, presenció la eje.
cución de esos valerosos militares españoles.
Don Salvador de Madariaga afirma a este respecto, que la explicación de la conducta de Santander se debló a que era dado a la violencia más de lo que suele de.
cirse y que en esos días perdió la cabeza.
Este hecho y la hecatombe de Pasto son manchas indelebles que empañan el brillo en la gloria de los Libertadores Sudamericanos. No hay invención ni fantasías en ia narración del señor de Madariaga. Allí quedan, narrados ellos con todos sus detalles por este autor y otros anteriores a él. Hechos vergonzosos y hasta, casi podría afirmarse, inútiles a la causa de la liberación americana.
Entre las labores intelectuales de Bolívar como estadista, se ha hablado y aplaudido mucho la Constitución boliviana, obra exclusivamente suya. Hay que abrir aquí un paréntesis para juzgar ese documento, indudablemente bueno en los principios que sustenta; pero también hay que verlo desde otro punto de vista; el de las miras ambiciosas de Bolívar, de lo que se anidaba en sus cielos mentales.
Leamos al autor de esta obra, quien nos ilustra bien sobre esta materia y las intenciones de Bolívar. En carta a Santander (27 XII 25. dice el señor de Madariaga, describe el propio Bolívar la Constitución que había redactado para Bolivia, y aun para toda América: Estoy haciendo una constitución muy fuerte y muy bien combinada para este país, sin violar ninguna de las tres unidades, y revocado, desde la esclavitud abajo, todos los privilegios. Diré en sustancia que hay un cuerpo electoral que nombra el cuerpo legislativo; pide cuanto quiere el pueblo y presenta tres candidatos para jueces, prefectos, gobernadores, corregidores, curas y vicarios, amén de otras tantas disposiciones para el buen gobierno de un país. Lo subrayado es mío. Ahora bien: las disposiciones sobre la elección del cuerpo electoral no se cumplie.
ron entonces ni se han cumplido nunca en nuestra América. Quizá en algunos países de la que antes fué la Colonia española en América, se ha dado libertad de sufragio, pero no puede esto establecerse como regla general. Lo escrito por Bolívar en su Constitución fue, para él, letra muerta. Todo quedó en abstracto, nada de lo prescrito en esa Carta tuvo valor objetivo o real. Lo preconcebido por el autor de ese documento aplaudido por algunos intelectuales suramericanos, era tener en su mano la fuerza de elegir representantes suyos al Congreso, encaminando su gobierno hacia la idea matriz que anidaba en su cerebro: que se le nombrara Presidente vitalicio y llegar en esa forma inicial a que su país lo eligiera monarca. Tal es, en resumen la célebre Constitución boliviana que el mismo Bolívar hizo adoptar al Perú y pretendió que se adoptase en Venezuela y en Colombia, fracasando en estos dos últimos paí.
ses, como se ve en la Historia de las causas de la ruptura de la Gran Colombia. Comentando estos hechos dice el señor de Madariaga en la página 356 del tomo II: Bolívar pensaba pues entonces en fundar un Imperio cuyo primer monarca sería él con el título de Libertador, y el segundo Sucre, con el de Emperador. el autor justifica su opinión con cartas del mismo Bolívar y con otros documentos que actualmente se encuentran en los archivos de Colombia, Venezuela y el Perú, y el párrafo, cuyos primeras líneas hemos dado aquí, lo termina el Sr. de Madariaga afirmando esto. Habrá pues que recordar otra vez y no será la última, que a lo que iba Bolívar en el fondo era a la reconstrucción del Imperio español sin el rey de España.
En vista de esas premisas sentadas por el autor del libro que comento, puedo yo, con toda lógica, hacerme esta interrogación. Por la causa antes dicha, se derramó tan.
ta sangre en la liberación de las colonias españolas en nuestra América. Por eso mismo se destruyó tanta propiedad, confis.
cando la privada se distribuyó ésta entre Agencia del Repertorio Americano en Guatemala, LIBRERIA MINERVA 5a Avenida Sur NO 29 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica