REPERTORIO AMERICANO 327 DISCIPLINA BANCO ANGLO COSTARRICENSE AHORRAR do el ciudadano que sirviera sin taza a su pa el ilustre poeta de Arauco: Nos encontramos tria y el artista que abriera nuevos horizon ante una de las figuras máximas de nuestras tes a las letras de Chile, se despedía de vani letras que, desde hace muchos años, debió ha AHORRAR dades y oropeles, desnuda la frente en pure Ler ocupado el sillón académico que hoy viees condición sine qua non de una za cristiana para coronas que no se disciernen nie a honrar con sus merecimientos. 2)
vida disciplinada en el mundo bajo.
Cuando el de noviembre de 1942, falleEn el ocaso se parecía al señor de Wei ció la abnegada compañera de su vida, centro mar. Las grandes almas siempre se encuentran de un hogar en donde siempre se conservaron en el coloquio de la tarde, desprendidas del puras las grandes tradiciones de Chile, cayó sofardo de las galas antiguas.
bre todos amargo velo de dolor. Era la ho es la más firme base del buen éxito El Gobierno le otorgó sucesivamente el ta de tinieblas, el día de Pasión.
LA SECCION DE AHORROS grado de Coronel, en 1937, y el de General de Cada vez más recogido en sí y en los sula República en 1947, reconociendo los ilus yos, se dedicó a completar sus Memorias, obra del tres servicios prestados en el campo de bata acaso única en la literatura nacional por la lla.
asombrosa riqueza de color y la amplitud y La Academia Chilena de la lengua le eli franqueza con que fué trabajada. Había inigió miembro de número, entrando a reempla ciado su composición, años antes, en la Isla zar al eminente orador don Juan Agustín Ba Orrego, en Constitución, en donde la familia rriga.
solía pasar los veranos en casa de sus hermaLa Real Academia Española le designaba nas Mercedes y Clemencia. Frente al mar, poco más tarde miembro correspondiente. iban afluyendo los recuerdos en corriente que (el más antiguo del país)
En 1940 tuvo lugar en el salón de honor aceleraba la visión continua del Maule, el río está a la orden para que usted de la Universidad de Chile la velada solemne de su infancia. De regreso de las playas, desrealice este sano propósito en que lo recibiera la Academia, reunida bajo pués del paseo matinal a la Piedra de la Iglela presidencia de don Arturo Alessandri Pal sia, a Calabocillos o las Ventanas, bajo los ma. Ese día pronunció discurso elocuentísi árboles centenarios de la Isla, en la gloria de mo en que, después de hacer el elogio de su la fronda verde, cubierta con encajes sutiles antecesor y de recordar a Menéndez y Pelayo de hojas y sol, tejidos por la brisa, las carillas y a Valera, a quienes tratara en España, dis se cubrían con la huella del tiempo vívido.
currió gallardamente acerca del papel que pue Ahora, en el viejo patio de Villavicencio, ende caber a las academias americanas.
tre golpes de luz y voces infantiles de los nie del río; Carmen la Pescadora, romántica mu Ya no existen entre nosotros, dijo, cotos, volvía nuevas páginas. No alcanzó a com jer que llegó a centenaria; el Diputado, el Borrientes de política de esas que en otro tiem pletarlas, pero lo hecho abarca medio siglo.
ticario, y tantos otros personajes que dan, con po pudieron conmovernos. Hemos pasado ya Frecuentaba el Parque Forestal en horas su toque de realidad, extraordinario sabor a la todos nosotros, las horas alegres de la juven matinales o de tarde, ya que la enfermedad al fábula. En ella se tejen viejos dramas de sotud y de la vida, cumbres doradas por nobles corazón que le aquejaba le vedó la subida del ciedad con auténticas tragedias del mar, chisilusiones y altísimos ideales; nos encontramos Cerro Santa Lucía, su paseo favorito. solía mecillos envidias provincianas, lances trien el punto señalado por el poeta en que lleir a la tertulia del Salón Colorado y a los viales, tragicomedia conyugal.
ga el invierno con sus nieves cano. para su almuerzos periódicos donde se escuchaba con Orrego Luco crea un tipo de roto chileno.
mirnos en regiones de desencantos y melanco frecuencia su voz todavía firme. Contertulios de huanay auténtico Chuma observado lías. Los rumores del combate y de la plaza eran don Víctor Manuel Zañartu, don Santia de cerca en la niñez y resucitado con prodipública tocan apagados en nuestra región sego Vicuña Subercaseaux, hombres de vena y giosa nitidez en su última obra.
rena, sin contaminarnos de pasiones.
esprit, el Presidente de la Corte Suprema don Pero el principal tipo novelístico, verda Pero nos queda una vastísima esfera de Gregorio Schepeller, el Almirante García Hui dera y genial creación suya, que permanecerá dobro, don Luis Phillips, entre otros.
entre las mayores de la literatura continental, acción pública, de cultura superior y de eses el de doña Catita, mujer de extracción arisfuerzos por el progreso nacional dentro del estocrática en que se combinan rasgos de genetudio paciente y continuado del lenguaje. Así, XIX rosidad, con acento humano conmovedor, a todos nuestros esfuerzos tienden a robustecer riezquindades increíbles. Doña Catita reune los los lazos espirituales del idioma castellano, ve. PLAYA NEGRA cabos de vela y los residuos de azúcar en las hículo de superior cultura espiritual y moral, tazas de café, ahorra el modo de andar y un base no solamente de las bellas letras, sino En los años de 1942 a 44, interrumpien día ampara con ardor apostólico a una mujer también de nuestro comercio, nuestra ciencia do la redacción de sus Memorias, que ya no caída, cubre con su nombre el honor de una y de la nacionalidad misma.
terminaría, escribió Playa Negra, su postrera pobre criada y la dota con esplendidez. Ese ti Hay todavía más: el cultivo de nuestro novela.
po de doña Catita Balzac hubiera amado idioma tiene proyecciones internacionales, tienEse canto de cisne se revestía de todas las su historia retrospectiva con el Cónsul Britáde al acercamiento de las florecientes Repúbli seducciones de la labor primigenia y la rica nico Willson, su antiguo marido es único cas de nuestro continente; a estrechar sus lacxperiencia de los años vividos. Viaje al país en las letras chilenas y bastaría para consazos tanto sociales como políticos, a producir de la juventud, lo recorrió con paso ágil, fir grarlo como sumo maestro.
acaso con el tiempo, su enlace y unión futura, mnes los pies andariegos, saturada la pupila de Esta valoración quedará para jueces más con proyecciones económicas y de liberación de las lejanas visiones hermosas, con todo lo cual restricciones aduaneras, para consagración deimparciales y menos teñidos en prejuicios y finitiva del imperio americano soñado por Bocompuso una obra maestra, que puede ponerse rencores sociales que los de nuestro tiempo.
al nivel de Casa Grande y de Idilio Nuevo. La livar en el Congreso de Panamá. La hora se lámpara que ardió toda la vida daba al final (Concluye en la próxima entrega)
acerca, a medida que se borran odiosidades y rutilante llamarada.
recelos injustificados entre ellas, y florece más En Playa Negra se mantiene la solidez ary más en nuestros corazones el sentido de la quitectónica de sus grandes novelas, acentuánjusticia.
dose la riqueza episódica y el caudal de ob Concluiré dando gracias a los señores Aca servación. En el escenario maulino, el puerto démicos por haberme juzgado digno de con mayor de Constitución, con cierto ambiente currir a sus tareas, y también a cuantas per feudal, el relato discurre entre algunos gransonas hayan tenido la bondad de oírme. AI des señores, un ingeniero francés de rancia esABOGADO NOTARIO dárselas, quiero despedirme con la conocida tirpe y los habitantes de Bilbao la Nueva. Allí Oficina: 25 vaars al Oeste de la frase de Madame de Sevigné a su hija la Con sc codeaban el tesorero fiscal, el gobernador, Tesorería de la Junta de Protección desa de Grignan: Perdóname lo largo de la los politiqueros de oficio y beneficio, el afinaSocial epístola, pues no he tenido tiempo de escribir dor de pianos (delicioso tipo el de Schürla más corta.
mann. las señoritas de la sociedad local con TELEFONO 4184 En su discurso de recepción, don Samuel su Sociedad Beneficencia de Damas, los trabaAPARTADO 338 Lillo hizo el elogio de Orrego Luco. Dijo jadores, los rudos y fuertes huanalles, señores Octavio Jiménez Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica