326 REPERTORIO AMERICANO SELECTA La Cerveza del Hogar ELECT EXQUISITA SUPERIOR Primaveral sigue el ritmo de amor de las otras composiciones. Es como nota saudosa en el mismo tempo musical.
Cuando abre sus flores la Victoria Regia.
un retrato de la escuela quiteña de don Juan Francisco León de la Barra, capitán general del virreynato del Perú, su ilustre tatarabuelo; más allá una tela auténtica de Zurbarán, acá un cofre precioso que tuvo el honor de encerrar la bandera del Huascar regalada a Grau por las damas limeñas; y en el comedor, unos macizos y elegantes aparadores tallados que pertenecieron al general San Martín, platos de Sajonia con monogramas de casas reales, un gran escaparate cuyos tallados constituyen una filigrana de incomparable hermosura. Sería posible hacer una enumeración completa. La charla prosigue en diálogo y monólogo, porque era tal vez el más ameno conversador de su tiempo. don Luis Orrego Luco, apunta el autor de La Hechizada, es difícil interrogar sobre un tema determinado. No escucha, a inque parezca poner una atención y un interés muy grandes. Su vista pasa por encima del interlocutor para fijarse en un fantasma lejano que sólo él puede ver. Fuma; se agita.
Su rostro se congestiona. Los temas de actualidad política e social lo apasionan con una intensidad que muchas veces se nos hace difícil explicar, acostumbrados como estamos a los caracteres tibios, a los espíritus indiferentes o apáticos.
Santiván coge en el aire escenas familiares y las apunta en notas que merecen seguir viviendo. Las evocaciones emotivas suelen tener el privilegio de eternizar lo fugitivo, y es que a las veces suele lo fugitivo tener más consistcncia que lo imaginado por nosotros como perdurable. Sigue la charla y don Luis deja escapar una bocanada de humo azul que sube en espirales en el claro ambiente de la sala de trabajo bañada de sol. Víctor Hugo sonríe desde la altura de su pedestal de semi dios y don Rafael Altamira espacia su mirada serena por la pieza poblada de armoniosas formas de arte y confort. La vida es bella a nuestro alrededor, invita a vivirla. Del interior de la casa llegan risas de niños, sofocadas por las paredes. Dos Luis Orrego Luco, expresa Santiván, es en la actualidad nuestro primer noveLista. Su estilo, cálido y vibrante, se presta para expresar la pasión en todos sus matices, en sus rugidos de fiera en celo y en sus tiernos arı ullos balbucientes. Observador y psicólogo, sabe dar a sus novelas un interés que no decae un instante, guiando la acción con una maestría admirable. Es novelista de raza: poEl texto castellano de la Ofrenda espiritual conserva la emoción de Verlaine.
see la visión de la novela como un hombre de negocios pudiera tener el golpe de vista comercial, ese que pocas veces engaña y conduce las especulaciones a un término previsto con seguridad matemática. Casa Grande sigue siendo la primera novela chilena que se ha escrito en los últimos tiempos, e Idilio Nuevo, libro acabadísimo, lleno de fuego, de sentimiento y ce observación, hace digno pendant con la primera. Al abandonar la casa del autor de Casa Grande, llevaba en el espíritu la agradable sensación de haber vivido una hora de simpática vibración espiritual; el recuerdo de una hospitalidad franca y cariñosa en un ambiente en que florecen la generosidad, el santo amor a la familia, el culto por el pasado austero y roble, y la admiración por todas las inquietudes de los modernos progresos. El maestro me despidió tal como me había recibido: con su amable cortesía de gran señor, con su eterra sonrisa de hombre bondadoso que conoce de las amarguras y traiciones de esta vida y de las fragilidades humanas.
Dios mío, me has herido con tu amor y la herida vibra aún en mis entrañas.
Dios mío, me has herido con tu amor, XVIII AÑOS DE RETIRO. GENERAL DE LA LA REPUBLICA EN LA ACADEMIA CHILENA XVII TRES POEMAS.
El novelista tenía alma de poeta. En todo artista hay un poeta. El alma en poesía se expresa, mas como encerrar esa expresión en moldes exiguos? Alguna vez escribió versos.
Alguna vez fueron dichos en voz baja y grave, llena y dulce, en esa intimidad que Santiván captara delicadamente.
Tres poemas suyos, escritos para la intimidad y en ella guardados, están sobre mi mesa de trabajo. Tres poemas y una admirable versión de la Ofrenda espiritual de Verlaine.
Leo en Ave Maria, acaso el más delicado: Si le interesa el Repertorio Americano pídale la suscrición a The American News Company, Inc.
131 Varick Street New York 13, En mayo de 1931, de regreso a Santiago después de su misión en Uruguay, se consagró a trabajos literarios en la paz del hogar.
Había ingresado definitivamente a la vida privada.
Corrieron los últimos años en la plenitud de su inteligencia y sin perder casi nada de su prestancia física. El mozo de facciones delicadas y viriles de los días jóvenes, con ojos penetrantes y mirada que sabía adquirir tonos suaves y bondadosos, después de atravesar por las etapas de la madurez, espléndidas, llegaba al tiempo viejo con cabal dominio de sus características. Era gran señor, era elegante, sobrio, discreto. Dominaba en los salones con el arte insuperable de su charla. Estaba de vuelta de la vida, sin que el conocimiento de los hombres y sus miserias, de las bastardías del natural humano que parecen acentuarse en las épocas de transición, pusieran asomo de acritud en la sonrisa comprensiva e irónica. Como Goethe, viejo, sabía que comprenderlo todo es perdonarlo todo. Los grandes escritores le visitaban con frecuencia. Joaquín Edwards Lello le decía, en carta de enero de 1933: Hatía leído novelas y libros suyos con la emoción y el entusiasmo que usted ha de comprender. Desde esa fecha, aunque no le vea muy seguido, le sigo espiritualmente sin perderle paso. Cuando logro hablar con usted de paso en las calles quedo nutrido y saturado, porque además de primer novelista es usted un gran caballero y me parece que en cualquiera otra tierra que no esta, perdida en cursilería y naiveté, buscarían su charla igual que el explorador de los desiertos busca el oasis.
Los honores, que suelen llegar tarde en las vidas ilustres, venían a su encuentro cuan¡Dios te salve, María. la de gracia plena.
En tu alma de lirio, estremecida, brota una esencia dulce de azucena, como queriendo perfumar la vida, de amargos dias y dolores llena, con transparencias y candores, con esencia del alma de las flores. Dios te salve, Marial. la de gracia plena.
Dice en Ronda de amor: Con esta acreditada Agencia obtiene Ud, la suscrición al Repertorio Americano: The Moore Cottrell Susbcription Agencies Incorporated North Cohocton, New York Más de un día he pensado, al contemplar, en lo alto, las estrellas dolorosamente bellas, que eran sueños de almas que han amado. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica