Joaquín García Monge

44 REPERTORIO AMERICANO La Habana, 19 de enero de 1948.
Señor don Joaquín García Monge, Director de Repertorio Americano.
San José de Costa Rica.
tades y hasta del derecho de vivir en su país a eminentes historiadores, literatos, artistas, científicos, estadistas y reformadores sociales de Argentina, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana rehusa hacerse representar en el Primer Congreso Argentino de Filosofía, que se ha de efectuar en la ciudad de Mendoza, y rinde tributo de admiración y de simpatía a los universitarios argentinos que no han renegado de su gloriosa tradición liberal y que dignamente la han defendido y defenderán hasta verla de nuevo triunfante, como corresponde a la civilización argentina y como anhelan los universitarios cubanos. Recomendamos por lo tanto al señor Rector se comunique este acuerdo al Ministerio de Estado de la República, en contestación a la comunicación que del mismo recibió con fecha 17 de abril del presente año y en la cual se le trasladaba escrito de la Embajada de Cuba en Buenos Aires indicando que la Universidad Nacional de Cuba solicitaba una participación de Cuba en el mencionado Congreso, sin que esta Facultad actuase antes sobre el particular en espera de que las circunstancias de que tenía noticias respecto a la vida intelectual en la Argentina se modificasen en sentido favorable, lo cual desgraciadamente no ha sucedido.
De usted atentamente, Mi tan admirado don Joaquin: Al abrir hoy el último número del Repertorio que ha llegado a mis manos gracias a su constante generosidad, lo primero que veo es la noticia de la muerte de Mario Sancho. Me llena de consternacion. Le conocí hace veintitantos años, cuando él era cónsul de Costa Rica en Boston y yo estudiante. Le tomé hondo afecto por todas esas diversas calidades finas de espíritu que ustedes, por tanto más tiempo que yo, pudieron disfrutarle. En nuestra amistad se abrieron después largos racios de comunicación, pero no de recuerdo devoto. Costa Rica ha de estar de duelo: además de un hombre bueno, se le va un buen escritor, un buen americano.
Por no saber la dirección de su viuda, doña María Larramendi, me valgo de usted para hacerle llegar la expresión de estos dolidos sentimientos. usted, que seguramente los comparte, le estrecha la mano generosa e incansable su buen amigo, Jorge MANACH.
Quinta Avenida, 128. Reparto Miramar. Marianao.
mocracia, para gozar con amplitud y tranquilidad sus libertades públicas y los derechos del hombre y del ciudadano que la definen.
El Círculo de la Prensa exhorta a todos los periodistas libres del Continente americano a prestar atención a esta palabra que alza con el más vivo sentimiento de su espíritu civico responsable y les pide lo secunden, con su influencia sobre el alma de sus pueblos respectivos y la posición de sus gobiernos en las organizaciones internacionales donde se ventilen los derechos del pueblo como únicas bases seguras de la paz universal, en la acción legítima que respondiendo a un deber de solidaridad con la prensa hermana se propone propiciar para reconfortar en el corazón del pueblo argentino la tendencia a recuperar las libertades periodísticas abolidas o cercenadas.
Dr. Gustavo du Bouchet Secretario. FRENTE AL CUADRO SOMBRIO DESOLADOR DE NUESTRA PRENSA AMORDAZADA Emilio Frugoni, Presidente del Círculo de la Prensa del Uruguay.
Juan Pedemonte, Secretario.
ECUADOR COSTA RICA Excmo. señor Jorge Concha Enríquez, Ministro de la República del Ecuador.
Ciudad. En Argentina Libre, Bs. Aires, octubre de 1948. La nota con que se ha dirigido al Círculo de la Prensa el señor Luis Koifmann, periodista hoy residente entre nosotros y director de Argentina Libre y Etica, dos periódicos cuya aparición fué prohibida inapelablemente en la república hermana, coloca a todo el periodismo democrático de nuestro país ante la responsabilidad moral de asumir una franca actitud en defensa de los derechos y libertad que se vulneran y avasallan en los hechos denunciados.
Son conocidos, aunque tal vez no suficientemente, de la opinión pública continental los desmanes y arbitrariedades con que se atenta en la República Argentina a la libertad de imprenta y de difusión y radiofónica, que son allí objeto de medidas de intervención y de absorción que van desde la clausura de talleres por pretextos de orden municipal hasta la adquisición forzada de estaciones radiales.
Todo ello nos presenta en el área de la libertad de imprenta y de los derechos personales del escritor, que son fundamentales para la moral y la independencia espiritual del periodista, un cuadro sombrío y desolador que debe movernos a todos los hombres de Prensa en América y en el mundo a erguirnos con ademán de reprobación y de repudio frente a prácticas que no sólo afectan al país que lo padece, sino asimismo a todos los países celosos de sus libertades.
Al periodismo del Uruguay ese hecho repudiable le toca más de cerca cuanto que no sólo la vecindad nos aproxima físicamente al pueblo argentino, sino que, sobre todo, nos asocia moralmente dentro de la común aspiración de vivir en la atmósfera civil de la deDistinguido señor: La generosidad de contenida en la amable tarjeta recibida en día de la corriente semana, en la cual me dispensa el honor de pedir mi Curriculum Vitae, para darlo a conocer oficialmente, junto con el de señaladas personalidades de Costa Rica, en el país cuya Representación prestigia entre nosotros, da motivo a esta carta, para expresarle, junto con mi simpatía y alta estima, el sincero reconocimiento por atención tan señalada.
Quizá la benevolencia de impresiones momentáneas, o referencias del contacto amistoso, me han incluido en una lista brillante que está destinada a nombres de reconocido mérito, y que, por consiguiente, no es para mí.
La modestia de mis actividades intelectuales y de esfuerzo a favor de la colectividad; los cargcs que he desempeñado, de órdenes técnico o administrativo, en su mayor parte; mi voluntario alejamiento de la política, que a menudo lleva a altas posiciones con justo reconocimiento; mi consagración a tareas de estudio particular, que me separan de títulos y de asociaciones; y mi natural sentir que con franqueza expongo, me hacen declinar la deferente solicitud de con verdadera pena, pero consciente de que a ello me obligan las citadas consideraciones.
Grata es esta oportunidad para reconocer el estímulo progresista y cultural que la noble tierra ecuatoriana viene dispensándonos desde hace un largo siglo, aunque en períodos desgraciadamente limitados. Libros de sus escritores y estadistas, son debidamente apreciados en el ambiente selecto de mi patria; las páginas de Montalvo se leen a menudo en los Colegios; algo de intercambio comercial se marca de tanto en tanto; y con frecuencia se nos sirven muy buen arroz y aun cacao de calidad privilegiada, que salen por Guayaquil, así como finos sombreros de pita que aquí se llevan con explicable vanidad. La Conferencia Económica de Quito, recientemente celebrada, abrirá nuevas vías a las relaciones continentales, favoreciéndose reciprocamente el Ecuador y Costa Rica. qué decir de los proceres, hombres de sano intelecto, expertos trabajadores, leales militares y periodistas del Ecuador, que se han adueñado del corazón costarricense, desde que hay noticia en la vida republicana?
El Mariscal José de La Mar y Cortázar, de vida política peruana, pero nacido en la ciudad ecuatoriana de Cuenca el 12 de mayo de 1772, amigo de Bolívar y de San Martín, Jefe de Estado y gran patriota, encontró brazos fraternales al llegar a playa costarricense el 23 de junio de 1829, en la goleta Mercedes. vivió en Cartago, junto con el Coronel Pedro Bermúdez y otros compatriotas; y murió el 12 de octubre de 1830 en la citada ciudad, rodeado de amplias consideraciones. Sus restos fueron enviados al Perú en 1844, gracias a la intervención de doña Francisca Otoya de Steiples. No debe olvidarse al Sargento Velarde, subalterno de La Mar, quien enseñó aquí el arte tipográfico a los empleados de don Miguel Carranza, propietario de la primera imprenta traída al país. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica