Joaquín García Monge

REPERTORIO AMERICANO 107 Maternidad y creación artística LUMU!
Armando Romero Romero we (En el Rep. Amer.
Atención del autor, en Valencia, España. Qué falta está haciendo una buena inter tista aparece como fracasado en su vida (Danpretación psicológica del artista! Una interpre te, Cervantes, Beethoven, etc. no será portación que nos radiografie en vivo al creador que su existencia superior tenía que fracasar en de arte y nos permita adivinar al finísimo ar lo cotidiano, dada la altura a que respira. No borismo de su esqueleto. Si toda auténtica obra fracasó más bien el mundo que no supo serde arte es expresión del incendio de una vida, virles? Ni Shakespeare podía ser un buen achay también muchas vidas que son auténticastor, ni Goethe un buen cortesano, ni Cervanobras de arte. Esta brota del impulso poético tes buen alcabalero, ni Dante un ciudadano del hombre y del afán, en éste, de verse re pacífico. Tenían que fracasar por ser precisaflejado en ella como creador. Hay una forma mente quienes eran. Pero no necesitaban del de vida, unos momentos de ella, en que una fracaso para hilar sus obras. Hay arte porque luminosa polvareda interior se levanta de lo hay artistas, almas maternales, ganadas del imhondo del hombre y éste se siente inquieto, pulso poético del hombre a máxima tensión y entusicsmado (o poseído de Dios) con el fu tienen necesidad profunda de crear, como émuror divino que ya señaló Platón.
los o coadjutores de Dios. De ahí la tendencia Entonces hay una fluidez tal, que los con que tenemos todos a calificar a los grandes arceptos se reblandecen, curvan e irisan, y el es tistas de divinos. por eso se ha hablado píritu se siente como preñado de no se sabe tantas veces de lo que el artista tiene de materqué. Ese estado es creador y como materno. no. Es cierto que los artistas conciben. alumLa vida toda se siente, entonces, como obras bran o dan a luz. que sus obras son criade arte, y la obra de arte, como el acto supre turas, hijos del autor. y que éste las ama como del vivir. Toda adolescencia de alguna ri mo tales hijos. El artista, como las madres queza, y toda vida de hombre que quedó en cuando ha concebido, cuando está inspirado, senada, engolfada en adolescencia permanente, se siente crecido, exuberante y anda inquieto, es vida bella y artística, vida instituida en celoso de su obra y de su parto, interiormenobra de arte. Todo en ese adolescente es ins te glorificado, en busca de un rincón para pirado; su existir heroico, generoso, idealizan alumbrar pudorosamente y con alto gozo de te, tanto de la guerra como de la madre, así sus dolores.
de la caza como de la política. Incierto de des Pero aún es más cierto y decisivo lo que tinos y rico de proyectos el existir del adoles toda maternidad tiene de creación artística. En cente con riquezas es obra de arte. Se ha dicho ur bellísimo poema de Tagore, un hijo preque el arte es compensación ideal de lo que gunta a su madre aproximadamente (cito de el artista no pudo lograr en la realidad. Pero memoria. Dónde estaba yo antes de nala obra de arte que es todo existir auténtico, cer? la madre responde: Estabas dormi¿a qué compensación responde? Si el gran ar do en mi corazón, esperando a que yo te desEs esta la columna miliaria del Repertorio Americano. En ella inscribimos los nombres de suscritores y amigos que por años, hasta el final de sus días, lo recibieron y lo estimaron. Mantenedores de cultura fueron!
Ateneo Español de México Morelos 219 México, BIBLIOTECA Señor Joaquín García Monge, Repertorio Americano.
Apartado San José, Costa Rica.
Acaba de fundarse en México una sociedad de carácter cultural denominada Ateneo Español de México, que, al margen por completo de toda política partidista, y con el fin exclusivo de defender y mantener la gloriosa tradición de la cultura española, fomentando y estimulando su continuación y desarrollo desde el destierro, comienza a desarrollar con gran entusiasmo sus labores.
El Ateneo Español de México considera fundamental, para el mejor resultado de éstas, poder contar con una Biblioteca al servicio de sus socios y del público en general, Biblioteca que pueda muy pronto representar en la vida de la nueva sociedad un papel semejante al que representaba en la vida del Ateneo de Madrid la suya.
Como de momento carece de otros medios económicos que los muy modestos que le permiten iniciar su existencia, el Ateneo tiene que acudir a la buena voluntad de sus socios, de sus amigos hispanoamericanos y de las editoriales e instituciones de cultura amigas.
Como Bibliotecario de la nueva Institución, y en su nombre, ruego muy atentamente a usted nos favorezca con un envío de las publicaciones de que disponga para estos fines a la dirección arriba expresada. agradeciendo de antemano la atención que preste a este ruego, lo mismo en nombre del Ateneo Español de México que en el mio propio, aprovecho esta oportunidad para ofrecerle cordialmente la hospitalidad española de nuestra casa y suscribirme suyo atento amigo y Francisco GINER de los RIOS Bibliotecario. El Repertorio Americano no puede faltarnos. Todos le agradereremos lo que pueda hacer en nuestro favor. yo, en nombre de todos, le envío un cordial y respetuoso saludo.
pertara para vivir, hijo mío; flotabas como una luz de mis sueños, entrabas en mis muñecas, eras un aroma de mis juegos, una voz secreta en mis silencios. Sí; la maternidad es antes que el hijo, es el gran presentimiento de la mujer. Concibe al hijo antes de nacer, y lo crea artísticamente como una obra; lo ve en sus sueños de doncella y oye ya sus llantos, sus risas y sus balbuceos, que identifica en todos los niños que conoce. Lo ha soñado tanto, que lo ve querubín, ángel mofletudo, de pelo ensortijado y risa rubia y tierna, de ovejuela. cuando llega el hijo real, mínimo borujín de carne de rosa palpitante, la madre proyecta en él toda la carga de sus sueños almacenada como un explosivo, y aunque el hijo de la realidad no coincida objetivamente con los atributos de oro de su creación poética, genialmente adoptará la realidad al formato de sus sueños, a la vez que readaptará el mundo de sus sueños a la realidad del hijo, en una artística adecuación, en una síntesis armoniosa de clara obra de arte. Si para esa maternidad no hay otras obras, otros hijos, toda la vida de la madre será dedicada al retoque de la maravilla del hijo a golpes y pinceladas de poesía humanísima formando su escultura física y moral. la madre, la artista, vivirá sonámbula absorta en la contemplación y perfección de su obra única. si el hijo único no le da la plenitud de su hambre materna y creadora, cuando el hijo único ya es adulto, la veréis aplicar a los niños ajenos un fondo ri.
co de ternura sobrante. Pero si alcanza más hijos, como todo gran artista, sentirá su fecundidad como su gloria, y siempre la última obra, el hijo último, será el preferido; y el que resulte más desgraciado en su constitución, más rico de infortunios será también el más amado por ella, secretamente con los mejores posos de ternura. Precisamente en los vinos generosos. a esos posos se les llama madres.
Por lo demás, sobra decir que no todos los artistas son maternales en el mismo grado, siquiera porque no son en el mismo grado artistas, ni todas las madres son igualmente geniales para labrar y realizar con el mismo fervor y la misma inspiración, la obra artísitca del hijo.
Pedro CABA.
1949. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica