Democracy

REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLV San José, Costa Rica 1949 Miércoles 20 de Abril Año XXIX No. 1080 Salvar a España es salvar a América Es un discurso de Alvaro de ALBORNOZ en la Cámara de Venezuela (En España Republicana.
Buenos Aires, 13 de marzo 1948. Señor Presidente y señores Senadores y Diputados: Voy a hablaros con toda calma y serenidad, por no decir frialdad, porque ya a mis años la palabra política no es para mi, no puede ser para mí, sino una eficaz acción, un instrumento de trabajo, y quiero fijar vuestro pensamiento y polarizar vuestra sensibilidad en torno de los puntos sensibles más delicados del mundo actual, al que en vano se pretende ocultar, se pretende disfrazar bajo el manto de una repugnante hipocresía internacional. Aplausos. Es, señores Senadores y Diputados, la segunda vez que tengo el honor de hablar en este recinto y ésta lo hago para saludar a la grande Venezuela actual, la Venezuela de ese maravilloso hombre de acción que es Rómulo Betancourt y de esos espíritus luminosos y líricos que son Andrés Eloy Blanco y el insigne Presidente Rómulo Gallegos. los aplausos impiden tomar algunas palabras) en nombre del Parlamento español, del auténtico Parlamento republicano (aplausos. del elegido en 1931 y ratificado en 1936, y no de esas Cortes contrahechas y jorobadas sobre las cuales caREPUBLICA ESPAÑOLA balga incómodamente el dictador haciendo carantoñas a las democracias. Grandes aplausos. Saludo a la joven tribuna de América en nombre de la vieja y gloriosa tribuna española, la tribuna de las Cortes de Castilla, de Aragón, de Valencia, de Cataluña y de Navarra; saludo a la joven tribuna de América en nombre de la gloriosa tribuna de Cádiz, en la que por vez primera resonó la voz de vuestros hombres libres de este Continente; de la tribuna de la Gloriosa Revolución de Septiembre, lla contra la cual se alzaron Bolívar y Sucre, de la tribuna desde la cual tardiamente fué y Morelos e Hidalgo. Grandes aplausos improclamada la autonomía de Cuba y Puerto piden oír el final. La España de Franco es Rico, que otorgada a tiempo hubiera quizás aquella contra la cual se levantó justamente podido cambiar los destinos de este gran ConAmérica, y la España que representamos es la tirente americano. Aplausos. de la tribuna que os acabo de recordar. Esa España es la del conde de Aranda, que hace Represento aquí, con mis compañeros más de siglo y medio tuvo una intuición genial ilustres el doctor Nicolau Olwer, embajador del porvenir de América; es la España de Ride España en Méjico, y el insigne hombre de vero, la España de Prim, la España de Pi y ciencia don Mariano Ruiz Funes, además de Margall; la España que vosotros reverenciais otros parlamentarios que andan dispersos por y que lleváis en el corazón, silenciosamente América, represento aquí a la España repucuando menos. Aplausos. blicana. La España de Franco no necesito deciros lo que es. La España de Franco es aqueEsta España es la España que nosotros queremos salvar y la España que vosotros tenéis que ayudarnos a salvar.
Os quiero citar unas palabras pronunciadas no hace muchas semanas por un americano ilustre, el presidente de Guatemala, doctor Arévalo (aplausos) en el acto en que un distinguido representante de otro país de América, el ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, doctor Parra Velasco, le impuso la Orden del Mérito de aquel país. En ese acto dijo unas palabras ofreciendo el homenaje el doctor Parra Velasco; le puso término con otras muy elocuentes mi querido amigo Muñoz Meany, ilustre ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, y el presidente Arévalo pronunció unas que quiero recordar porque es menester que circulen y den la vuelta por todo el continente americano: Es preciso resucitar la democracia española, la única democracia compatible con nuestra manera española de pensar y de existir. La democracia española no fué nunca aristocrática y esclavista como en Grecia, ni fué nunca una convivencia de comerciantes como en el Hamburgo de la Edad Media, ni fué nunca una pelea de ideas religiosas como en Francia, ni fué nunca una disputa de fuerzas industriales como en los Estados Unidos. La democracia española es la democracia funcional, es la democracia municipal, es la democracia institucional, es la persona humana plena en su unidad moral y engarzada dignamente con el ámbito social al que se sirve por mandato interior; aquella democracia que nos trajeron los soldados de Hernán Cortés, que según los enemigos de España MADRID G PAROASÁHO Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica