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REPERTORIO AMERICANO 237 Los problemas raciales. Viene de la pág. 232. SELECTA La Cerveza WA ELECT del Hogar EXQUISITA SUPERIOR tural, puede escribirse al dorso de un sello de correos.
Las diferencias mentales entre los grupos humanos no son cuestión de raza sino de cultura. No nacen por natura sino por hechura.
En las razas no hay jerarquías innatas de inteligencia, de sentimientos, ni de ética. Carece de toda base científica cualquier gradación de las razas en inferiores y superiores o en dominantes y subordinadas. Malinowski. Uno se siente casi tentado a creer que existe sólo una categoría de personas inferiores, y que son precisamente las que creen en la inferioridad de las demás. Hertz. Por otra parte El Homo Sapiens es la más mestiza de todas las criaturas. Schwesinger. No ha habido una raza pura en nuestra especie al menos en diez mil años (Do mí que no me vengan con que el mundo ver. es redondo; yo le he dado la vuelta por mar Ya en 1784 von Herder protesto varias veces y siempre lo he visto plano. La de que el vocablo raza se aplicara a las varie positiva y peor demagogia está en engañar a dades de la especie humana. También el su los pueblos haciéndoles creer que los dioses til filósofo Kant se preguntaba como definir y los patriarcas los han maldecido o que los una raza. Tal como se lo siguen preguntando filósofos y los científicos pueden probar que los antropólogos y biólogos de hoy día. La están condenados, por supuestas deficiencias Naturaleza no hace razas sino individuos hu congénitas de raza, a una inferioridad total e manos; son éstos los que se unen o se sepa irremediable y que deben resignarse a ella, reran y se clasifican y reclasifican, según sus nunciando a su progreso por la acción de su intereses, ideas y caprichos. La raza es una esfuerzo propio y del colectivo.
invención humana (Redfield. Según Faris: No faltan quienes, aun aceptando que la La raza no es un hecho. La raza es una raza es un mito, pretextan el uso de ese vocaentidad metafísica. según Seligman. La fa blo como una idea política o sea un lengualacia de la raza es el más dañoso mito del je simbólico destinado a funcionar como un hombre. La raza es una tortilla que no instrumento unificador de la vida del grupo existe fuera de la sartén estadística donde ha social. Así pensaba Benito Mussolini cuansido cocinada por el ardor de la imaginación do dijo con razón: La raza es un sentimienantropológica (Ashley Montagu. El socio to, no una realidad. Lo cual no impidió que logo Ross piensa que la raza es la explica el fascismo empleara esa fuerza emocional de ción barata que ofrecen los novatos para cualla mentira racista, como lo hicieron los nazis.
quier trazo colectivo del cual ellos no pueUn diplomático de Hitler en La Habana nos den, por exceso de estupidez o de pereza, in decía poco antes de la gran guerra: Sabemos dicar su origen en el ambiente físico o so que la raza no es una realidad, pero el raciscial y en las condiciones históricas. Para mo es una fuerza emotiva real y capaz de Fleure y muchos otros antropólogos la voz intensidades pasionales; por eso precisamente raza ha dejado de tener significado antropoló lo empleamos nosotros en nuestra política togico alguno; más que un vocablo útil para talitaria. En este sentido, añadía, nuestro arialas clasificaciones, es ya de uso peligroso y, nismo y nuestro antijudaísmo son verdaderos.
por lo tanto, debe ser expurgado del vocabu Según ha dicho Hooton, el sabio catedrálario. La raza es una de tantas mentiras con tico de antropología física en la Universidad vencionales de nuestra civilización, dicho sea de Harvard, Desde tiempo inmemorial, ha con términos de Max Nordau. Un pensador habido quienes toman las variaciones herediy estadista cubano, José Martí, dijo con ratarias de la forma del cuerpo humano como zón, por el año 1890, que las razas eran in base para aseverar que existe la inferioridad raventadas por la especulación de los antropó cial en cuanto concierne a la mentalidad y a logos, no eran sino razas de libreria. pues no la capacidad de civilizarse. Mediante este suberan tales en la realidad. dijo algo más, terfugio vil, nuestros abuelos europeos justimuy expresivo que en Cuba no debiéramos ficaron su iniquidad de reducir al negro a la olvidar: No hay odios de razas porque no esclavitud, del mismo modo que el extermihay razas.
nic virtual del indio y. de otros pueblos priContra estas doctrinas algunos combaten mitivos. El blanco ahora endereza el mismo calificándolas de falsedades y demagogia. Ya ilegítimo argumento contra miembros de su lo dijo el nazoide Boettiger: Algunos sostie propia estirpe, cometiendo en nombre de la nen que no existe eso que se dice raza. Lo cual, raza más crímenes que los que se han perpedice aquél, muestra cómo los procesos de la trado en nombre de la Libertad.
investigación científica pueden conducir paso Aun cuando en grado menos agresivo que a paso a una posición equivalente a negar los en otros países, en Cuba aún siguen los antivalores de la vida. Pero esa opinión de Boet democráticos racismos, varios, unos contra tiger no es otra cosa que la preferencia que otros. Contra los negros, contra los judíos, suelen dar las mentes vulgares a sus aprecia contra los españoles, contra los norteamericaciones subjetivas sobre las conclusiones experi nos o nórdicos y hasta contra todos los cumentales de los científicos. Nos recuerda la banos conjuntamente, por quienes, en su peanécdota citada por Melchior Gioja y atribuí tulancia, alegan un destino manifiesto. En da nada menos que a un almirante inglés, el Cuba el racismo más grave es contra el necual se jactaba de su saber geográfico diciendo: gro. Lo más negro del negro no está en la negrura de su piel sino en la de su condición sccial. La definición del negro como tipo humano, tal como generalmente se le conoce y considera por el blanco con prejuicios, se sale de la antropologia para entrar en la política. El negro debe menos negrura a sus morenos antepasados que a sus blancos convivientes. El negro lo es no tanto por nacer negro como por ser socialmente privado de luces. Ser negro no es sólo ser negro, sino denegrido y denigrado.
Pero en Cuba hay otros racismos. Aquí no tenemos oficialmente un Día de la Raza. La ley de de octubre de 1922 dice textualmente: Se declara día de fiesta nacional el doce de octubre de cada año, en conmemoración del Descubrimiento de América. El texto inequívoco de dicha ley es precisamente una negativa de Cuba a caer en esa propaganda reaccionaria de una supuesta comunidad de raza. no por enemiga contra el pueblo español sino por lo que aquella campaña tiene de falsa, regresiva, colonialista y antiamericana. Como dijo el maestro Miguel de Unamuno: Esta hoy ya fatídica palabra de caza es de origen español y sigue teniendo un sabor de animalidad. Los racistas, quieran o no, a sabiendas o sin saberlo, consideran a los pueblos como manadas de ovejas, a las que hay que esquilar. Por eso Unamuno (iél, tan noblemente español. fué siempre enemigo de que se celebrara la fiesta de la raza. la cual, según el mismo decía, fué raza que nació el mismo día que su fiesta.
Por fortuna en Cuba crece la cultura antiracista en todos sentidos y en la Constitución vigente ya hay un precepto que castiga el delito de discriminación por motivo de sexo, raza, color, o clase y cualquier otra lesiva a la dignidad humana. Este precepto constitucional debe cumplirse! Pero hay que hacer mucho más.
He terminado.
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