CommunismJoaquín García MongeSocialism

REPERTORIO AMERICANO 247 SELECTA La Cerveza SELECT del Hogar EXQUISITA SUPERIOR también recibieron el mandato solemne Masaryk, Benes y Gottwald. Los frívolos o malvados que proclaman el desamor del socialismo por la profunda expresión nacional, debían entrar algún día en esta sala augusta.
La catedral de San Vito es una de las más perfectas de Europa y quizá la de proporciones más armoniosas y sobrias. Como rectificando violentamente la elocuencia retorcida de la piedra civil, las naves de San Vito son de una sencillez asombradora que la magnitud inesperada aumenta y afila. El tesoro de pintura y escultura es considerable, aunque mucho de lo bueno ha pasado al Museo Nacional. Desde el fondo de la gigantesca nave central obseivamos la gente que entra y sale. Abundan las mujeres de mucha edad los colegiales, guiados por maestros y maestras. Un sacerdote dice la misa, que no más de cuarenta beatas oyen en silencio. También aquí debieran venir los maliciosos y reaccionarios que gritan la persecución socialista por la religión. nadie se le fuerza ni se le estorba en Praga la profesión y la práctica religiosa. Un sacerdote católico es, a satisfacción de todos, nada menos que el Ministro de Salubridad. Nadie podría, honradamente, calificar de intolerante al gobierno actual de Checoeslovaquia. Bien sabidas son las diferencias fundamentales entre Praga y Belgrado. Pues bien, en lo más céntrico de la capital tiene abierta Tito una gran oficina de propaganda. Sorprende el aparato espectacular con que retratos y letreros avanzan sobre el transeunte. nadie preocupa el asunto: todo el pueblo mira la exhibición con suave ironía: la verdad socialista es demasiado fuerte para que la efecte una traición.
De la catedral pasamos al Palacio Real sólo para gozar la tranquila magnificencia, la grandiosa majestad de la Sala Española. De allí a la Galería Nacional, modelo de organización y ordenamiento. No todos los tesoros plásticos de Praga están en la Galería: todavía mucho de lo que robaron los alemanes cuando la ocupación, no ha vuelto a sus salas; pero cada día se recupera un cuadro famoso o una escultura querida. Lo que está colocado y clasificado es de gran valía. La Narodni Galerie ofrece una cuantiosa muestra de pintura europea. Posee un Greco del mejor ambiente, un Goya de gran precio, dos Riberas primordiales, algunos Rubens de real importancia y una gallarda representación de pintura holandesa.
Pero sobre las obras de los grandes maestros checos, de los Skretas. y Brauns, de los Brandi y lo Reiner, de los Tradliks y los Manes, reina y gobierna en el museo prodigiosa colección de pintura religiosa primitiva, única en Europa, que merece varios días de contemplación y ahondamiento. También aquí hubiéramos querido ver a ciertos ligeros e ignorantes críticos del socialismo. Qué hubieran dicha ante esta solicitud amorosa del gobierno de Gottwald y Zapotoski por una pintura que recoge un momento singular, pero superado y vencido. Qué hubieran comentado ante esta multitud de muchachos y muchachas, militantes comunistas y patriotas probados, dados al conocimiento y a la interpretación de la vieja pintura religiosa de su tierra?
Cuando abandonamos la Galería Nacional, ya en la plaza que bordea el castillo, miramos hacia la ciudad que palpita en el valle.
Los monumentos y las cúpulas, las viejas construcciones y los barrios relucientes, las montañas cercanas coronadas de bosques y castillos, el caudaloso Moldavia activo y transparente como su pueblo todo aparece ya amenazado por las sombras. Nos distrae de la contemplación un grupo estudiantil que acaba de salir del castillo. Parlotean en esa lengua erizada de consonantes encontradas que no entenderemos nunca. Me fijo en que señalan con gesto sonriente y dulce hacia un balcon cercano. Consulto a mi acompañante. Me explica: los muchachos han visto la bandera presidencial flotando sobre uno de los balcones del castillo. Es la señal de que Clemente Gottwald está allí. en el gesto de los jóvenes hay una inocultable devoción, un amoroso respeto por el hombre que guía a Checoeslovaquia, con mano sensible y enérgica, hacia la igualdad definitiva nacida del esfuerzo de todos.
tes. Desgraciadamente, el terremoto que destruyó a Cartago en 1910, no dejó rastro de la señorial mansión, entre cuyas ruinas se encontró el cadáver del malogrado intelectual.
Llegamos a Costa Rica pocos años después de Flórez y todavía intelectuales ticos. tan connotados, como Alejandro Alvarado Quirós, Lisímaco Chavarría, Roberto Brenes Mesén, Joaquín García Monge y muchos más, se hacían lenguas de la simpatía, dón de gentes y talento poético del bardo de Chiquinquirá.
Fueron varias las damas de San José que sucumbieron, románticamente, escuchándolo recitar con voz que no olvidará quien la oyó las estrofas del Idilio Eterno o algunas de sus Gotas de Ajenjo.
Donde más oímos hablar de Julio Flórez, fué en El Salvador, gobernado entonces por el general Tomás Regalado, hombre caballeroso, valiente, alocado, muy parecido a nuestro general Carlos Albán, aunque sin poseer su cultura ni su talento inventivo.
Regalado agasajo al peregrino con un banquete pantegruélico, al que asistieron cientos de personas. Cuando el champaña burbujeaba en los cerebros, el poeta Francisco Gavidia maestro de Darío que vive aún, preguntó al colombiano. Por qué se mató Silva. obteniendo como respuesta el poema que comienza: En lo más abrupto y alto de un gran peñón de basalto.
que según nos referían supervivientes del convivio, fué improvisado; hecho que se ignora en Colombia.
Vimos en álbumes de grandes damas de la ciudad de San Salvador entre otras, en el de la viuda del general Regalado. poemas que Flórez no recogió en ninguno de sus libros, y que fuera de la intención galante, tienen verdadero mérito artístico. Ojalá que algún hijo del poeta (a imitación de lo que hizo el mayorazgo de Darío. los recogiera en un tomo, que sería encantador, por la frescura y espontaneidad, de composiciones confeccionadas cuando el portalira se encontraba en todo el vigor de su numen poético.
Se daría entonces respuesta adecuada a la crítica mazorral que pretende convertir a Julio Flórez en un rapsoda sin cultura, cuyos versos valen tanto como el gorgeo de los pájaros humildes del trópico, que no tuvieron la suerte de que se los tomara por ruiseñores.
JULIO FLOREZ en Centro América (Envío del autor, con un apretón de manos. El cariño que los pueblos centroamerica si la memoria no nos es infiel en 1906. Ennos sienten por Colombia no se debe a la ac tró por Puerto Limón, y se detuvo en la ciución sistemática de nuestros cónsules ni de nues dad de Cartago, a gozar unos días de la hostros diplomáticos, sino al magisterio y a la ac pitalidad generosa del literato Rafael Angel ción social de compatriotas esclarecidos, que Troyo, que escribía poemas en prosa, que repasaron por las repúblicas norteñas derraman cordaban por su finura exquisita, los que lado ciencia, arte o simple espiritualidad. No es bró Baudelaire.
tá de más citar algunos nombres: el Indio Uri Como el autor del Idilio Eterno iba de be, Conto, Ospina Rodríguez, Daniel Domín paso para España, la amistad de Troyo muy guez, Recaredo de Villa, Alfredo Greñas, Ju conocido en Madrid. pues además de inteleclio Flórez, Justo Pastor Ríos, Porfirio Barba tual era millonario, le fué de enorme utilidad Jacob.
al poeta colombiano. Tan buenos recuerdos En artículos anteriores nos hemos referi dejó al camarada costarricense, que conservó do a casi todos ellos, dejando para éste el ha intacta la alcoba que ocupó Flórez y la mosblar de Julio Flórez, que llgó a Costa Rica traba orgullosamente a sus amigos y parien. Mario SANTA CRUZ.
Bogotá, junio de 1949. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica