Carmen Lyra

234 REPERTORIO AMERICANO CHABELA Fueron tus cinco dedos de alga suave la mano que desee tanto en mi ausencia.
Tu voz de abeja la añoro mi oído en tierra extraña.
Que en paz descanses, linda camarada, y que jamás nos dejes. Sé que un día cuando se llene el aire de banderas de roja púrpura Si antes pensaba regresar un día otra vez a la patria, era tan sólo por irte a ver, por conversar contigo, tocar tu puerta.
podrás, tal vez, volver a estar contenta, y una noche en que estemos todos juntos: Manuel y Carlos Luis, Luisa y Calufa, Guzmán y Arnoldo, también los que murieron: Federico, Vaglio, Montiel, la compañera Rosa, vuelve, regresa, y con tu voz tan suave cuéntanos cuentos.
De día, de noche, por el aire limpio tu voz me llega aún, siento tus pasos, riego con fuego las espigas rojas que en mi sembraste. ahora cierro los ojos y te miro mi pequeño ramito de retama, dulce Chabela, flor de pura arcilla, que en paz descanses.
Tan grande tu deseo que lo lograste.
Tuviste que morir para lograrlo.
Ya ciega para siempre tu mirada no eras temible.
Dijeron. Qué nos puede hacer ahora. qué puede hacernos si. cristal quebradosu voz no puede ya ni amenazarnos. Ahora que venga! fuiste y te llevaron los obreros hasta la tierra en brazos, en tu caja.
Te sabían muerta y todos te besaban niña dormida.
Dulce Chabela, casi transparente, párpado humilde, pequeñita antorcha, donte te fuiste, dinoslo, Chabela, para seguirte. Qué te hace falta? Di. de qué te acuerdas. Cala la lluvia los terrones grises. Has perdonado ya lo que te hicieron. Estás llorando?
Estas palabras son de enamorado, nunca he probado un licor más dulce.
Tanto bebimos de él, tanto bebimos que lo acabamos. En las calles la fiesta de los pueblos. La Victoria final! Pero ninguno querrá ir y perder una palabra de Tío Conejo.
Tú que fuiste la hermana de tu pueblo, la que adelgaza la palabra agreste, la que desarma la actitud agriada y a todos ríe. si algún hijo de tus enemigos se va acercando al mágico conjuro de tus maravillosas aventuras, déjalo que oiga!
Joaquín GUTIERREZ. Dónde los tristes reclinar pudieran ahora sus cabezas si les falta tu regazo moreno de torcaza, cojín tan blando?
Santiago de Chile. Junio 49.
Todos los niños cuando dicen agua, cuando dicen geranio, vellón suave, tricopilia o patita de conejo, Chabela dicen.
Fuiste la Ofelia de los hombres rudos, la magnolia crecida en dinamita.
También en la maestranza, en los motores, se oye tu nombre.
No tenías ningún pan y diste tantos, panecillo tú misma, pan de greda.
Te pagamos dejándote, sabiéndote llena de pánico.
No tienes nada ahora, inada tienes!
en cambio nosotros todos te tenemos.
Somos avaros de lo que dejaste.
Tú sigues dando.
Seré como querías, como me hiciste, más firme, más rebelde. Sé que al serlo te tendré más cercana. he de hacerlo por agradarte.
Tajaron tu raíz de fina pulpa, te arrancaron de cuajo y te zabirieron, y te aventaron como yerba mala, a ti, flor pura.
Fuiste por los caminos extranjeros ya nublados los ojos, torturada, tropezabas, caías, el labio pálido, la voz tan trémula.
CONOCI CARMEN LYRA.
Conocí a Carmen Lyra antes de conocer del suelo costarricense, crecida y florecida al Costa Rica. Primero fueron sus saludos efusi calor de estas latitudes, distante de las cuales vos y cordiales que al través de personas ami estaba predestinada a perecer.
gas enviara por carta a la muchacha llena de En el perfil costarriqueño destaca, caracilusiones que entonces era yo. Después ella terizándolo, la vegetación prodigiosa. Sus bosfué a México y nuestro encuentro tuvo el en ques son locura de verde que repliega en cada canto de retejer, sobre la malla de la vieja hoja un tono diferente. Por ello el símil veamistad postal, una nueva relación de com getal referido al espíritu esperanza y terprensión y cariño mutuos, en la cual su sim nura de Carmen Lyra, es el más ajustado patía hacia mis aspiraciones juveniles, equiva que puede hallarse, si alguno hay que estalía a la profunda devoción que desde entonces blecer, para su personalidad, tica antes que despertó en mí la ejemplar sencillez con que escritora, tica antes que política, tica en la revestía su amplísima cultura, su hondo y sa entraña misma de sus sentimientos e ideas.
bio pensamiento y el sentido humano, pleno Muchos jóvenes recibieron de Carmen Lyde bondad, con el que siempre afrontó los ra el influjo definitivo que les dió nuevas ruproblemas vitales de los individuos y las co tas dentro del estudio, la investigación o el lectividades.
arte, con una orientación de servicio social y Más tarde continué tratándola personal de vinculación a la realidad humana. tomente en su propia tierra, luego siguió un lap dos los quiso como madre y ayudó como so durante el cual regresé a la mía, y allá, amiga.
por tercera vez, pude apreciar el inmenso va En su antigua casita de adobe, donde soler moral e intelectual de esta preclara hija de bre la barda crecen los lirios y asoman las enCentroamérica. El vaivén de las circunstancias redaderas, creó la obra que le conquistó un me trajeron nuevamente a suelo tico y aquí lugar entre los valores literarios del Continenesperaba ansiosamente su venida, pues sabía te, y realizó la labor más hermosa y satisfaccuánto ella la anhelo. Pero murió en México. toria que puede enorgullecer al hombre: la Ausente de la Patria bienamada. Creo que nin formación de una corriente ideológica, progún dolor puede superar al que sintió al sa gresista en el afán y nacionalista en el imber que moría fuera de su Costa Rica. Algu pulso, donde navegaron, durante mayor o mena vez conversando, cuando la enfermedad que nor tiempo, numerosas mentes maduras y jula aquejaba se manifestaba más violenta y su veniles, llegando a cuajar algunas de éstas en desfallecimiento y angustia murmura recias personalidades que llevan, consciente o ba: Sé que voy a morir, pero quiero estar inconscientemente, grabado y actuante el repor última vez en mi tierra, no quiero morir le cuerdo del primer camino espiritual que vijos de ella. Yo recordaba entristecida, al verla vieron y en el que Carmen Lyra mostró con consumida de carnes y con los ojos agranda palabra y ejemplo las virtudes de honestidad, dos por la fiebre, sus propias palabras de ha sinceridad, justicia y desprendimiento. Por cía años, su primer viaje a México: practicarlas tuvo, en diversas ocasiones, oposi Cuando no estoy en mi país, me siento ciones dentro de su mismo grupo político, pues como mata transplantada, de esas matas que siempre se negó a que tales cualidades se suya sus raíces no pueden adaptarse a nuevas peditaran a tácticas de oportunidad política o tierras. Qué comparación exacta imaginó, sin a maniobras de entendimiento con gentes a saber que la encarnaría simbólicamente hasta quienes ella juzgó, con intuición certera, desel fin! Porque su vida significó una mata ti preciables moralmente y perjudiciales para su ca, maravillosa planta enraizada en el corazón patria, VOZ ahora, iqué vinagre y crueldad ácida!
iqué horrible golpe. iqué perfil de sangre!
Tú que quisiste regresar un día no te dejaron.
en Se elevaba tu grito. No he hecho nada!
quiero volver, quiero volver, dejadme.
Eras sólo una sombra de canela hecha pedazos. Quiero volver. decías, y te callaban a mi pueblo, a mi casa de clavelesY te arrojaban lejos, implacables, triste Chabela. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica