REPERTORIO AMERICANO EDITOR García Monge Teléfono 3754 Correos: Letra En Costa Rica: Sus. mensual 00 CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA. y concebí una federación de ideas. Mía de Hostos.
El suelo nativo es la única propiedad plena del hombre, tesoro común que a todos iguala y enriquece, por lo que para dicha de la persona y calma pública no se ha de ceder ni fiar a otro, ni hipotecar jamás. José Martí.
EXTERIOR: Suscrición anual. dólares Giro bancario sobre Nueva York americano Simbad habían estado presentes en casi todos los encuentros del hombre y la mujer. Aquél decía. Estella María ha prometido cruzar el mar una vez más, por verme. Ojalá llegue a tiempo para que estemos juntos en Navidad. al decirlo hacía un ademán como de sacar de los bolsillos una carta de aquélla. Pronto termina el recorrido de Simbad. lo mejor llega también a tiempo, añadía la mujer. so pretexto de oír música, tocaba interminablemente la evocadora suite de Rimsky Korsakov. Escuchaba en actitud de profunda abstracción, mientras intencionadamente dejaba vagar por su fino semblante una sonrisa, y los labios se entreabrían como anhelantes de musitar palabras a un oído lejano. El hombre fingia detestar esta música. No, por Dios. Ya sabes que no me gustan los conciertos ruidosos. Nada de orquestas Un piano, un buen violín, eso es lo que me encanta. Quítalo y pon un Chopin, por favor.
En distintas fechas, poco antes de Navidad, cada uno de ellos marchó a la capital. Discretos, no se preguntaron acerca de los mutuos planes, pero sus partidas resultaron misteriosas, como si los esperase alguien.
Ella camina un poco de prisa, y él la observa intrigado. Será posible que el gringo la espere en algún sitio, que haya llegado el fabuloso personaje a quien sus burlas no han conseguido destruir. Cuando se acerca al teatro Cecilia la mujer empieza a rebuscar en su bolso.
Es evidente que se propone pasar la Nochebuena en un cine, probablemente sola. Claro que sí, sola. Pero. y Simbad? Repentinamente lo invade una onda de ternura por la mujer que camina delante. Repasa detalles insignificantes, pero de esos que componen su grandeza y su encanto. Recuerda que ella habló una noche ante un público de cosas trascendentales que en sus labios resultaron graciosísimas.
Que cierto día pasó por su casa y vió en el portal, colgadas al sol, todas las prendas de vestir que la mujer había lavado, y esto le pareció muy cómico y tuvo que reírse. Que le había contado ella misma sobre sus dos clases de llanto: uno silencioso, de lágrimas gruesas, especie de llanto cósmico por la desolación de la vida. un llanto ruidoso, de lagrimitas finas, hipos y desastres nasales, cuando lloraba por capricho. Pobre mujercita tan sola por el mundo. Con frecuencia sus briosos andares se aflojaban y los hombros resueltos parecían doblarse por una enorme pesadumbre. esa manera tan suya de referir las cosas. sus distracciones. su olvido tenaz de las pequeñas realidades. su habilidad para convertir cuatro paredes indiferentes en un abrazo. si lo soñado estuviese tan cerca que bastara con entrar en el cine y apretar sus manos en la oscuridad. más lírica de las actuales poetisas españolas, la de voz más auténtica, más originalmente propia. Sus motivos son los eternos, su adjetivación no es rebuscada; sus verbos son aquellos que trazan la vida del principio al fin, lisamente. Pero yo no puedo compararla más que a Rosalía de Castro, y no para descansar en el lugar común del antecedente racial, sino porque es a ella, humana y espiritualmente, a quien habrá que compararla mientras no sea sólo ella misina, por sí misma, ante todo el mundo. UN ARROYO ti, transfigurada corriente, puro arroyo. tus aguas cambiantes de reflejos, de sombra. la siempre ternura de tu seno fresquísimo, todo flor, todo espuma. la música ingenua de tus bellos cantares, grabados en estrofas de verdes terciopelos. ti, que en la cadencia rumorosa del aire alzas hilillos trémulos de cristales gozosos; que llevas en tu lecho de arenas y de musgos la sed eternamente despierta de la tierra. ti, como un prodigio para lavar mis manos pálidas, dulces, frias, calladamente acudo.
En la noche del 24, el hombre camina aburrido por la Avenida Central de Panamá.
No sabe qué hacer. No tiene rumbo fijo, ni mucho dinero, De pronto se detiene un bus en la esquina más próxima, y baja una mujer delgada y rubia que le recuerda a alguien copocido. La sigue, por curiosidad, y enseguida las luces de las vitrinas le descubren quién es.
En torno a la Voz llega a Castilla con su autora, cuya salud exige este clima. Qué hará esta otra gallega en Castilla. qué reacciones líricas tendrá? Los montes de Orense son maravillosos; los paisajes de Sil (como los del Sar. incomparables; la dulce habla gallega, no se olvida. Un siglo entre la Galicia de Rosalía y la de Pura Vázquez es mucho; y la poetisa actual se ha entregado a la áspera meseta con sumisa ternura. Viene con un libro empañado de lluvia finísima, de olor suave a prados y a heno. pero de él se coge la cálida alegría del más cierto hallazgo.
Carmen CONDE.
Santiago de Veracruz. Panamá.
Diciembre de 1948.
Pura Vázquez: La poetisa del Sil Quetzalcoatl (En Insula. Madrid, 15 XI 48. Aunque el nombre y el libro primero de han hecho para decir algo, sino porque es Pura Vázquez me eran muy familiares ya, este preciso decirlo o morirse! vida o muerte se verano he podido hallarla en su mundo humajuega esta criatura su poesía desde su vida, la no y con las galeradas de otro libro, cerca. Co sangre que mueve su cuerpo casi ingrávido sabe nocer a un artista no es, por desdicha, cosa que demasiado bien que hay que vivir de prisa, nos atraiga demasiado pues hemos pagado muy cantarlo todo de prisa, si se quiere soltar parte cara la avidez de contrastar el mundo del arte del enorme mensaje que contiene el corazón de con quienes lo crean. Pero conocer a esta deli Pura Vázquez.
cada criatura estremecida que es la poetisa de Márgenes Veladas se llama su libro primeSil, sí que ha sido una suerte que se empareTo, y En torno a la Voz el segundo de inmija con la de conocer su obra.
nente aparición. Los dos se han hecho en Pura Vázquez es una muchacha atosigada Orense, en imprentas locales y sin ningún lupor la fiebre, que ha nacido en Orense y pasa jo realzador. Por decreto histórico e inapelado su vida hasta hoy en los pueblecillos del ble, los libros normales de provincias son de Sil como maestra nacional. En los pocos años presentación modesta y el lector se encara con que cuenta su vida, ha trabajado con tres vidas su contenido, sin atenuantes editoriales. La y no sólo en la escuela. Modesta, breve, nervio prueba mejor de la poesía de Pura Vázquez, es sa, impaciente, es la criatura que imaginamos que se sale de sus libros, que inunda de belleza que fué Rosalía de Castro antes de casarse con su continente, y hace que las manos que coel caballero Murguía. Jamás vi celebrar a las gen su apariencia material, se la lleven al peflores como Pura Vázquez las celebra; nunca cho entrañablemente.
oi una voz mejor empapada de emoción, de Sin erudición, sin pretensiones, sin orgugratitud, de alegría, que la suya ante la natu llo, sin querer decir más que esto, poesía, Puraleza; ni con mayor dignidad y belleza poé ra Vázquez escribe como toda poetisa quisiera ticas. Leerla es oírla hablar; los versos no se escribir: llegando al alma del que la lee. Es la Po be Breite Precio del ejemplar: dólar. Entiéndase con el editor del Rep. Amer. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica