360 REPERTORIO AMERICANO Al cumplir, el mes pasado, Alfonso Reyes, los sesenta años de vida fecunda, los intelectuales que trabajan en FONDO DE CULTURA ECONOMICA acudieron a su casa y ya impreso, le entregaron un manojo de admiración devota en versos sentidos o en prosu de igual calidad; otros nos sumamos, en seguida no más supimos del grato suceso y, en letra de molde, o en carta particular, dijimos nuestro pensar y explayamos el sentir.
Mancomunándonos, en su contestación, Alfonso Reyes saca a la plaza lo que esas décimas joviales, sesudas y sentimentales nos dicen, y que a otros dirán lo que bien habrían querido recibir como respuesta.
México, Alfonso Reyes (Visto por Pruneda. ALFONSO REYES a sus amigos (Envío de Samuel Arguedas. Saber, amigos, pretendo. Qué cohetes; qué bengalas Queréis, entonces decirme ya que me premiáis así, arden y suben así?
pues qué festejáis en mí. qué mérito halláis en mí ¿Qué mentido zahorí porque voy envejeciendo?
puede opacar vuestras luces. No cualquier menguado enhebra Mas, si envejecí, ya entiendo Me pregunto, y me hago cruces, razones, y ata y desata el premio que he merecido. pues que festejáis en mí?
conceptos de oro y de plata bastante causa ha tenido, que la admiración celebra, amigos, vuestro favor, Cede y se arruga la piel ni el ardiente colibri pues el mérito mayor de las mujeres más bellas, fueran tan hermosos, si del viejo es haber vivido.
y las llamadas estrellas vuestra voz no lo propaga.
sólo emulan al clavel Juventud que así me halaga Sólo quisiera entender, gracias al docto pincel. pues qué festejáis en mí?
para aliviar mis recelos, Mas de vosotros oí. dejando a una parte, oh cielos, que vencéis los años y Pero silencio, atención!
la virtud de envejecerque atravesáis las edades.
Ya descubrí la charada. qué más puede merecer Sepa yo entonces, cofrades, que nadie me diga nada, para contentaros más. pues qué festejáis en mí?
ya di con la solución. No envejecen los demás?
Festejáis la vocación Tues muchos hay que merecen Necio el magnate si aspira trazada en surco derecho, más triunfos cuando envejecen, a los lauros de la fama, y hasta la imagen, sospecho, y que me dejan atrás.
pues ¡adiós a su soflama aunque en vil caricatura, en cuanto la pata estira!
de una vida que perdura, Sois poetas, tenéis alas, Vosotros no, que la pira sin dar asilo al desprecio.
aunque de distinta pluma; superáis, vosotros si sabios, filósofos, suma que valeis un Potosí Alfonso REYES.
de las más preciosas galas.
y pisáis terreno firme.
18 49. la unidad de AMÉRICA por la Cultura y la Economía Por el Lic. Román JUGO En el Rep. Amer. Este trabajo obtuvo el Premio de Primera Categoria continental en el Concurso continental promovido por el Instituto Americano de Estudios Económicos y Sociales de Buenos Aires, Rep. Argentina. La unidad continental, aspiración suprema de los hijos de América, es un problema que debe resolverse desde la intimidad más recondita de nuestra propia conciencia. Más que en su contenido político; más que en la actividad de las cancillerías; más que en el odioso balance del poder militar; más que en la penetración de corrientes inversionistas, su solución descansa, quieta y promisoria, en el corazón de cada americano.
En todo momento histórico, en toda tendencia colectiva se oculta el innegable juego de los estados anímicos. En el principio y en el fin de los grandes movimientos sociales alienta el ritmo psicológico del hombre, como individuo y como masa. No podríamos, pues, elevar una plataforma continental de ideales y principios si no la hacemos descansar sobre los hombres de América; si no intentamos previamente construirla dentro de sus propias individualidades y extenderla hasta lograr una armonía de conjunto.
Si algo se opone a la unidad del Continento, si algo obstaculiza la marcha de las teorías DEO Román Jugo (1949. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica