REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLV San José, Costa Rica 1949 Jueves 10 de Noviembre No. 22 Afío XXX No. 1097 una Grandeza moral del verso de ALMAFUERTE este panorama desolador, yérguese altivo y estalla. Quién proclama el imperio de los justos. Quién afirma que a Dios todo le (En el Rep. Amer. Es un capítulo de Pasión y Poesía. Ensayos.
Editorial Claridad. Buenos Aires. cuadre. Si Dios no puede herir, sin ser mal padre, ni siquiera la rama de un arbusto. Qué Almafuerte debió desempeñarse en inmortal cae de rodillas, la belleza mortal cae ciencia miserable es esa ciencia que nada sabe época adversa. En el Asia Menor o en Ale deshojada. La mano de lo torpe cuando azo más que el primer día. Qué remedia con ser jandría, dice un escritor argentino, hubiera si ta nos hunde su torpeza en las entrañas. La una insanía donde antes vió pasión y no dedo un gnóstico, un tejedor de dioses subalter caída más honda es la caída que nos echa a rencia? Bajé al abismo con el alma llena de nos y de letras numéricas; en plena barbarie, rodar entre las mallas de lo ruin, de lo inno una perpetua luz que no se agota: soy miseun Antonio Conselheiro, un Mahoma; en ple ble, de lo fofo, que flotan en el mar como re rable, soy ruina, soy derrota. Pero por ley na civilización, un Butler o un Nietzsche. Pe saca, como fétido gas en el vacío, cual chus fatal, soy azucena!
ro el destino le deparó los suburbios de la pro ma vil sobre la especie humana!
Almafuerte ha sido un polemista del vervincia de Buenos Aires: lo redujo a los años Tales las primeras estrofas de La Som so igual que Stecheti, a quien tanto se parece 1854 al 1917; lo rodeó la tierra de polvo, de bra de la Patria. poema inmortal, donde el en algunos momentos. De Tolstoi heredó el callejones, de ranchos de madera, de comités poeta se estremece al escuchar los gemidos del desdén por la literatura cuando por tal palapolíticos, de compadritos ni siquiera iletrados. pueblo que por su cerebro cruza cargado de bra entendemos arte por arte. Cualquier refiSu labor fué contradictoria, parcial. Honrada grillos, en tanto en medio de la tiniebla cannamiento en el decir, tal vez equivocado, pemente creyó que la felicidad no es deseable. ta en estas milongas sus desgracias. través 10 auténtico al fin, parecíale tiempo robado a Su pensamiento acecha en los rincones de su de las cumbres y las pampas, de las nubes, del la misión de curar almas, como entiende ha de obra en un estado de ansiedad, de anhelación, viento y las estrellas, ve lo yerto del corazón ser el poeta. si Almafuerte no destrozó sus dt tristeza infinita, producto de tal ambiente de la sociedad y escucha en medio de este si obras cual lo hiciera el apóstol de Yasnaya Poque le roe y corroe, al extremo de obligarle a lencio el sollozo universal, lo mismo que una liana, fué, sin duda, porque le parecían eficaconfesar que la felicidad humana no ha en mole de los mundos gravitando, a la vez, ces para el combate. De ahí que haya dicho: trado en los designios de Dios. de modo que sobre una espalda, con todo el dolor de lo Son las almas de combate manos puercas y no pidas más que la justicia, pero mejor es creado en un solo organismo se agolpara, co callosas, no las finas y olorosas y expresivas que no pidas nada.
mo todas las dudas de los hombres en una sola de! abate. Los hirsutos cabellos desbordantes por mente refugiadas, como todos los siglos de los La obra de Almafuerte perdura precisasu busto de mármol se derraman como velo de siglos en un solo segundo haciendo pausa, comente por su carácter cívico. Porque es un angustias o sombrías melenas de león. Sinies mo todos los astros de los cielos en una sola producto popular, el dolor del pueblo tradutra, pálida, desencajado el rostro. La derrota vergüenza iluminaran! Yo la siento cruzar cido en versos, y el verso se expresa en pensaro tiene la pupila más opaca, ni la faz de Je ante mis ojos y es un cadáver sideral que paniento. Las admoniciones que emergen de su sús, al beso infame, se contrajo más rígida. sa. dejando tras sí un fulgor de angustia y de obra son precisamente el zumo sentimental de Adelanta con medroso ademán. Oh, la ig sombras semejando apocalípticos fantasmas, América que Díaz Mirón y Rubén Darío cannominia nadie con paso triunfador arrastra! llorando y gimiendo cual maldición sobre los taron en otras estrofas y en otros estilos; pero ¡La voraz invasión de lo pequeño, no hiere blandos hombros de la espe humana.
que finalmente son enseñanzas ejemplares de como el rayo, pero amansa. Cuando el alma Pero llegando a tal situación, frente a una altivez de espíritu que trasunta y que debemos preservar cual un retablo laico de estas democracias mestizas que han de encontrarse en un abrazo cordial y, con las manos entrelazadas, presidir nuestras luchas por un futuro de libertad.
He aquí el pensamiento de uno de los más auténticos valores de la poesía americana, a quien el tiempo va haciendo merecida justicia, por su carácter insobornable, por su fe y su civismo, al exclamar: No te des por vencido, ni aun vencido; no te sientas esclavo, ni aun esclavo. Trémulo de pavor, piénsate bravo y arremete feroz, ya mal herido. Ten tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo; no la cobarde intrepidez del pavo que amaina su plumaje al primer ruido. Procede como Dios, que nunca llora; o como Lucifer, que nunca reza, o como el robledal, cuya grandeza necesita del agua y no la implora. Que muerda y vocifere vengadora ya rodando en el polvo tu cabeza!
Almafuerte, dentro de su bondad colérica, que a ratos estalla incontenible y tempestuosa, adquiere la grandiosidad de los profetas del mundo. Sus arrebatos de desesperación, sus odios temerarios que parecen sacudir los muros de todos los templos frente al inmenso dolor de los pobres del cuerpo y del alma que no han podido amar y a quienes el poeta les da Almafuerte el derecho a ser malos, se aplacan con ternu(Pedro Palacios)
ta sin igual en la sorprendente sentencia que. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica