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380 REPERTORIO AMERICANO Hasta cuándo!
Arturo Mejía Nieto Por Rogelio ARCHILLA (Envío del autor, en San José de Costa Rica. Octubre de 1949. MORAZÁN Presidente de la desaparecida República Centroamericana Editorial NOVA Buenos Aires 1947.
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no Después de una prolongada visita a la América del Sur, Monseñor Cardijn, fundador del movimiento denominado Juventud Obrera Católica de Bélgica. dijo: En mapas misioneros se presenta a Sur América coino un bloque compacto de 130 millones de católicos, una tercera parte de la población católico romana del mundo. No obstante, su ignorancia religiosa es aterradora. El Cristianismo no tiene ninguna influencia en la vida social y económica. Allí se conocen solamente Les sacramentos: el bautismo, la comunión y las procesiones. El 80 por ciento de los niños son ilegítimos. La masa de los obreros vive en la más triste y desfavorable condición. Sur América es una tierra de contrastes: por un lado hay extrema pobreza y por el otro inmensas riquezas. La Iglesia Católica tiene escuelas y universidades famosas, tales como las de Lima y Santiago, pero están reservadas para personas pudientes. Estos problemas demandan una solución urgente, sin embargo ésta no vendrá de las clases gobernantes con su actitud regativa y anti comunista. La situación es tal que si el Papa Pío XII hiciera una visita a la América del Sur con el propósito de predicar cu evangelio social, sería acusado de comunista e internado en un campo de concentración.
Si lo que antecede fuera la opinión de un protestante o liberal, inmediatamente los apologistas del romanismo lo acusarían de calumniador, farsante, hereje y charlatán. Pero coino se trata de un Monseñor, si no lo justifican abiertamente tratando de interpretar libremente sus palabras, seguramente lo disculpaián diciendo que esa es una opinión personal que en nada compromete al catolicismo en geperal tal como se conoce en los países latinoamericanos.
Mas la opinión del Monseñor Cardijn no cstá solitaria. John Considine, sacerdote cazólico norteamericano, ha escrito un importante libro sobre sus experiencias y observaciones religiosas en la América Latina. Este libro se titula Call for 40 Thousand Un llamamiento por 40 Mil y en él su autor nos dice que nuestro continente hispanoamericano necesita urgentemente 40, 000 sacerdotes más para atender a sus necesidades espirituales. Este es un llamamiento patético y manifiesta visiblemente la crisis espiritual por la cual atraviesa la América Latina, como consecuencia de la falta de mentores y dirigentes religiosos dignos de su investidura y caracterizados por van moral acendrada que les separe de las actividades políticas y les consagre a una vida de amor y servicio a Cristo y a los hombres, mediante la sencilla predicación del Evangelio redentor de la gracia de Dios.
Refiriéndose a Chile, dice el sacerdote jesuíta Alberto Hurtado Cruchaga como sigue en su obra ¿Es Chile un país católico. Creen algunos que la fe persevera en la casi totalidad de los chilenos. Los resultados que arrojan las encuestas y estadísticas nos obligan, sin en:bargo, a pensar de otra manera. Es verdad que hay aún en la mayoría de nuestro pueblo un fondo de religiosidad que se manifiesta por el bautismo de los niños, por las imágenes se conservan en las casas, y por algunas prácticas, muchas de ellas más supersticiosas que religiosas. La vida cristiana, empero, se va debilitando casi hasta desaparecer en algunas regiores. Después de citar una carta pastoral del episcopado chileno, de noviembre de 1939, er la cual los obispos afirman que apenas el diez por ciento de la población asiste a la misa los domingos y los días festivos y en la cual además se afirma, que el cincuenta por ciento de los matrimonios no son bendecidos por la iglesia, el sacerdote Hurtado agrega: Más de la mitad de la población es nacida ilegitima en el sentido cristiano. El porcentaje es aterrador.
La condición espiritual y religiosa de la América Latina, pues, de acuerdo con la opinión de las autoridades católicas mencionadas, es muy precaria. Su ignorancia religiosa es aterradora, y allí el Cristianismo no tiene ninguna influencia en la vida social y económica. para citar de nuevo las afirmaciones de Monseñor Cardijn. como la prosperidad del alma es el alma de la prosperidad. y siendo los valores del espíritu el firme cimiento sobre el cual ha de levantarse el majestuoso edificio de la nacionalidad, se sigue que nuestra América Hispana en su presente estado religiosoespiritual, no será como la casa edificada soLre la peña que permaneció incólume a pesar de la fuerte embestida de los elementos, si como la casa edificada sobre arena que atacada por vientos impetuosos cayó y fué giande su ruina. Que Dios guarde a América y que en esta hora crítica de su existencia derrame Su gracia bienhechora sobre ella.
Cuatro siglos y medio han transcurrido desde que nuestro continente americano fué descubierto en forma de hallazgo, por el intrépido navegante y sublime visionario Cristóbal Colón. Juntamente con los primeros colonizadores llegaron a tierra americana los representantes de la religión oficial de España.
Eran misioneros que traían consigo no el espíritu que vivifica sino la letra que mata.
Trajeron la cruz y el crucifijo y con ellos una religión tradicionalista y supersticiosa que apela a los sentidos y deja el corazón seco y vacío. Una religión de esta naturaleza no podía imprimir en el alma americana desde sus orígenes un verdadero concepto de Dios, del amor, de la esperanza, de la libertad del alma humana y de un poder que viniendo de afuera al corazón, fuara capaz de transformar al hombre en una verdadera criatura de Dios adornada con los fulgores de la divina semejanza.
Todavía están vívidas en nuestra imaginación las escenas que vivimos en Chichicastenango, Guatemala. Cómo se nota que los indios han paganizado al Cristianismo en vez del Cristianismo haber cristianizado a los indios! así tenía que ser. Cuando una religión no tiene poder para transformar al hombre, el hombre con sus prácticas la desnaturaliza, la deforma. Esto sucedió con la clase de religión que España nos legó. Era una religión acomodaticia e impotente para cambiar la vida del indio, y como resultado de esto el indio introdujo sus prácticas en el templo donde debía adorarse a Dios en espíritu y en verdad. paganizándolo, y todo esto con el beneplácito de sus directores espirituales.
América fué descubierta para España pero el Cristo auténtico de los Evangelios no ha sido aún descubierto por América. De haberse traído el Cristianismo puro al gran continente descubierto por Colón, hoy la América Es pañola estaría a la vanguardia de la cultura la civilización. Hemos progresado algo pero deberíamos ser ya juntamente con la gran nación del Norte, un poder hegemoníaco en las diversas esferas de la vida. Mas la realidad es otra. Después de cuatro siglos y medio de influencia cristiana todavía nos hallamos envueltos en sombras espirituales, nuestra ignotancia religiosa es aterradora y estamos enervados por una religión impotente para resolVer los serios problemas del espíritu, que son ios más vitales, los de más trascendencia, los que, por su indole eminentemente psicológica y espiritual merecen atención cuidadosa, ya que tienen que ver con el hombre como hombre, quien es, por su misma naturaleza y por la posición que ocupa en el mundo, el factor determinante de la grandeza o pequeñez moral y social de los pueblos.
Un nuevo mundo surgió a la vida lleno de encantos y pletórico de riquezas. Pero ni los encantos del paisaje ni las riquezas del suelo son en sí suficientes para que el nuevo mundo pueda crear un mundo nuevo. El hombre es el único agente moral en el cosmos, y es indispensable que este hombre sea transformado si es que el mundo ha de seguir una trayectoria ascendente en las grandes y nobles realizaciones del espíritu. Es tiempo de que la aterradora ignorancia religiosa que hay en América desaparezca, es tiempo sacudirla del letargo espiritual que la esclaviza, a fin de Gue la luz brille en todo su esplendor y gloria.
Cristo es la luz del mundo y ciertamente la luz de América, permitámosle brillar en nuestro suelo americano y así este nuevo mundo ilegará a ser el creador y forjador de un mundo nuevo en el cual reinen la paz y la justicia. El sentimiento innato de libertad que caracteriza a los pueblos de América será procursor de la verdadera libertad en el mundo.
Quosque tándem, América. Hasta cuándo, América, hasta cuándo! Ya han pasado muchos siglos y es tiempo de que te prepares para tu destino histórico en el concierto de los pueblos civilizados del orbe. Sacude tu yugo, el yugo que te oprime; levántate del marasmo espiritual en que yaces; mira a Cristo, to al Cristo estatuario que es impotente, sino ai Cristo de los Evangelios, que es el Cristo del Calvario y de la experiencia. En El está tu esperanza de redención, América. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica