REPERTORIO AMERICANO 377 Un CANTO y una ALABANZA Por el poeta uruguayo Manuel de CASTRO CONSAGRACION LIRICA DE HERNANDARIAS, FUNDADOR DE LA GANADERIA URUGUAYA CANTO IV. APOTEOSIS GANADERA. e hizo desembarcar 100 vacunos y dos manadas de yeguas con sus padreros.
una teoria de caballos blancos, aguzaba en el aire sus clarines.
Desde la borda, Capitán señero, Comendador de tierras y confines, Hernandarias gozaba el entrevero, de cornamentas y erizantes crines. Rizado espejo de los manantiales, concavidad celeste y lejanía: ál grávido sopor del mediodía, otro cielo bebieron los baguales. a Reper ¡Oh develado sueño! Ya veía, celina y firmamento decorado: y en virgen pastizal de epifanía, trashumante tropel multiplicado.
Húmedo el belfo, de lustral pela je, las vacadas lamiendo sus erales, al paso tardo de los sementales, el ámbito estremecen de linaje.
Umbral nativo que el ombú respalda, pecuaria fundación, naciente mito; coro de luz y pampa de esmeralda, colores desdoblando al infinito.
Virgen gramilla que el tropel rasura, y dormido silencio despertando, al golpe de los cascos, redoblando como bronco atabal, en la llanura! BAIXENCH LA LUNA DIURNA Manuel de Castro (1947)
Desnudo suelo patrio, ensimismado, como en su propia luz se recreaba y en fáciles colinas levantaba, el pecho virginal recién violado.
Alabanza melancólica.
o la segur blandiendo, sideral segadora, de la nube desgarras el flamígero velo.
Sobre un gregario trote de potrancas, rasgó el primer relincho la llanura, relámpago de potros que inaugura, el púber terciopelo de las ancas.
Liviana, distraída. raíz de mi desvelo el azul perforando con tu máscara fría; sólo aquellos que te aman bajo nocturno cielo, te reconocen, Luna, Cenicienta del día.
Apenas asomando desnudez taciturna. ioh lunática Luna de reflejos boreales! aprisionan tu imagen de gravidez nocturna, en sumergidos verdes, las retinas fluviales.
De berrendo testuz, el cuerpo de oro, remarca el horizonte y prepondera, mugiendo sus nostalgias de pradera, en su quietud, monumental, el toro.
Sin cortejo de astros, la noche memorando. ioh Reina solitaria de calcinada historia!
virginal remaneces, entre cúspides, cuando del alba nos anuncias la rosada victoria. Oh muerte amanecida! De yacente pupila, nocturnos amadores retienen tus mensajes, y la gubia del Tiempo, ciegamente burila, lívidos historiales, desolados tatuajes.
Por verde campo y desgreñada sierra, en rítmico galope y ademanes, va la tropilla de los alazanes, como cardena nube a ras de tierra. Qué solidario espejo tu perfil transparenta, del vencido interlunio naciendo temerosa, si del ruedo celeste, que de ti se ornamenta, esgrimes, enfilando, la cuerna sigilosa?
Por bóvedas de seda y en ámbar diluída, cándida prisionera de las mallas solares, en levedad sostienes tu lámpara encendida, sobre cielos creciendo de oxidados pinares.
Errabunda manada sin señuelos, azorado el tropel se detenía y el eco de sus cascos devolvía, al dulce predominio de los cielos.
Ni los perros te ladran, ni los hombres adoran, bajo la faz mudable, tu máscara impasible, cuando en fragores diurnos, apenas avizoran. retraídos y anónimos otra luz reversible.
Rozaduras de potros. Llamamientos!
Bajo rudas cabezas enarcadas, se afinaron las yeguas coloradas, en eléctrico pasmo sin lamentos.
Sólo el poeta, envuelto en su capa nocturna, de la activa ignorancia desterrado, adelanta su efigie alucinada. hacia la Luna diurna, corazón y mirada, como un niño, levanta.
Desde qué ventanales de olvido y cresterías, lenta, desapareces, del tramonte incendiado? ausente ya del cielo, pastor de lejanías, de sueños reconstruyo tu rostro evaporado.
No luminosa dádiva a tu hermosura reste, la pátina de nácar con que la faz decoras; amor tu luz perdida de cadáver celeste, embalsamada esfera rigiendo mis auroras.
Flameando la bandera de sus crines, decoro de carrizos y barrancos, En rezagada quilla de marfil, viajadora, ya navegando vienes por lagunas de cielo; Montevideo. 1948.
la lengua española. Devoto de la metódica alemana, en la investigación filológica procedía estableciendo la estadística del leísmo o loísmo o de las formas prenominales o verbales.
Su obra, como profesor, se concretó a la práctica aplicación de un método. Inspiraba afecto, pero no entusiasmo, porque carecía de vistas de conjunto. Su Gramática del Castellano antiguo fué libro tardío y hasta ahora no se ve que haya ejercido alguna considerable influencia.
El Profesor Lenz sí la ejerció. Desempeñaba la cátedra de Gramática y, naturalmente, el pivote sobre que giraba todo su pensamiento gramatical fué la Gramática Castellana de don Andrés Bello. Para sus comentarios y criticas seguía puntos de vista de Grimm, o de Bain, o de Sweet, especialmente en cuanto se ésta, así como el sentido originario de los elerefería a la doctrina de las categorías. Su obra, mentos constitutivos de las formas, con el auLa Oración y sus partes, resume sus enseñanzas xilio de las raíces indoeuropeas.
teóricas. Nada pudo añadir a la del Maestro venezolano en cuanto a orientación práctica. 18. El Instituto de Filología creado en De mayor trascendencia es la Gramática Buenos Aires ha producido ya importantes esHistórica y Lógica de la lengua castellana, del tudios, entre ellos el de Pedro Henríquez UreProfesor Roberto Brenes Mesén, de la Uni ña, Español en Méjico, los Estados Unidos y versidad de Chile, luego Profesor en la North la América Central. Casi enteramente lexicowestern University. Escasamente conocida, esta gráfico no contiene ninguna contribución graobra es la primera gramática puramente teó matical, sino de paso, aquí y allá.
rica y como tal juzgada honrosamente por Menéndez y Pelayo y por Cuervo, si bien Ce Me temo, sin embargo, que muchos de los jador la calificó de primera en su género en esfuerzos de este instituto se hayan indilgado lengua española.
hacia una restauración de la pureza del casteEstá dedicada a don Andrés Bello, porque llano, en la acepción propiamente española y su autor intentó exponer la teoría que falta en con las limitaciones correspondientes. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica