108 REPERTORIO AMERICANO Canción del Maíz (Envio de Samuel Arguedas, en México, Con estos renglones: Mi querido don Joaquin: Va ese poema de quien es muy celebrada por acá; la conozco y es poetisa de prometedoras esperanzas. Espero ansiosamente el número de en que venga lo de Lucas Ortiz. Affmo. 32 MAN Agua de anunciación, ya la aurora está próxima.
Un pájaro cantando su esperanza y las manos de seda para la Patria Niña.
streda El hijo de la luz se regocija y América recibe de Quetzalcóatl la dádiva divina.
estremece los campos.
esbelta caña dulce, flor de tierna esmeralda.
El hombre se hizo hombre: duro barro las plantas, bronce el pecho invencible, música la palabra, geografía vertical y alma virgen de espuma.
La hormiga legendaria descubre el primer grano vital, carne del hombre. y lo arrastra a los labios del indio y lo alimenta.
La tierra nos sostiene, convulsos, asombrados.
Un polen misterioso nos fecunda la sangre y una eclosión de verdecidos tallos descubre nuestro origen de láctea espiga y de rebelde azúcar.
El nómada detiene su sandalia, siente suya la tierra, contempla el águila y enciende una lumbre fraterna sobre el inmenso corazón del agua.
Quetzalcoatl la sorprende, y ella, la pequeñita itiziz, roja arriera, le entrega el pan indígena, sangre, vida de América. México ya es México, prodigioso y eterno!
Hay una danza verde, incomparable.
Cantan tiernas espigas, vegetales sonrisas; flotan áureos cabellos por el Valle de México; flor de maíz, el niño ofrenda su esmeralda que en Tamoanchán fecunda la primigenia entraña. espués, fiesta en la tierra.
Tenochtitlán florece.
El Viejo Mudo sabe por Cristóbal Colón, la Sabulcsa nueva: México será verde, alto, ascendente.
México será México prodigioso y ecrno. Iziz de cutis blanco y dorada cabeza!
Nos acercas al pecho caliente de la aurora, nos desgranas en música el dulcísimo idioma: Cintéotl, Dios del Maíz, Quetzacoatl, Lucero de la Tarde. El dulcísimo idioma!
Ya no le alcanzan alas al Aguila bravía.
Tenochtitlán ensancha su corazón de piedra caliente y amorosa.
Se duermen las palabras en germinal regazo.
Sólo los surcos cantan, suspira sólo el agua. nosotros no somos más que una ávida planta, una raíz abscóndita en la morena entraña.
Deja mirar tus pies de danza por mi Valle de México, tu torso madurado bajo el sol de mi Patria, tu cabellera rubia de chicuelo alborotando abejas y el bronce de tu voz en mi poema.
Cintootl, Dios del Maíz, sacude su penacho de plumas.
El cerro de las Mieses rasga su vientre grávido.
Tlaloc suelta el divino surtidor de sus manos y el Himno de los Dioses Margarita PAZ PAREDES.
Escalamos la cumbre, de nuestra geografía: Octubre de 1948.
ERÉNDIRA alma limpia y ardorosa a la transformación Conversaciones con Lázaro Cárdenas de su Estado natal. su cargo están las obras de irrigación numerosas, la construcción de esDIÁLOGO EN LA cuelas campesinas, las carreteras y los caminos de Michoacán. Muy rara vez se llega el GePor Juan MARINELLO neral hasta la ciudad de México. Su gusto y (Envío del autor, en La Habana. Véase el su necesidad es el movimiento magnánimo, la número anterior. organización eficaz, la construcción incansable y firme. Se levanta antes del alba; se chapuza II por largo tiempo en el agua gélida del lago, despacha en su biblioteca, salta sobre el caballo Una hora separa a Morelia de Pázcuaro. lago y las montañas aledañas. tiro de arco o toma el automóvil: recorre sin descanso todo La carretera, atravesando en suava declive pue de las últimas casas renegridas de siglos, de el Estado. Con su equipo de ingenieros y problecillos donde los campesinos hablan el dul espaldas a la cordillera envolvente frente a fesores inspecciona edificios, presas, terraplece tarasco. que a distancia suena al más pu las aguas dormidas, se levanta la Eréndira, la nes. Sus auxiliares se me quejaban de su resislido italiano bordea pronto el lago, que casa hermosa y alta en que pasa buena parte tencia inigualada, de su prodigiosa vigilia. Muy ahora aparece descolorido y brumoso. Junto del año el General Lázaro Cárdenas.
pocas horas lo reponen de la tarea infatigable.
al lago divisamos el pueblo que lleva su nom La Eréndira (el nombre tarasco quiere de Metido en el trabajo, el alimento no le señala bre. Pázcuaro, con sus mansiones palaciales en cir juventud sonriente. es buen centro de treguas.
cuadrando la vieja plaza, con su noble traza actividades para su huésped ilustre. El General La reja que parte la tapia de la Erendira de mercado agrario del contorno, es ahora el Cárdenas, que es mexicano hasta el hueso y está abierta cuando llegamos. El automóvil poblado más importante de la serie incontable michoacano hasta la médula, está entregado atraviesa el amplio jardín, por entre la carrera que, antes de Cortés, salpicaba las orillas del hoy en cuerpo y alma cuerpo infatigable, de olivos plomizos. Cuando bajamos frente al Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica