REPERTORIO AMERICANO EDITOR García Monge Teléfono 3754 Correos: Letra En Costa Rica: Sus. mensual 00 CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA. y concebí una federación de ideas. Mía de Hostos.
El suelo nativo es la única propiedad plena del hombre, tesoro común que a todos iguala y enriquece, por lo que para dicha de la persona y calma pública no se ha de ceder ni fiar a otro, ni hipotecar jamás. José Martí.
EXTERIOR: Suscrición anual. dólares Giro bancario sobre Nueva York La estatua de Sal El topo deslumbrado abre las puertas salgo en cuerpo y alma Avanzo hacia el coro. Oh seno de la vida. Oh velo arrancado. Los vivos nos necesitan vivos. Los muertos nos necesitan vivos!
El corazón aplacado coloca en sus huecos Los ardientes rostros de los hombres!
de Humberto DIAZ CASANUEVA (En el Rep. Amer. Comenzando con una descripción insupeHay algo de terriblemente profundo y sig tu muerte en tu entraña profunda. la vida rable de los llamados estados intermedios. de nificativo, algo de mágico y estelar, algo que que en ella acontece, la marea insondable? El aquellos pasos en el umbral de que hablan trasciende lo estrictamente literario en esta poeepígrafe de The Book of Thel, de Blake los adeptos e iniciados, columpiándose el alma sía que Humberto Díaz Casanueva nos ofrece es, por lo demás, harto elocuente. Las fuerzas entre la vida y la muerte, a partir del poema en su nuevo libro La Estatua de Sal. El len oscuras llaman y llaman, y el poeta, preso en XV, este Canto Cuarto se transforma en una guaje habla aquí no con las lenguas de fuego el telar cósmico, escucha y vacila. En el Canto maravillosa sinfonía, un himno lumíneo y de los profetas bíblicos, ni con las de oro de Segundo el poeta acepta la invitación de las si triunfal, un coro que saluda el retorno de aquel los Upanishads, ni con las de jade del Tao renas negras y como Orfeo, desciende en el rei que había partido. El alma viajera que estaTeh King sino con lenguas de aguas transpano de las sombras. El trozo de uno de los So ba cargada de polvo y telarañas mortales, el rentes y glaciales. Es un lenguaje bello y simnetos de Rilke que sirve de epígrafe a este alma que anduvo disuelta y vagabunda en mebólico cargado de imágenes tumultuosas como Canto bastaria de igual modo para dejarnos en dio de océanos de sombra y de seres de hielo y olas desf ecándose en una playa remota y es tender que el artista recoge el desafío y con nieve, encuentra de nuevo el camino hacia la pectral, lenguaje con el cual el poeta parece viene en lanzarse a la aventura de un viaje cu luz y hacia la vida. el poeta danza como Siquerer expresar muchísimo más de lo que aun yo término y trasunto él ignora: Sólo aquel va joven que danzó en la creación del mundo en su supra realidad expresa. Ya desde su que alzó la lira también entre las sombras pue que lo recibe alborozado: Aquí en la tierra, Introducción nos deja entrever una fracción de de expresar presintiéndolo el elogio infinito. aquí tiemblo sobre ella, como un palillo sobre su universo creador, alza una punta del velo Sólo aquel que comió con los muertos la ama la piel del tambor.
ísico, labra una grieta en el muro musgoso de pola que ellos poseen no volverá a perder ja Humberto Díaz Casanueva que en Rela caverna y al través de esa hendidura pare más el más leve de los sonidos. La alusión al quiem había parecido abrazarse a la muerte ciera revelarnos que todo el poema no es otra mito órfico es evidente en la paráfrasis rilkea con abrazo indestructible, el poeta cuya alma cosa que un doble diálogo dramático de su al na. El Canto Tercero es un viaje tremendo y era ya la estatua de sal hecha de lágrimas ma con el alma cósmica de la cual salió y a la pavoroso por el mundo de las sombras, por el cristalizadas, se libera del lazo siniestro y somcual ha de retornar un día por una parte, y Amenti egipcio. El poeta avanza, como el brío y ávido de creer de obrar ensaya el con el cuerpo y el mundo en que éste vive, por nadador cansado y extraviado, con toda la an retorno a la casa de los días. El trance ha la otra. En aquel dilema aciago en que el al gustia de aquel que no sabe si está vivo todapasado pero toda la experiencia de los munma desprendida del cuerpo en estado de tran vía o es ya un muerto, si habrá de regresar a dos ha sido recogida como un viento de océace parece ya totalmente seccionada de la vida la vida un día o si detrás ya no hay nada, no en el caracol receptivo del alma del poeta.
y transformada en la estatua de sal que miró ni siquiera la necesidad de la muerte. Voces No es Lázaro resucitado con todas sus podreatrás y vió las mareas destructoras. triunfa intercaladas en este monólogo del alma pare dumbres sino Dionysos renacido en toda su sin embargo finalmente la vida: el cantor abo cen representar por una parte el llamado de los lozanía. La Estatua de Sal se ha florecido como mina de su sveño, acepta su expiación y elije seres queridos que invitan desde la ribera opuesaquellas otras estatuas de tierra morena con su vida delante de su muerte. Tal nos ofrece ta, desde los muelles de la vida y por otra los que los pueblos mediterráneos representaban a Humberto Díaz Casanueva el meollo y sínte apóstrofes que el poeta mismo lanza a ciertos Adonis durante las fiestas del Solsticio Vernal sis de su poema. Pero. es esto solamente? seres o categorías de personas. En plena orgía y que se cubrían de flores como aquel tapiz ¿Es sólo una prodigiosa introspección, una desintegratoria, el cantor grita, con Shakesverde y florido que decían los Himnos del zambullida nada más en las honduras cósmi peare: Apágate, leve llama. El Canto CuarNuevo Imperio egipcio al describir las estatuas cas del subconsciente, una revelación mística to es indudablemente la resurrección del alma, vegetales de Osiris resucitado.
obtenida en un estado de sublime trance. Un es Osiris retornando del Reino de las Sombras, Si esta interpretación es exacta quiere defruto del azar, sin planeamiento ni mensaje? es Adonis resucitando en la flor sobre la socir que Díaz Casanueva ha escrito uno de los ¿O es algo más? He aquí la duda que tempraleada pradera, es Attis encarnando en la espimás grandes poemas religiosos de nuestro tiemnamente nos asalta. Pero, esa duda tarda bien ga, es Dionysos trascendiendo en los racimos, po y mediante un acto de magia poética ha poco en disiparse. Leyendo y releyendo cuida es la vida triunfante al fin sobre la aniquiladado forma literaria a algunas de las más altas dosamente los cuatro Cantos de este libro, ción de la muerte. Estás ahí. grita una más depuradas verdades filosóficas de todos los comprendemos luego que su clave encierra voz, y el poeta responde. Sí, aquí estoy yo, tiempos. Pues el alma retornada de la muerte muchísimas más cosas que las que a primera el eterno retoño, aquí estamos al atisbo del ha aprendido, entre muchas otras cosas, que su vista pareciera. Digamos desde ya que, a juicio hermoso verano. Nótese cómo emplea un símdeber, mientras viva es cantar en coro. vale nuestro, es todo el problema del destino huma bolo vegetal y adónico: el eterno retoño.
decir recordar al cantor que él no está solo en no el que el poeta nos plantea aquí en forma agrega más adelante: el mundo sino rodeado de próximos o prócriptogramática como para que la entiendan sólo aquellos que sepan ver: no todos los que tie He de vivir por vez primera en este día jimos según explica Gabriela Mistral a nen ojos sino aquellos que, además, ocultan cierto quienes debe solidaridad, simpatía, ayuda y saetas despiertas bajo los párpados. Hay algo Con mi muerte cautiva.
amor. Del sarcofago helado, del hipogeo fande dántico y de osírico a la vez en la textura He de caminar al encuentro de las cosas y de tasmagórico, el alma del poeta vuelve a la y raíces de este poema, algo fundamentalmen los seres.
casa de los días y se apresta a participar en el te religioso, mágico en el gran sentido de la ¡Reproducirlos!
canto coral de la Humanidad ávida de vida.
palabra y casi diríamos aun sagrado. En el Can. El mundo. El mundo!
to Primero el poeta escucha el llamado de la De nuevo la luz asciende como un casco de Juan MARIN.
Muerte, es tentado por las potencias noctur bronce nas: Siervo del tiempo contado, quieres ver sobre el guerrero en el corpulento caballo. El Cairo. Abril de 1948. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica