Death Sentence

346 REPERTORIO AMERICANO Todo fué inerme ante la flor atómica, sostenida por un tallo marítimo de hirvientes espumas, escamas de peces y cadáveres de madréporas.
Palmera de abanicos gigantescos, abrió, ruda y solar, híbridas ramas.
Al descender incandescentes frutos, cayó el templo invicto y cayeron la torre más alta y la virtual columna.
Se hundió el acorazado y sus banderas con laureles de múltiples combates, y en longitud y latitud extremas, quedó solamente, la deidad implacable coronada por círculos de arcanos electrones; puntas de rayos; luz de sepulcros, y ordenadora de la nueva angustia.
Un sitio en donde esperan al viajero torvos signos: Hiroshima.
El vacío más próximo a los seres: Hiroshima.
La negación que nunca se destruye: Hiroshima.
La podredumbre sobre los dinteles: Hiroshima.
La justicia pesando en las balanzas: Hiroshima.
La síntesis mortal de las derrotas: Hiroshima. así quedó en los ojos de las gentes y los brutos escrito: Hiroshima. así quedó en los mares y en las nubes escrito: Hiroshima.
Esa flor homicida preside inexorable nuestros actos.
Si abrimos la ventana familiar por donde llega el horizonte, la vemos entreabrirse, multicolor y ambigua.
Nos acecha desde el sitial de acero donde su pompa y su rencor erige.
Circula imperceptible por la vigilia y por el sueño, dando unidad a las contriciones. la encontramos en nuestra mínima esperanza y en nuestro máximo abandono, mientras los pueblos huyen como exhaustos bisontes entre el color de la tiniebla verdaderamente nocturna. una voz escapada de millones de formas y lenguas ardientes, se elevó para darle un nombre eterno: Hiroshima.
Una estepa habitada por espíritus suplicantes: Hiroshima.
México, 12 de diciembre de 1948. Las ideas políticas políticas en la Argentina Por Félix LISAZO (En el Rep. Amer. Envío del autor, en la Habana. Setiembre de 1948. Sigue del No 15 del tomo en curso)
IV La doble acción de los hechos y de las ideas gresista va a dejar sentir su influencia bienhese conjugan para producir modificaciones pro chora en las propias colonias de América, aunfundas en los destinos políticos de Europa a que hallará la resistencia tenaz de los grupos fines del siglo XVII y principios del XVIII. En retrógrados hechos a las viejas concepciones tre los primeros sobresale el estremecimiento teocráticas. El ambiente espiritual va a ser otro: que llega a todos los reinos europeos por la a la concepción de la vida que el absolutismo decapitación del soberano de Inglaterra, y la de los Austria había impuesto, seguirá el lisubsiguiente Declaración de Derechos. Pero beralismo a que dará vida el despotismo ilustal vez más que esos acontecimientos que con trado de los Borbones.
mueven las bases del absolutismo, tendrán re La renovación de las ideas es el signo de percusión las doctrinas de Locke, que empie la nueva época, que se extiende a todo lo largo zan a recorrer el mundo, y en las que hablaba del siglo XVIII, hasta el reinado de Carlos IV.
de incompatibilidad de la monarquía absoluta Para nosotros es bien conocido ese influjo biencon la sociedad civil, dando base a las teorías hechor que llegó a nuestra colonia por razón de Rousseau y Montesquieu, y al clamor que de tales cambios, desde la instauración del gova extendiéndose contra el absolutismo im bierno de don Luis de las Casas, que coincidió perante.
con los beneficios espirituales y culturales que En España, le era de los Borbones se ini nos prodigó el Obispo Espada.
cia cuando, al término de la guerra de suce Se extiende por España un entusiasmo inusión que había provocado el testamento de sitado por el pensamiento científico, que RoCarlos II, advenía al trono Felipe de Anjou, mero señala citando escritos de Gaspar Melque reina como Felipe Las inquietudes que chor de Jovellanos, por la economía y aun por con movían la Europa y que hasta entonces ha la educación. Este progresismo cristaliza en la bían hallado un valladar infranqueable en el fundación de numerosas Sociedades de Amiabsolutismo de los Austria, comienzan a pe gos del País. que de España se propagan por netrar en España, gracias al deseo ostensible de casi todas las colonias de América. Sin embarasimilar al régimen los principios económicos, go, la base en que se asentaba la nueva época administrativos y políticos que en otros países borbónica no había dejado de ser absolutista, estaban ya en acción. Se quería, además, sacar sólo que los principios habían sufrido una a España del marasmo en que la había sumido transformación. Entre el absolutismo medievael largo y desastroso reinado de Carlos II. lizante de los Austria y el absolutismo ilusEspíritus progresistas que habían sentido trado de los Borbones había un abismo conla influencia del pensamiento ilustrado y que siderable que residía, sobre todo, en la suplanansiaban que España entrara en esa corriente tación de las fuerzas espirituales que servían renovadora, van a tener influjo en los destinos de respaldo doctrinario a uno y otro. agrede su patria. ese espíritu renovador y pro ga para confirmar su asoveración: Así, el fun.
damento teológico del poder temporal, que tanta fuerza enía durante la época de los Austria, comenzó a debilitarse y dejó el paso a una concepción cada vez más laica del poder civil.
Pero la reacción se ha mantenido en acecho, y ya el reinado de Carlos IV significa u retroceso, que culminará en la increíble reacción de las aclamaciones a Fernando VII, representada por el célebre grito de ¡Vivan las cadenas. con que vitorearon su regreso al trono. Por cierto que un cubano ejemplar había tomado asiento en las Cortes en que se había acordado su destitución: Félix Varela. El regreso del monarca al trono significó su condena a muerte, que le obligó a vivir en el extranjero por todo el resto de su gloriosa vida.
En las colonias rioplatenses las influencias liberales habían favorecido como sucedió entre nosotros. la creación de una atmósfera de rebeldía en pequeños sectores donde ya se evidenciaba la existencia de un grupo con marcados matices criollos. Al mismo tiempo se había iniciado un florecimiento, como consecuencia del crecimiento de las poblaciones y el aumento de los recursos económicos. Aumenta sobre todo la riqueza agropecuaria en asombrosas proporciones. De ahí que se haga notar que sólo cultivan la tierra los que no pueden proporcionarse tierras y ganados para ser estancieros o no encuentran otro modo de vivir. La agricultura, así relegada a último término en un principio, irá ganando terreno, estimulada por el Estado y por las facilidades para el comercio. Factor decisivo será, como lo fué para todo el mundo colonial, las medidas beneficiosas al comercio libre, especialmente las dictadas en 1778 por Carlos III, en las que influye, sin duda alguna, la breve dominación inglesa en La Habana, que tantas excelentes disposiciones, útiles al libre comercio hubo de poner en práctica.
Buenos Aires aumenta su importancia al proclamársela, en 1776, cabeza de un nuevo virreinato que incluía al Paraguay, Tucumán y Cuyo. La transformación que en lo económi Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica