Civil War

REPERTORIO AMERICANO 90 Dr. García Carrillo león a quien aborrecía, ávido de poder y nentes, se requieren dotes excepcionales fama pero siempre renunciando sus cargos, de experiencia política en el historiador, paladín blanco de una raza mixta que no como las posee en grado casi único don entiende y de la que no se fía, generoso Salvador de Madariaga, que por haber te.
sin límites y celoso sin descanso, sincero nido que hacer frente a palabrería tendenen su propósito esencial y tortuoso en sus ciosa muy semejante en la política intermedios. Sus cartas, proclamas y discursos nacional de nuestros días, es ducho en desCARDIOLOGIA (Radioscopía y Elecy la confianza que otorgó a extraños, au contar lo que se dice por mero efectismo.
mentan la dificultad de sondear su ánimo. Pero lo que es aún mucho más difícil, el trocardiografía. METABOLISMO, Sus palabras son parte de su acción, orien señor de Madariaga es capaz de discernir VENAS VARICOSAS.
tadas hacia un efecto persuasivo inmedia. la seriedad fundamental de asertos superto. Las seguridades que da a uno quedan ficialmente inconstantes, cínicos o improrefutadas por las seguridades contrarias visados. las palabras de Bolívar, les conSus teléfonos: 1254 y 3754 que da a otro, o por la franqueza devasta cede precisamente esta atención respetuo dora de algunas de sus revelaciones de es. sa, sabia y clarividente, y a partir de ellas tricta intimidad. Da instrucciones a sus re ha erigido un temperamento real y huma bres sociales blancas a través de las castas presentantes para que adopten medidas ma namente heroico como la causa determinan de color. Tácito durante siglos, este proceñosas. sin embargo, su carrera es tan te del éxito de las guerras de Liberación. so comienza a anhelar expresión a fines recta como una flecha, tanto en la asomdel siglo XVIII, y claro es que sólo podía brosa ascensión como en su fin lamentable.
expresarse como protesta contra España.
William ENTWISTLE Para dar con el sentido de las palabras Así, el rey de España, hasta entonces prode Bolívar para referidas con sólo a ven Profesor de Estudios Hispánicos en la tector del indio contra los abusos del criotajas inmediatas sino a designios permaUniversidad de Oxford llo rico, pasó a ser el Tirano. el criollo, hasta entonces ufano de llamarse español (es decir, blanco. pasó a ser americano. y el español europeo, hasta entonUn Bolívar de carne y hueso ces unido al criollo por estrechos lazos de sangre e intereses, pasó a ser el intruso.
Por José PLA CARCELES De rehusarnos a admitir semejante ex(Envío del autor)
trahumana embriogenia de aquella encarnizada guerra civil pues genuina guerra Llevo ya muchos ratos enfrascado, con za en el intrincado papeloteo, donde conscivil fué la pugna entablada entre españoprovechoso deleite no exento de pena, en la truye, con algo cuya mención pueda emles (europeos y americanos) con negros lectura del agotador análisis que Salvador pañar el lustre del barroco altar levantado e indios a un lado, y españoles (americade Madariaga acaba de dar a luz sobre la por la tradición. Nunca deja de convocar, nos y europeos) con indios y negros al otro vida de Simón Bolívar. No se leen de una en tales casos, todo posible testigo, ocular resulta imposible comprender la ciega sentada estos dos volúmenes, impecable. o auditivo, del suceso o del dicho, para proaberración, sino se achaca a delirio o sumente presentados por la Editorial Her ceder a un meticuloso careo de confidencia.
perchería, que pudo llevar a un hombre mes de Méjico, con espacioso formato y sólo entonces, con el agotado muestrario tan sagaz como Bolívar, hasta el paroxisclara tipografía que llenan casi 800 páginas de pros y contras ante los ojos del lector, mo de calificar a sus congéneres, sin ja.
cada uno y cuya redacción ha exigido se aventura a formular su opinión que, más rectificar, de raza más vil del mun.
ella salta a la vista varios años de rebus cuando resulta peyorativa, nunca deja de do, regodeándose en su integral extermica por los principales archivos de toda Amé parecer escoltada por todas las posibles cirnio, fueran o no simpatizantes con el ideal rica, de París y de Londres. Pero lo ya leí cunstancias atenuantes.
indepedentista, y sin sentir el más mínido me ha convencido, sin necesidad de esmo empacho ante la clamante paradoja por perar hasta el fin, de que este estudio, por Si, como español, se complace en expur él mismo simbolizada con los sesenta apesu imparcialidad y minuciosa documentagar de exageraciones, cuando no de francas llidos de su ascendencia.
ción, va a mantener la figura del Libertad mentiras, el escenario colonial en que bro.
Por lo que hace a la personal psicología ta a la acción el insigne renegado, no se en el alto pedestal que a su hazaña corresde su protagonista, Madariaga ejercita a muerde la lengua, ni mucho menos, para ponde, aunque también con las fuertes lifondo esa tan reputado maestría suya en maduras exigidas en cuanto a su fogosa exponer las lacras del régimen o los atola espeleología de almas literarias. Hanlondramientos de las múltiples juntas papersonalidad intrínseca, por la verdad his.
let y Don Juan o raciales Bosquejo de trióticas peninsulares al ocurrir la invasión tórica. Esto último mucho me lo temo Europa e Ingleses, franceses y españoles napoleónica, causa indudablemente inmehabrá de constituir un formidable barranpara ofrecernos un Bolívar de carne y diata de la sin par coyuntura para hacer co entre el mérito de la publicación y el hueso con su impuro complejo de mortal saltar las ya latentes chispas separatistas entusiástico aplauso con que debería ser pero sin velar ningún legítimo resplandor que, por un lado, la conmoción ideológica acogido en todo el vasto mundo de nuestra en su gloria epónima. Al descubierto que.
lengua. Será ello seguramente el caso en de la época y, por otro, los interesados dedan los dos íntimos resortes de su trepidanVenezuela donde el nombre de Bolívar ha signios de Inglaterra, tan formidable hote carrera; un duro engreimiento a horcaguera iban a encender. Esos dos foráneos llegado a alcanzar cumbres de ingente mijadas de insaciable pasión autoritaria y el barrenos, fortalecidos con la locura de Rieto intocable. Un diplomático de la tierra, ansia acérrima, casi descargada, de encargo, tuvieron mucha más parte, de fijo, en tan inteligente como culto y hombre de nar en América la grandeza de Napoleón; el prematuro derrumbe del imperio hispámundo, me decía una vez entre burlas veal aire quedan, flameando sobre los esconnico que la propia vocación americana de ras: Bolívar no se le compara; a Bolíbros de aquel régimen virreinal cuya secesión.
var se le separa. Para muchísimos veneprobada adecuación al estadio evolutivo zolanos, en efecto, todo roce crítico a la No quiere ello decir que, aun sin estí de la América contempornea no pudo, a la sombra del egregio compatriota es comple mulos de fuera, no se hubiera producido a postre, dejar de reconocer el mismo, el tamente tabú. La inflación mítica raya, al la larga el desgarrón. Este lo había veni penacho de su trascendente epopeya y los amparo del sentimental prejuicio, en irralastimeros harapos de su desencanto.
do gestando oscuramente lo que podríacional fetichismo.
mos llamar un metabolismo bio cósmico Yo diría, como resumen a mi impreBien conoce el autor el paño de la aris cuyo proceso, no alumbrado hasta aquí sión, que, con esta brava biografía ceca susceptibilidad venezolana. Pluma en por ningún otro analista colonial, explica rrojo de un opulento ciclo cálidamente paristre escribe con gráfica imagen en el Madariaga con felicísima intuición. Los triótico, el autor ha logrado su más efiprefacio vela sobre la gloria del héroe, hombres, escribe, no pueden tomar pose caz esfuerzo para proyectar el foco de la una guardia fiel de caballeros del Santo Se sión de la tierra, sin que la tierra tome verdad sobre la historia de nuestra Amépulcro con quien tendrá que habérselas el posesión de los hombres. Injertados en la rica, si ya no estuviera en las bibliotecas desdichado investigador, si por acaso logra tierra por medio de los naturales con quie el magistral Cuadro de las Indias que le penetrar hasta la ciudadela por el dédalo nes mezclan su sangre, los españoles se sirve de introducción.
dialéctico que la defiende. Por eso se an van haciendo americanos a medida que da con pies de plomo cada vez que tropis la savia de la tierra sube y gana las cum Ginebra. 1952. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica