Democracy

REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLIV San José, Costa Rica 1949 Lunes 28 de Febrero No. 24 Año XXIX No. 1075 Otro Día Histórico de Gallegos PBREXEKC)
Rómulo Gallegos Por Fernando ORTIZ (En el Rep. Amer. Discurso en el Homenaje Nacional Presidente de una gran Nación libre y demodel Pueblo Cubano al señor Rómulo Ga crática, sino el simbólico jefe de toda la Demollegos, Presidente Constitucional de Ve cracia Americana, escarnecida por sus poderonezuela, celebrado en La Habana el 18 de sos expoliadores.
diciembre de 1948. Este es, sin duda, un gran hecho histórico, logrado sólo por lo que vos sois y significáis. Don Rómulo Gallegos, Honorable, hoy Este homenaje que estáis contemplando no es más honorable que nunca, señor Presiden solamente la simpatía de muchos millares de te de los Estados Unidos de Venezuela! cubanos. Aquí están cuantos caben en esta gran Pueblo venezolano, que al otro lado de plaza de José Martí; pero a través de los mila censura castrense, estás oyendo las voces crófonos os escuchan todo el pueblo cubano y de tus hermanos de Cuba!
ctros pueblos, todos los de América y aun más ¡Pueblo cubano, pueblo mío!
allá de los océanos. Este histórico acto que vuestra autoridad preside es una insólita rea¡Rómulo Gallegos, hijo espiritual de Si lización no sólo en Cuba, sino en toda Amérón Bolívar! Toda Cuba os admira y está rica. En Cuba porque es la primera vez que con vos, no sólo por lo insigne de vuestra per los cubanos de estos tiempos, representativos de sonalidad intelectual, ética y cívica, ni por ser todas las ideas cívicamente decorosas, han susel Presidente de la fraterna nación venezolana, pendido sus divergencias para un propósito cosino también porque sois el símbolo vivo de mún, para este homenaje realmente nacional, la democracia atropellada por la fuerza incivil de apoyo a vuestra figura prócer y a vuestros No ha muchos meses que tuvimos la honra de derechos ultrajados, de reafirmación de los ideapresenciar en Caracas vuestra exaltación a la les democráticos y de repudio de la injusticia Presidencia de la República de Venezuela por usurpadora del poder republicano por la traiel sufragio do las tres cuartas partes de vuestro ción de la fuerza bruta.
pueblo. Fué un día glorioso, que se llamó El Pero, además, esta asamblea es extraordihistórico día de Gallegos. Ahora presencia naria así por su realidad como por su alegoría mos, aun con más emoción, este grandioso histórica, porque una semejante a ésta, libre y acontecimiento de extraordinario significado, de democracia funcionalmente verdadera, no que en Cuba y fuera de ella podrá ser recor podría celebrarse sino en muy contadas repúdado también como otro histórico día de Ga blicas de América; acaso en sólo tres o cuatro llegos. Que si ayer, por el mandato popular to de ellas, y seguramente en ninguna de las más niabais posesión de la Presidencia de los Esta grandes y poderosas así de la América del Nordos Unidos de Venezuela, hoy se os aclama te como de la América del Sur.
como el Presidente de los Pueblos Unidos de Aquí estamos voceros del gobierno y de todas las Américas. Aquí no sois tan sólo el la oposición y de los apartados de las militancias partidarias, unidos todos por un ideal común y por la tolerancia mutua que es la base de toda democracia plena. es cierto que hoy en muchas repúblicas americanas, no se toleran los partidos de la oposición, ni las voces libres.
Hemos acudido todos a este llamamiento como ciudadanos, sin distingos de civiles ni militares; pues todos aquí, fuera de nuestras respectivas funciones sociales, en el Ejército, en la Judicatura, en el Congreso, en el Gobierno o en la Universidad, el comercio y el taller, sin togas, uniformes, rangos ni insignias, no somos más que ciudadanos libres que ejercitamos nuestro derecho de opinión, cosa que hoy no puede hacerse en la mayoría de los Estados de América, de los que se dicen salvadores de la Domocracia.
Aquí hablan los gloriosos veteranos mambises que conquistaron la independencia patria y sus descendientes, aspirando todos a merecer el dictado de libertadores para impedir el pérfido propósito de los extranjeros que nos quieren reconquistar.
Aquí nos congregamos creyentes de varias CARAVIA religiones, sin tener que preguntarnos unos a otros cuál es la vía que para acercarnos al Gran Fernando Ortiz Misterio nos ha dictado nuestra propia conciencia. en algunas naciones de América se carece de libertad religiosa y ciertos cultos tienen exclusivos privilegios y monopolio oficial, con persecuciones para las demás. hasta se legalizan y fomentan sociedades secretas como el Ku Klu Klan, a manera de un ñañiguismo africano, donde ciertos diablitos encapuchados persiguen a los negros, a los católicos y a los judíos con el sacrilego emblema de una cruz de fuego.
Aquí nos hallamos hombres y mujeres, ciudadanos todos de una democracia institucionalmente cabal, sin privilegios sexuales; lo que Do ocurre en otras naciones, donde las madres, ellas que son las principales responsables de bacer patriotas, sin embargo no pueden votar.
En esta tribuna han hablado con igual anbelo profesores y estudiantes; lo que hoy no puede ocurrir ciertamente en muchas repúblicas, donde los catedráticos son perseguidos y desterrados y donde a la juventud no le quedan otros derechos de opinión pública que el de callarse o el de adular.
Los que aquí están, unos son de la clase pobre (los más, como ocurre en todos los pueblos) y otros son de la pudiente; pero todos investidos por igual de la dignidad ciudadana, todos con idénticos derechos cívicos, mientras en Estados vecinos, pese a muy alardeada democracia, quienes no pueden pagar ciertos im.
puestos no pueden tomar parte del sufragio electoral.
Aquí estamos, en fin, millares de ciudadanos sin discriminaciones por el color de la piel, ni la figura de las narices: blancos, negros o amarillos de todo género de mestizaje, nór.
dicos, tropicales y ecuatorianos, todos juntos, cívicamente iguales y la mano propia con la njano ajena, formando el cordón humano que Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica