REPERTORIO AMERICANO Alegría en la tierra (En el Rep. Amer. Alegría en la tierra. Alegría en las almas. Alegría de luces rutilantes del sol, de torrentes en fuga, de trinar de las aves, de rumor de majadas y de huertos en flor.
Alegría que arrastra, como viento de otoño la marchita hojarasca de la muerta ilusión y que acendra, en los frutos olorosos, el néctar de soñados placeres y de ensueños de amor. Alegría que surge. Alegría que brota, en las sombras del bosque y en las alas del mar, que se agolpa y hacina, que resuena y estalla, como un canto argentino de salmodia triunfal, como un himno de gloria, como un enjambre de abejas embriagadas de miel, y que es ritmo y belleza y salud de los cuerpos y dosel de los fuertes y apoteosis de Ideal. Alegría. Alegría!
De olvidadas sonrisas, florecer, florecer!
Algarada de niños, algarada de jóvenes, algarada de viejos que pretenden coger en sus manos la luna y en sus dedos estrellas y volar en los bosques con las alas de Ariel. Surtidor de alegría!
Yo te invoco otra vez al clarín de los sanos, al piafar de los potros que indomables sacuden sus penachos de crin, al volar de gaviotas sobre espumas doradas, al claror de las lunas en los huertos de Abril.
Yo te invoco en los mostos, yo te invoco en los vinos y en el rojo carmín de los labios sonrientes, de los labios abiertos en espera de besos y de cantos de luz; en los ojos que lloran y en los ojos que brillan, en los brazos que anhelan estrechar el azul, en las frentes caidas y en las frentes enhiestas, en el arma del héroe y en el arma ruín. Alegría. Alegría!
Para todos los seres que han probado el dolor: para el tímido amante lacerado de celos, para el fúnebre amante que su amada perdió, para el pálido amante que quedó abandonado, para el tétrico amante de extraviada razón que rumiando recuerdos y esperanzas deshechas, con su vida el recuerdo de su mente arranco; para todas las madres junto a cunas vacías, para todas las madres que levantan su voz invocando a los hijos que se fueron al mundo o invocando a los hijos que la tumba tragó; para todas aquellas que anhelaron un hijo, un capullo de ensueño, que jamás les llegó; para aquellas que amaron y por eso sintieron en su vientre la vida y en su rostro el baldón. Alegría. Alegría. Bendición!
Bendición en la sombra más oscura e intensa, bendición en el antro más oscuro y glacial, en la pena más negra del más negro delito, en la herida, en la llaga en el miasma, en el mal, en el hipo beodo, en la risa ramera, en el crimen, en la hora nefanda y en la hora fatal. Bendición y alegría!
Las campanas retiñen con un son de alegría tenaz, las trompetas de plata proclamando perenne alegría, los cimbales, los pifanos, en un coro de bronce y metal. Cómo suenan las voces de oro, esas voces divinas que descienden al hombre y que van encendiendo luceros, abrasando horizontes, lavando a las almas con agua lustral, con agua de vida, hasta el día en que surja la estrella de un nuevo Avatar; hasta el día de gloria, basta el triunfo final. Alegría. Alegría. Aleluya!
Aleluya por siempre jamás!
José ACUNA. En San José de Costa Rica. 1949. QUÉ HORA ES. OYNU Dos conceptos antiguos y erróneamente interpretados moContinúa: Al lado de su tradicional finalidad de conservar y trasmitir la civilizaLecturas para maestros: Nuevos heción, la noble tarea de promover nuevas cochos, nuevas ideas, sugestiones, incitarrientes de bienestar social y económico.
ciones, perspectivas y rumbos, noticias. Se impone el imperioso mandato de narevisiones, antipedagogia.
cionalizar la escuela en la más amplia y más humana acepción de la palabra.
Hay que despertar en este pueblo la fe en sí mismo. darle la capacidad para todas las (En el Rep. Amer. cosas grandes, que no es el cuánto sino el cómo hacemos lo que da majestad a los actos huSi vis pacem, para bellum.
Mientras la escuela sufra la influencia de inanos.
Mens sana, in corpore sano.
tales corrientes negativas no será posible la Todo lo cual no debería ahogar la noble rectificación de los conceptos morales del ni aspiración de sugerir y robustecer los más eleLa dinámica de las ideas es permanente y, ño.
vados móviles de acción, sustituyendo a veces, su ritmo va en aumento produciendo ¿Hay en el aula egoísmo. Existe la lu ral pasiva y de prohibiciones por lo que crea males o beneficios cada vez mayores.
cha entre los preceptores. Están ellos movi y fomenta costumbres de benevolencia y abSiglos hará que alguno, llevado por im dos íntimamente, secretamente por las pasiones Gegación, de cooperación y de servicio; de propulso ancestral proclamó que si hemos de vi originadas por ese prepararse para la guebidad y valor, de moderación y confianza en vir en paz, debemos prepararnos para la gueIra. sí.
rra y, con desconocimiento absoluto de la No existe ni la más remota esperanza de don Roberto, como sembrador excelso, psicología, cosa natural entonces, sembró por que la Humanidad sienta el influjo de la fra que lo fué, crea una Escuela, como si fuera el una eternidad, en la conciencia humana el afán ternidad de Cristo, Mártir Eterno y Luz Eter gran vivero del bien, en donde se han de cultiguerrero.
var las mentes y los corazones; lo material y Quien se prepara para algo ha de ejercerlo Escuchemos reverentes las palabras de don lo espiritual, para destruir aquello de la prey por esto, aún hoy, la preparación para la Roberto Brenes Mesén, que caen en el fondo paración bélica y para poder decir Cuerpo matanza es el origen único, de la matanza del corazón como gotas de rocío en boca de sano y mente sana. ideal supremo del hommisma.
un sediento: bre.
La sociedad, el hogar, la escuela, han gi Para ennoblecer a los ojos de las nuevas Haga nuestra Escuela de Costa Rica algo rado alrededor de ese proverbio.
generaciones esta superior profesión universal: en ese sentido, con el espíritu del Maestro y ¡Luchar, luchar!
la de ser hombres, conducirse humanamente e pronto, como amanecer de verdadera esperanDe ahí los males, el egoísmo, lo indesea interesarse por todo cuanto al hombre perte za, principiará el costarricense a levantarse, a blea de la vida, el dolor y la guerra.
nece.
matar esa fiera hambrienta que ha convertido na. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica