326 REPERTORIO AMERICANO SELECTA El polvo asciende y asciende, como incienso al Señor.
La campana en lo alto, lanza uno a uno, su sonido quejumbroso, para que se escuche, aquí, allá y más lejos.
Surgen en el ambiente enlutadas figuras, rígidas sin rostro, mecidas por el viento de diciembre, que en procesión llenan la iglesia.
La campana en lo alto llama y llama.
Más figuras no enlutadas llegan y llegan. Fieles y más fieles. Qué llena ha quedado la iglesia. Dios mío, todos vienen a Ti. Dios mío, voy hacia Ti!
Ruth Ligia BRICENO.
San José, Costa Rica.
Noviembre de 1948. La Cerveza del Hogar SELECTIA EXQUISITA SUPERIOR Los Estados Estados Unidos Israel tórica con el designio de ser, antes que una unidad mercantil o militar, una unidad anímica, no se podrán iniciar las amplias tareas Por Alberto GERCHUNOFF de la paz. En los boletines de JADLA.
New York, Mr. Truman asiste a su capilla los domingos y lee la Biblia. Repasa los versículos de la vieja Ley, de los profetas y de los evangelistas.
Su lenguaje le es familiar y su sentido ha de penetrarlo desde su infancia. Es éste el sentido con que se descifran los problemas del hombre y el enigma de los pueblos. Servir a la verdad, que es primordial noción religiosa, radica no en rodearla ni explicarla casuísticamente sino en aceptarla tal como es, sin temor a su peligro ni a sus consecuencias ineludibles, Israel se presenta como una verdad de fuego que es necesario admitirla en su esencia y aplicarla hasta sus últimas conclusiones. Unicamente de esta manera se avendrá Mr. Truman con los graves acontecimiento del mundo y el mundo se animará a colaborar en su obra. Ha de comenzar el jefe de la gigantesca nación de América por luchar por Israel, sin desviaciones ni vacilaciones para mostrar así la forma en que comprende su deber mundial y la forma en que cumple con los que le confirieron en su propia patria el honor de regir sus destinos.
Los delegados norteamericanos variaron en diferentes ocasiones su opinión sobre el problema de Israel. Fueron partidarios de la partición de Palestina y dejaron de serlo cuando comenzó a discutirse el procedimiento de apagar la guerra provocada por los países árabes; volvieron a apoyar a la nueva nacionalidad en el curso de distintos incidentes. Luego del triunfo de Mr. Harry Truman en las elecciones presidenciales, en este comienzo de noviembre de 1948, comienzan a advertirse nuevamente indicios de una más favorable disposición de los Estados Unidos. Es éste un síntoma del liberalismo con que se propone gobernar el sucesor de Franklin Roosevelt, asegurado en la Casa Blanca por un nuevo período, o es simplemente una de las fluctuaciones que tanto criticaron sus adversarios? Preferiría creer que este demócrata se ha visto obligado en los últimos tiempos a considerar factores contrapropuestos, y en su habilidad de caudillo quiso en tan diversas circunstancias, contemporizar con todos sin comprometerse demasiado con ninguno. Una vez salido victorioso de la contienda civica, quiera volver acaso a los principios democráticos y al sentimiento de equidad humana. La humanidad aguarda de Mr. Truman una política firme de rectitud y en ello consiste también la esperanza de los judíos que aspiran a la consolidación, en el hecho y en el derecho, del Estado de Israel perturbado en su fresca vida por los agresores del Cercano Oriente, movidos en la sombra por los numerosos y poderosos agentes de Inglaterra.
Israel será nuevamente el termómetro del mundo como lo fueron siempre los judíos en el decurso del tiempo. No es admisible que el substituto del Mediador desaparecido maneje a las Naciones Unidas según ha ocurrido hasta hoy y convierta a la América del Norte en un instrumento de su imaginería política. Es creíble, tal vez, que Mr. Bunche no sea un encargado servicial de los negocios de Inglaterra en el Cercano Oriente; es indudable que actúa de acuerdo con las conveniencias británicas y contra las manifestaciones formuladas por Mr. Truman. Debe éste acentuar su conducta liberal defendiendo la posición de Israel mediante la traba rigurosa a toda tentativa de despojo de su territorio, ideado por Mr. Bunche y sometido al Consejo de Seguridad con el seudónimo del conde Bernadotte. Sustraer al patrimonio de Israel el Neguev, puertos y aeródromos y dejarle un terrón para subsistir sobre un perímetro minúsculo representa no una solución sino una vindicta contra el Estado que crearon las Naciones Unidas. Es el ideal del gobierno británico y la aspiración de no pocos de los que tienen su asiento en Lake Success. No puede ser, en cambio, un anhelo de Mr. Truman si es que posee realmente los sentimientos que sus compatriotas descubrieron en su prédica de candidato y lo ungieron por ello con el sufragio consagratorio.
Yo creo en Mr. Truman y creo en su disposición de cordialidad humana. Tendría que congratularse humanidad si estos sentimientos se vertieran en la práctica de la política en beneficio unánime. El mundo necesita llegar a la paz y a un orden equilibrado que le permita volver al reposo moral y a la capacidad de reanudar sus antiguas normas de vida. Mas no basta asegurar la paz entre Rusia y los países occidentales y complacerse con ostentoso regocijo ante el renacimiento de las industrias o la incierta normalización del comercio. La existencia de pueblos no tan voluminosos y que en apariencia no se advierte su pesantez física en el Universo, tiene igual importancia que las grandes masas nacionales que presumen mover el globo terrestre. Mientras no se desaloje de los bordes de Israel a los invasores fomentados desde afuera, a esa coalición de países que las potencias principales explotaron sin preocuparse de su destino y a los cuales dió la joven patria judía el ejemplo de su generosidad de espíritu y de su amistad de núcleo de gente civilizada, congregada en su tierra hisDon Mario Sancho (Envio del autor)
Parco en el decir. Concreto el pensamiento. Sin eufonismos ni palabras rebuscadas. Lo preciso de la palabra, abría en nosotros amplios mirajes y horizontes ilímites para investigar. Sabía abrir el camino que llevaba a valorizar los hombres, su vida pública, sus actuaciones.
En charlas cortas y sustanciosas, en encuentros imprevistos, la ironía sutil de su palabra caía como lluvia fina sobre los ídolos de barro públicos, desmoronándolos. Hacía ver las situaciones actuales, los momentos vividos, en una forma clara, que nosotros no habíamos podido percibir. Otras veces, evocaba su Cartago señorial, ya ido para siempre, y sus reminiscencias tenían un dejo de tristeza al compararlo con lo prosaico de la hora actual.
Creo que don Mario, inadecuado para vivir en un Cartago que ya no era el suyo, prefirió cerrar los ojos para soñar con un pasado mejor.
Omar FLORES Angostura. 20 IX 48.
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