Roberto Brenes Mesén

REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLIV San José, Costa Rica 1949 Jueves 20 de Enero No. 20 Año XXIX No. 1071 Fué trascendente, en más de un sentido, la declaración de independencia intelectual que significó la publicación de la Gramática Castellana de don Andrés Bello en 1847.
Con fruición había asistido, desde Londres, a aquella carrera de triunfos y derrotas que culminó en la apoteosis del Libertador.
Parecía, allá por el año de 1825, que nada quedaba por libertar en el Continente de su origen. Sin embargo, al año siguiente, 1826, aparece el Repertorio Americano y en su primer número la bellísima Silva la Agriculturc de la Zona Torrida, que es ya un liberar la visión del hombre de América a los extraordinarios encantos y grandezas de las tierras de América. Luego, su Alocución a la Poesía es un señalar de nuevos y libres rumbos a la imaginación de los escritores que vendrán a nuestro suelo. Para un libertado Continente, una Poesía que le sea suya, sin dejar por eso de ser profundamente humana. Para la expresión de la libertad, como de la Poesía y de todas las demás formas de la vida de la emoción y del pensamiento, se requiere una lengua amplia que sin olvidarse de sus originarias fuentes acepte en la expansión de su cauce todos los torrentes de una civilización que se hinche con los aportes del sentir, del pensar y del crear de muchos pueblos. Tal la lengua española que Bello concibió en función de las necesidades del Continente Americano. Al cual dedicó su Repertorio, con una ortografía destinada a facilitar el aprendizaje de la lectura y de la escritura entre nuestros pueblos del Nuevo Mundo. Porque Bello concibió la lengua como medio y vehículo de la cultura, como instrumento adaptado al servicio de las instituciones de una nueva etapa de la civilización, dentro de la libertad.
Por eso, su Gramática Castellana fué concebida como un medio de difusión y de adquisición de la cultura. Su Gramática fué práctica y no teórica.
Retrato de Don Andrés Bello, ejecutado en Santiago de Chile por Monvoisin, en 1850, y donado por Bello a la Universidad de Caracas. Se conserva en el salón principal de la Biblioteca Nacional de Venezuela.
En el centenario de la publicación de la Gramática por don Andrés Bello Es un estudio de Roberto BRENES MESEN (En el Rep. Amer. Esto es, el primer gramático de América creó, como el primer gramático de Alejandría, Dionysio de Tracia, la obra de que derivaron todos los demás conocimientos gramaticales que inundaron a Europa dieciséis siglos más tarde, en un caso; y a la América, durante un siglo, en el otro.
La diferencia entre Dionysio de Tracia y don Andrés Bello es que si el primero escribió con el propósito de enseñar la lengua griega a la juventud romana, don Andrés Bello se propuso enseñar una lengua literaria, la lengua de la gente educada a pueblos que la desconocían. Quiso él poner en sus manos un instrumento que les permitiese la correcta interpretación del pensamiento, del sentimiento, de las leyes, contratos y declaraciones de voluntad de las naciones de habla española. Dionysio de Tracia aspiró a trasmitir su lengua nativa a los jóvenes de las buenas familias de Roma.
Don Andrés Bello dedicó particular empeño en aleccionar a la juventud de Chile y a la del resto de América. en el manejo de la lengua literaria de Castilla, hoy más generalmente llamada española. En don Andrés Bello hubo un doble pensamiento político: dar un paso importante hacia la liberación intelectual de América y consolidar el instrumento de su unificación espiritual, el cultivo de la lengua como medio de señorío del pensamiento de la raza en el Continente Americano.
Hombres como Zenodoto, primer bibliotecario de Alejandría, y Aristarco, escribieron sobre el artículo, el pronombre demostrativo y el personal, el número y el caso, en directa relación con los textos homéricos. Dionysio de Tracia le fué dado recoger y ordenar los más de esos materiales para construir su gramática elemental en la ciudad de Roma, razón por la cual hubo de traducir al Latín nombres de la terminología gramatical griega que se han perpetuado en su forma latina en todas las gramáticas de las lenguas europeas, a través de Donato y de Prisciano. Dionysio, originario de Tracia, hizo su educación en Alejandría, bajo la dirección del mejor crítico y editor de Homero. Absorbió sus conocimientos de gramática en fuente original, porque Aristarco al establecer su lección crítica de un texto de Homero, debía basarlo sobre reglas generales que aseguraren el convencimiento de los otros gramáticos. En ejercicios de esta naturaleza creció la erudición gramatical de Dionysio. Su Gramática fué elemental, pero decisiva. En ella se encuentra toda la terminología extraída de Platón y de Aristóteles que pasó integra a los críticos editores de Homero en Pérgamo y Alejandría. Aelio Donato floreció en el siglo IV de nuestra era. Se le recuerda tanto por haber sido maestro de San Jerónimo como por su Gramática Elemental (Ars Grammatica) que atravesó la Edad Media con el prestigio de ser la mejor gramática elemental de la lengua latina.
Prisciano, nacido probablemente en Cesarea, floreció a principios del siglo VI y enseño en Constantinopla, en donde se editó su obra Instituciones gramaticales. De los dieciocho libros que contiene esta obra, los dos últimos. una cuarta parte del volumen abarcan la Sintaxis: los otros dieciséis comprenden el estudio de los sonidos, la formación de las (Envío de doña Ana María de Brenes Mesén.
Este trabajo es el último que dejó escrito el autor, en 1947. Lo presentó al certamen conmemorativo abierto por la Academia Venezolana de la Lengua, en Caracas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica