Joaquín García Monge

292 REPERTORIO AMERICANO El traje hace al caballero y lo caracteriza la SASTRERIA Pero preséntanse, además, cien mil aspec tú vivir bajo un cielo cual lo pintas. Quisietos imposibles. Mas éstos se encuentran sólo ras soñar en la sombra de uno de tus árboles?
en las obras de la pintura moderna.
Por cierto ino. o mal de ti. no piensas ¿Por qué, pintor, sólo pintas y no quie en los venideros. No dirán apenados: somos res ver lo bello de esta maravillosa naturaleza, descendientes de los descarrilados del siglo XIX?
para inspirarte y robarle aquí y allá una sin Qué aflicción, y no cabe remediarla.
fonía o una sola nota e introducirla en tus propias obras, a que acaricien, produzcan go Tengo esperanza. La tengo, porque tences, cuenten cosas claras y agradables, y con go fe. así como creo en la ventura de aquesu gracia capten para siempre su merecido rin lla única semilla del primer puñado, no duconcito en el alma del agradecido contempla do que de otros alguna caerá en tierra fértil, dor. Por qué. Es pedir demasiado, por no enmarañada de vegetación hostil. mienser la tarea ardua. Comprende que solamente tras disfruto de semillas suficientes, las voy a el talento es regalo; no lo elevado, que puede confiar, puñado tras puñado, a los vientos.
y debiera ofrecer. Pues mira, observa, piensa y sé perseverante en la lucha! Valdrá la pena. San José de Costa Rica.
La lucha lleva a la meta, al triunfo. Quisieras Octubre 1948. LA COLOMBIANA de FRANCISCO GOMEZ e HIJO le hace el traje en pagos semanales o mensuales o al contado. Acaba de recibir un surtido de casimires en todos los colores, y cuenta con operarios competentes para la confección de sus trajes.
Especialidad en trajes de etiqueta Lo que no sabíamos.
China y nosotros Tel. 3283 30 vs. Sur Chelles Paseo de los Estudiantes Por Miguel MELENDEZ MUÑOZ la intemperie, como epílogo de su visita a la comarca.
ra San Juan de Puerto Rico La República de China sostiene cordiales 18 de mayo de 1945 relaciones amistosas, culturales y comerciales con todos los pueblos indoamericanos.
Sr. Joaquín García Monge Desde mucho antes de la Emancipación Director Repertorio Americano.
las colonias chinas eran numerosas en estos San José, Costa Rica pueblos.
También en las Antillas contábamos con Mi muy estimado Don Joaquín: la vecindad de familias chinas laboriosas, serviciales, respetuosas y temerosas de la ley.
Por paquete aparte le remito un ejemplar En nuestro país no quedan vestigios de de la edición de Puerto Rico Ilustrado, coellas. Si acaso, descendientes en segunda o terrrespondiente al 19 de este mes.
cera generación.
En Cuba y la República Dominicana se He creído muy de justicia, comentar en han mantenido inalterables con el tiempo las mi colaboración habitual, para esa revista, la colonias chinas.
carta que le dirigiera a usted el embajador El cambio de soberanía nos privó de grachino en esa república y la hermosa y viril tos, heterogéneos y pintorescos elementos étcontestación suya.
nicos que convivían en nuestra tierra, que la cultivaban como el jíbaro que la tributare la He querido también divulgar, de este momás constante dedicación y su más acendrado do, la actitud suya, tan noble y generosa paamor.
nosotros, que no pudo ser conocida en Hombres de China, Sicilia, Mallorca, Isnuestro país, debido a la escasa y singular las Canarias, sirios, árabes y, de vez en cuancirculación que tiene Repertorio Americano do, irrumpían por nuestros pueblecitos del inen nuestra isla.
terior con su iglesia, tocada con su alegre y vocinglero campanario, su alcalde, su boticario Tal vez resulta algo tarde la publicación sabiho do y su cura de almas, rechoncho y de esta comentario mío, en relación con la sanguíneo, aquellas tribus de gitanos con sus fecha en que insertara esos significativos dovestimentas abigarradas, sus bailes lascivos, su buenaventura, sus panderetas, sus osos tristes cumentos en una edición de su revista. Pero, y famélicos de profunda mirada humana trasa su percepción no se le escapará que, actuallúcida del dolor y de la ausencia de la selva.
mente, las comunicaciones para este país fuera de la corriente con Estados Unidos, son Por dondequiera que pasaban estas tribus dejaban el recuerdo de sus costumbres, el tema muy difíciles y dilatorias. Puedo decir que de sus ritos, la huella de sus fechorías y de vine a recibir el mes pasado la edición de su revista en que usted insertó las dos cartas de sus rapiñas. Cuando algún grupo de ellas se referencia.
acercaba a la puerta de una casa, la dueña tomaba en sus brazos a sus hijos más pequeños: Para ilustrar ese artículo mío, ordené la se temía que los secuestrasen para sacrificarlos y beber su sangre inocente, porque eran vamreproducción de un antiguo retrato suyo, en piros. La dueña de la casa también ordenaba que usted aparece acompañado por la poetisa y recitadora cubana, Dalia Iñíguez, que haa sus criados que vigilasen las aves de corral y demás animales domésticos cuya propiedad bía recortado y conservaba de una antigua edición de su revista.
corría gran peligro ante aquella exótica visita.
Estas tribus acampaban en las afueras de los pueblos. Su estancia se medía por el tiemExpresándole el sentimiento de mi más alta consideración y sincero afecto, me reitero po que durase la operación de sus negocios licitos. Cuando ya la buena gente del pueblo se había leído la buenaventura, y estaba canSu afectísimo amigo y compañero, sada del espectáculo de los bailes y otras habilidades histrionicas de aquellos tipos nómaMiguel MELENDEZ MUÑOZ.
das, la tribu aprovechaba la última noche para saquea: gallineros, corrales y lavanderías a La otra inmigración no era exhautiva. Se componía de hombres que venían a nuestra tierra en busca de lo que no pudieron hallar en la suya: paz, sosiego, igualdad en el trato humano, compensación lícita por su trabajo.
Eran hombres rudos, aldeanos obligados a abandonar tierras improductivas y agotadas que hallaban en la fertilidad de las nuestras el tesoro fácil presto a entregarse y parir con su vigorosa fecundación.
Ellos plantaron en nuestras sierras las maravillosas fincas de café y trajeron a nuestro país una nueva cultura agrícola.
Sirios y árabes eran comerciantes trashumantes. Recorrían la isla de un extremo a otro, adaptados a sus cabalgaduras como un apéndice de ellas.
Los asiáticos se adaptaban fácilmente a nuestras costumbres, aun con más flexibilidad que los europeos. El clima les era más propicio. Ciertas aptitudes de nuestro pueblo: la promiscuidad, el hacinamiento en las viviendas, el cultivo de pequeños huertos, confluían con su concepto de la vida y del trabajo. Todavía más, su hermetismo y taciturnidad milenarios coincidían con la de nuestro campesino, huraño, silencioso y desconfiado. eran, también aquellos inmigrantes asiáticos, finos de cuerpo, magros de músculos, pero dotados de una extraordinaria capacidad de trabajo y de una inverosímil resistencia para las más raras y agotadoras privaciones, como lo han sido nuestros jíbaros. Si ayer permanecimos aislados de los demás pueblos de América, de la América colombina por el temor de nuestros gobernantes a que fuésemos a contagiarnos. Si hoy continuamos tan aislados como antes, a pesar del enorme progreso alcanzado en todo orden de comunicaciones, por motivos políticos y comerciales de esos mismos países, China no tiene para nosotros más actualidad y presencia que los episodios de su lucha heroica por la defensa de la libertad. en este aspecto le es familiar a nuestro público lector la campaña que en Estados Unidos ha realizado Madame Chiang Kai Shek para conquistar la adhesión de aquel gran país a Su causa y por las gestas de su esposo el generalísimo de los ejércitos de liberación.
En cambio, en las grandes y pequeñas repúblicas de Hispanoamérica, existe un conocimiento variado de la cultura de aquel Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica