Carmen LyraCivil War

REPERTORIO AMERICANO 235 Carmen Lyra, nuestra querida María Isabel, ha muerto. En la familiar sala, acogedora e intima, no escucharemos ya su voz cálida niodulando el dejo tico para expresar el razonamiento ágil y claro, el sentimiento lleno de pureza, la anécdota que sabe a flor de itabo, y la observación fina, un poco irónica, a lo concho: sin ofensa. No veremos ya los ojos expresivos, de viveza excepcional; ni la sonrisa fresca; ni las manos menudas que acariciaron las cabecitas infantiles en la Escuela Maternal y escribieron para ellas los más delicioSOS cuentos.
Cabe el sarape mexicano prendido sobre la pared, a la par del viejo librero egipcio, no se desarrollará más la charla amena o la discusión fructífera. Ni volverán a pasar por ese rinconcito josefino, los hombres y mujeres de Costa Rica u otros países, que encontraron allí campo abierto a la expansión de sus inquietudes o de sus sueños.
Me parece tan extraño e irreal estar escribiendo sobre la memoria de mi amiga inolvidable, a quien siento presente y viva. Es tan terrible la idea de su ausencia absoluta. Cómo concebir la inmovilidad de su figura suave. La inexpresión de su fisonomía. EI abandono irrevocable de su voz?
Ojalá que las palabras, serenas y ecuanimes, que le escuché en uno de sus últimos días, esas palabras que puede suscribir el pueblo costarricense y que son, junto con el paradigma de su vida, el legado que a éste le dejó, se cumplan. Hemos sufrido mucho durante estos años. La gente de mi tierra es pacifica y trabajadora y sólo el egoísmo de los ambiciosos en el poder provocó la guerra civil. Pero si no eran buenos los gobernantes que sostuvimos, tampoco son algunos de los que hoy mandan. sucederá lo mismo: a nosotros se nos atribuyeron males que no hicimos y se nos niega el mérito en lo constructivo que realizamos; a los hombres honestos que ahora estén en el mando, se les atribuirán los crímenes y barbaridades que cometen los sinvergüenzas e irresponsables, y son éstos, los aprovechados de antes y de hoy, los que han hundido a Costa Rica en la miseria y en la desconfianza.
Pero los ticos sabrán distinguir y harán justicia. Yo pienso que con tal que mi Patria no vuelva a padecer, debemos superar los rencores y trabajar en paz por el bien de ella.
no comprendieron cuánto los amaba esta Madre Espiritual.
Para estos tiempos de prueba en América, Costa Rica no estaba preparada. Su vida patriarcal y sencilla, sus gentes rectas e ingenuas, no vieron ni sintieron la malicia y la intriga que se colaba en la sombra. Ellos habían aprendido desde hace muchos años a decir su verdad a la luz del día, sin insultos ni violencias que despertaran las malas pasiones de los hombres; pero el extranjero ajeno a aquella paz, venía limando también, desde hace muchos años, todos los resortes humanos que hacían de Costa Rica un país ejemplar. Por la dura experiencia, ya todos o la mayor parte de ellos, han abierto los ojos.
Ya tienen presos que defender y muertos que llorar. Ya tienen que enseñar a sus niños a combatir y a vencer. Hermana Carmen Lyral, ahora mismo, delante de tus restos mortales, yo paso lista de presente para decir: Jamás olvidaremos, compañera, tu nobilísimo ejemplo. Ten la seguridad de que seguiremos luchando hasta el fin, porque un día luzcan para toda Centro América, los tiempos gloriosos en que triunfen la Justicia, la Libertad y el Amor humanos. Qué observador imparcial rehusaria aceptar la verdad de Carmen Lyra. Qué costarricense honrado no la aprobaría?
Carmen Lyra vive en la risa de los chiquillos que gozan de sus cuentos, en el cariño de su pueblo y en el porvenir de Centroamérica.
Amparo CASAMALHU APA.
Maria Isabel AUDREY. San José, Costa Rica. junio de 1949.
México, 14 de mayo de 1949.
ORACION la memoria de Carmen Lyra.
HA MUERTO CARMEN LIRA Ha muerto Carmen Lira, que nace entre piélagos de sangre su cítara poética y se esconde tras laguna de lágrimas.
ya nunca más ha de vibrar.
Fué criticada por almas mezquinas.
Aún en el ambiente Es comprendida por espíritus sanos.
palpitan en el viento Sus sabios consejos sus cantos que son arrullos de nunca olvidar.
serán una luz que faltará a la luz de nuestros jóvenes ojos.
Donde quiera que haya un niño, Por eso es llorada, una madre lo duerme comenzando a contar: porque es querida.
Había un vez un Tío Conejo.
Por eso las masas del pueblo están de luto, y el niño comienza a soñar.
por Carmen Lira.
Murió cuando se inicia un nuevo día, al despuntar de una aurora roja, Raúl CAMPOS JIMENEZ.
San José. Junio 1949.
CARMEN LYRA Centro América está de duelo. Ha muerto Carmen Lyra. Ha muerto en el exilio, sin ver una vez más a su amada Costa Rica, por cuyo pueblo luchó con abnegación y valentía. veces las leyes del Cosmos interno inteligencia, sensibilidad, voluntad, amor sufren sacudidas que se concretan en cataclismos, en verdaderas pérdidas para la especie y para sus magnos destinos. Es entonces cuando la justicia, la libertad, el heroísmo, vacilan en sus pedestales de conciencia, y una sombra de melancolía cubre el alma de la Humanidad. Mas también ocurre a veces que esos estremecimientos son germinaciones profundas, son como gestaciones de primaveras y auroras: el corazón vibra atravesado por un nuevo rayo y el alma sella con aletazo audaz las cúspides de lo desconocido.
Carmen Lyra, en esta hora de la trasmutación del barro adanida, tu alma se desprende dulcemente, como de un velo de alba, del vaso santificado a golpes de inquietud divina. es ahora que el universo moral se desequilibra y ensombrece. Es ahora que una potencia regente, el sumo principio de la mecánica moral, se desorbita en la gravitación del super mundo.
Carmen Lyra, madre y maestra de los niños de Costa Rica! Tú eres una inmersión de azul. Un latido del infinito. Un ensueño.
Tienes dos alas sobre el hombro, quiere decir que tienes la ruta de todas las alturas, sobre todo las de las constelaciones y las de las auroras. los que llevan esas alas de infinito, son pocos, por lo que el ideal se entristece y llora, Por eso hoy exclamas: Señor, yo pobre pájaro triste, inseguro del vuelo, con un aleteo del alma dispuesto a la vida, sufro la nostalgia de ese azul, de esas constelaciones. Cuando levanto los ojos al firmamento, no sabe mi corazón, y siente esa nostalgia del Madre, cuando yo muera que lo sepan los señores, por telegramas azules que vayan del Sur al Norte.
nos ha dejado a mitad del camino. Llorémosla, compañeros, porque las lágrimas fertilizan la tierra; porque el dolor no está reñido con la vida, ni con la esperanza de una pronta redención.
Su alma de niña que repartió la bondad a manos llenas, seguirá con nosotros, vivirá con nosotros para enseñarnos cómo se trabaja y se lucha sin descanso, por aliviar el gran dolor del mundo.
Carmen Lyra, pequeña y frágil, diríase que no pudo diluir en su corazón amoroso, todo el odio de la reacción de su tierra. Manos perversas, cuando ella salió de Costa Rica, blandieron los rifles mercenarios cuyos disparos no llegaron a tocarla; y es que esa forma de morir, no era para su corazón inmaculado.
Ella debía consumírse por el gran amor de su patria, porque el trabajo fué demasiado para su fuerza de mujer, porque los suyos Así clamó García Lorca en su tiempo, y así debe ir esta noticia dolorosa por todos los ámbitos de América.
Ha muerto Carmen Lyra, la dulce maestra que llevó a niños y trabajadores cogidos de sus manos, en pos de la Justicia y de la Libertad.
El regazo del México Revolucionario, acogió noblemente sus últimos días y su último aliento, Lo mismo que Alfonso Guillén Zelaya. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica