REPERTORIO AMERICANO 75 JUNTO AL ENSUEÑO FUENTE DE AMOR Jesús agonizaba.
De los divinos ojos de María el llanto mana con dolor tremante; la espinosa corona que ceñía la frente de su hijo, rodeaba. su corazón, en forma lacerante.
la Verdad y el Amor llenen tu vida cual tesoro infinito y soberano.
Que no se mezcle el egoísmo insano en la misión que tienes emprendida: deja que el corazón abra una herida y en pródigo ademán, llegue a tu mano.
Así la siembra brotará fecunda, y al campo triste vestirán las flores de una tonalidad varia y profunda. los más lindos pájaros canores en trinos suaves que el placer inunda, te harán cómplice fiel de sus amores!
Mayo. 47.
En la pupila inmensamente triste del Maestro, perlada fuente asoma en gotas de ternura iluminada; y en la azulina clámide que viste su Madre, prendidas quedan, cual un Cielo de noches estrelladas.
En la noche sutil y melodiosa titilaron alegres las estrellas; y la lumbre gentil de todas ellas, nos brindó su ternura silenciosa. Yo estaba junto a ti. De suave rosa ornó el ensueño a tus facciones bellas, y con la rapidez de las centellas, surgió de pronto la ilusión dichosa. Fué tal vez el encanto de la brisa lo que animó nuestra pasión callada e imprimió a nuestras almas, mayor prisa?
Recuerdo sólo que la luna amada me encontró encadenado a tu sonrisa, y al edén abismal de tu mirada.
Octubre. 47.
Nov. 1946.
EL GRAN MISTERIO NOCTURNO Ante el Cristo.
La noche se me ha adentrado en el alma.
Y, como una fuente interna, mi espíritu se anega de amargura y el corazón se siente solo, solo y triste; cual si fuese un niño, errante y aterido, que buscara en la tibieza de sus lágrimas, cobijo y amparo.
Sí, estoy triste, ineluctable e inmensamente triste.
En tal forma, que he contagiado a la luna de mi tristeza cuando la noche, aromosa y lánguida, recién comienza. por eso, los rayos melancólicos de la luna, pálida y exangüe, como dardos peregrinos de olvidados hemisferios, que evocaran al recuerdo otros mundos solitarios, se perfilan tristemente. por eso es que la brisa, susurrante de nostalgias, sc lamenta entre las frondas. Qué misterio penetra tu mirada que ensimisma en tal forma tu semblante, y de acerbo dolor, dolor sangrante, graba tu pobre faz martirizada?
Esa expresión de pena atribulada, ese sufrir, profundo y agobiante. no es. Señor, tu bondad purificante que ayuda a la maldad desconsolada?
Es obvio el contestar a mi pregunta; pues ya con plenitud en la respuesta, el alma comprensiva lo barrunta.
Ya en tu pupila, que el perdón trasunta, he visto regocijos de floresta y una alba de esperanza que despunta.
1949.
MI INSPIRACION TU NOMBRE Me pides con gracia suma y encantadora sonrisa, que con la tinta y mi pluma, como forjado de espuma, borde tu nombre en la brisa.
Ya la noche se reclina, soñolienta, en el cojín del silencio.
Es hora de dormir, corazón, seca tu llanto. improvisar tal anhelo no alcanza mi humana ciencia; más, con la ayuda del Cielo, daré a tu nombre existencia de romántica presencia.
Este libro Lincoln, por Emeterio Santo venia.
Ya no parece fácil escribir una biografía que se titule Lincoln. Sin embargo, Emeterio Santovenia, cubano de letras y político, ha conseguido hacerlo e imprimir novedad a su trabajo, de amplias perspectivas históricas, justiciero y, por sobre todo, americano. Esto último es visible por la preocupación con que el autor estudia la actuación continental de su héroe, el cual apareció, sostiene, cuando el conflicto entre Estados Unidos y Méjico, como un hombre que veía el destino de una América en la que las naciones se respetasen y se detuviesen ante los propios apetitos de tierra.
Condenar el hecho de que la patria privara a otro país de parte de su suelo, aunque redundara en el acrecentamiento del solar nativo, equivalía, dice, a ser hombre americano.
Mediante el uso adecuado de una copiosa literatura de origen norteamericano pero también latinoamericana, de archivos oficiales que completan los de la Unión y de otros muchos elementos de prueba sobre la vida continental de Lincoln, el señor Santovenia ha logrado una obra original que se aparta de las biografías conocidas, sin caer por ello en una determinada corriente de ideas que desfigure al héroe. este respecto ya nos dice en el prefacio que su intención fué esclarecer puntos históricos, de tanta importancia como la posición de aquél ante el fenómeno de la expansión territorial de los Estados Unidos, la Secesión del Sur, las relaciones exteriores, la convivencia y la solidaridad americanas, la intervención europea en Méjico y las proyecciones de la política seguida por el campeón de la libertad en nuestro continente.
Tanto el hombre como el estadista han sido logrados por Santovenia. Su obra tiene fuerza, amenidad, convicción, colorido y eficacia en cuanto a la argumentación con que se esculpe la recia figura del hijo humilde de Kentucky, llamado a los más altos destinos de su patria por la natural gravitación de virtudes y condiciones forjadas con el trabajo y con el pensamiento. Las densas páginas encierran muchos datos, no a la manera de la enumeración, sino a la de su interpretación adecuada; la novela no aparece por ninguna parte y la historia escrita con ánimo de sentar la verdad sobre muchas cosas, preside cada renglón. Para los latinoamericanos este Lincoln ha de ser profundamente grato, porque ilustra y alecciona.
Se imprimió y distribuye por Américalee. En La Nación. Bs, Aires. Reposa, corazón, olvida y sueña.
Junio, 46.
Rogaré a los ruiseñores que con pétalos de flores formen tu nombre en el aire, para que en lindos colores. brillen tu gracia y donaire!
Enero. 48. VOSOTROS REFLEXION ¡La Muerte es ilusión de los sentidos. Acaso la materia desparece porque la vida transitoria, cese, y el corazón detenga sus latidos. Pensáis tal vez estar ya mal heridos por lo que en ese instante os acontece. No sabéis que en la muerte se amanece donde reinan al fin los Elegidos?
Dejad confiados que la Vida siga ovillando sus hilos mansamente, cual del arroyo musical cantiga, en el vuelo final, serenamente, dejad también al polvo que prosiga su evolución de amor. eternamente!
Abril. 1947.
LEVANTA, SEMBRADORI Levanta, sembrador! Riega tu grano en el surco de tierra desvalida; Si la Muerte es el premio de la Vida y la Vida es la causa de la Muerte. por qué el hombre recela ante la suerte que ha de caberle cuando Dios decida. Por qué en la hora fugaz de la partida, medroso el corazón, la mano inerte, aún, Señor, insiste en ofenderte y en agrandar con su puñal tu herida?
Paradoja sutil e inexplicable que nuestra mente a comprender no alcanza.
Designio superior, mandato amable, de Quien nos brinda poderosa alianza.
Luminosa quietud inescrutable de nuestras penas, última esperanza!
Enero. 48.
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