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330 REPERTORIO AMERICANO ANTONIO URBANO EL GREMIO ALMACEN DE ABARROTES ABARROTES AL POR AL POR MAYOR San José, Pero vengamos a las banderas. El autor de Los que teníamos doce años relata que, hallándose él en Suiza el día en que corrió por el mundo la tremenda noticia de la declaración de guerra, una sola preocupación lleno su alma infantil: Se acabó su amistad con Gastón, un niño francés, el mejor de sus camaradas!
TELEFONO 2157 APARTADO 480 No se atrevió a ir a verlo. Pero desde detrás de un seto lo vió pasar y, sin saber qué hacer, sacó su pañuelo y lo agito como una bandera por encima del vallado. Era la bandera blanca, la bandera de paz entre los dos pueblos enemigos.
Costa Rica Por su parte, el autor de Dieciocho años, coincidente, contaba que, a esa edad, después del armisticio, tomó parte en una manifestato les hizo callar. Dobló el rosal, arrancó la Será una buena madre, pero quién sabe ción estudiantil que desfilo en París ante el hiedra, sacudió de tal forma la encina, que si una buena esposa se decía el mirlo, y le presidente Wilson, asomado a un balcón de cayeron las pocas bellotas que le quedaban. preguntaba a una cotorra: la Sorbona. En su ingenuo entusiasmo, el muAl día siguiente, el árbol era el único que. Qué es el amor para ti?
chacho francés, creyendo en la promesa de aun existía. con sonrisa de brisas se decía El amor es cuidarnos del nido y salir que aquélla habría sido la última de las guea sí mismo: juntos a buscar gusanos.
iras, enarbolaba una bandera azul, porque és Todavía soy el más fuerte. Será una buena ama de casa, pero quién ta, se decía entonces, sería el pabellón de la Estaba sin frutos, sin enemigo y sin ro sabe si será buena esposa pensó el mirlo, Sociedad de ls Naciones.
sas que le hablasen de la fortaleza.
y le preguntó a una abubilla: El libro alemán y el libro francés se des. Qué es el amor para ti?
conocían mutuamente. Mas, como señales de Es no olvidarnos nunca.
los tiempos, a la bandera blanca del uno resEL MIRLO ENAMORADO Debe tener buena memoria, pero quién pondía la bandera azul del otro. Paz humasabe si esto es bueno para ser esposa dijose na, con concordia internacional. Tales serían Era un mirlo joven que estaba enamorael mirlo, y le preguntó a una golondrina: los designios de la nueva generación.
do y no sabía de quién. Tenía ganas de en. Qué es el amor para ti?
Pero pasaron los años y aquella nueva gecontrar a alguien a quien querer, que no pa Es viajar siempre el uno al lado del neración tuvo que arriar, vencidas, lo mismo raba ni un trino en la misma rama.
otro, y ver países.
la bandera blanca que la bandera azul. La Eso debe ser muy divertido, pero quién Por fin se decidió a buscar hembra. Fué paz fué una ilusión; la Sociedad de las Naciosiguiendo una por una todas las nidadas que sabe si la perdería por el camino reflexionó nes, un fracaso.
el mirlo, y le preguntó a una paloma: había en el bosque y en todas hacía la misma Los que tenían doce años al comienzo de. Qué es el amor para ti?
pregunta: la primera guerra mundial, y los que conta El amor es besarse mucho y estar siem. Qué es el amor para ti. le dijo a ban dieciocho a su término, se vieron obligauna codorniz.
pre juntos.
dos, ya en la madurez, al llegar hacia los cua ¡Qué cansado será! supuso el mirlo El amor es gozar los dos juntos de un renta, a empuñar de nuevo ias armas cuando mismo nido.
y le preguntó a una grisoneta: estalló la segunda guerra universal. Fué esta Yo no tengo nido pensaba el mirlo. Qué es para ti el amor?
la quiebra de los ideales de su mocedad. El amor es quererte mucho.
y repetía la pregunta a una ave fría: Esos hombres se acercan ya hoy a sus cin ¿Qué es el amor para ti? el mirlo ya no preguntó más.
cuenta años. Decepcionados de su propia vi El amor es tener mucha nidada. Concluyen en la próxima entrega)
da, se vuelven hacia la vida de sus hijos. Piensan en esta otra generación joven, en la que abora entra en el estadio del mundo. Qué anhelan, a su vez, los que hoy tienen veinte años. Los que hoy tienen veinte años. Son toda nuestra esperanza. Muchos de ellos, sin (En El Tiempo. Bogotá, octubre 1947. embargo, como los compatriotas de Glaeser. dónde va la juventud en el mundo ac No he olvidado esos dos libros. Sus rescrecieron en su niñez envenenados por la protual. Con quién está. qué ideas se in pectivos autores no sólo contemplaron la guerra paganda totalitaria. Muchos otros, y entre clina. sino que realmente la vivieron desde la retaellos los conciudadanos de Prévost, al llegar Al terminar la primera guerra mundial guardia. En espíritu, fueron combatientes. El a la adolescencia, se han encontrado ante el pudo pensarse que dos banderas se alzaban en adolescente Prévost, cuando una bomba caía espectáculo desconsolador de esta paz sin paz, manos de los jóvenes. Me acuerdo todavía cerca de su colegio, se esforzaba en mostrarse a la que se le aplica el nombre, cruel pero de que me pareció verlas ondear, respectiva ante sus condiscípulos con el aire de un poi justo, de la guerra fría. Para los veinte mente, en las páginas de dos libros, muy leí lu. con la tranquilidad de un veterano. Para años una guerra fría es más odiosa que el misdos entonces. El uno estaba escrito por un lelamente, al otro lado del Rhin, el pequeño mo fuego de las batallas.
muchacho francés; autor del otro era un mo Glaeser se rapaba el cabello para parecerse a No hace mucho, dos oficiales americanos zo alemán. El episodio central de la primera los soldados del frente, con la cabeza como del ejército de ocupación en Alemania quiobra se desarrollaba en torno a una bandera una bola.
sieron saber cómo pensaba la mocedad de aquel azul; en el más significativo episodio de la En ambos libros, la misma sensación de país. Hicieron, para ello, en la ciudad donde segunda, surgía una bandera blanca.
desengaño. En el alemán, el desengaño de ha se hallaban, una encuesta entre los muchachos El primer volumen, publicado en Fran ber perdido la guerra; en el francés, el desen y muchachas de los establecimientos de ensecia, era el de Juan Prévost, Dix huitieme an gaño de haber perdido la paz. Glaeser narraba ñanza secundaria, preguntándoles quién era, née, que en castellano podría titularse Diecio cómo se desvanecieron aquellos sueños de gran a su juicio, el hombre más grande de la hischo años. El otro libro, editado en Alemania, deza militares y de imperiales conquistas. Retoria universal. Por un semanario de Viena, era el de Ernesto Glaeser: Los que teníamos fería Prévost cómo se frustraron aquellas es Die Furche, me entero de los resultados de la doce años. En efecto, Glaeser tenía doce años peranzas de una paz verdadera, la predicada encuesta, que fueron primero publicados en cuando estalló la guerra, y Prévost dieciocho por Wilson, y de una verdadera Sociedad de The Journal of Abnormal and Social Psycuando la guerra acabó y se firmó el armis las Naciones. en algún pasa je del libro ha chologie.
ticio. Eran, pues, dos jóvenes, casi de la mis bla de una noche, junto al mar, en la que He aquí los personajes preferidos por los ma edad, que desde opuestos lados de la línea se le escapó del pecho la queja de toda su ge jóvenes escolares alemanes: Roosevelt, con 63 de fuego, vieron la horrible contienda con ojos neración: Qué lástima que no haya justi votos; Bismarck, con 50; Federico el Grande, todavía infantiles.
cia. con 49; Hitler, con 19; Eissenhower, con Goethe, un voto LAS BANDERAS VENCIDAS Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica