380 REPERTORIO AMERICANO JOSÉ MEJÍA VIDES Pintor de Cuscatlán (En el Rep. Amer. Envío del autor)
templos barrocos. Aquí es Tahití, pero con Arlés. Aquí es Tahití y Francia, es decir: España y América en el poblado como en el hombre que lo está teniendo y expresando. digo teniendo, porque Mejía Vides no es de Panchimalco, en ningún sentido, sino que Panchinalco es de Mejía Vides y será de él por siempre. Como en su sangre, en sus cuadros (que están con eso pintados) lo español se junta armoniosamente a lo americano y nos deleita el alma con el deleite de los jugos dulces cuando hay sed. Está él diciéndonos qué hay aquí y cuán hermoso es. Esta él feliz diciéndolo y nosotros felices oyéndoselo decir en el silencio de su maravillosa pintura. Nos dice este poeta del color y de la línea que su pueblo es el más suntuoso sitio del trópico, que sus lienzos se diferencias de los de Gauguin en todo lo que él mismo se diferencia del gran pintor francés. La sensualidad de Mejía Vides no está tan cruda como la de aquél, está un tanto sublimada por un tónica vibrando en más alta escala: no es sensualidad de pájaro sino de abeja y por ello las mujeres indias de Mejía Vides no son como frutas (a la manera de las vahines tahitianas) sino como flores; no pesan sino que se mueven en su tallo, que es su consutil trama de la expresión artística variadísimas calidades y cualidades; se goza (o se padece) de un sincronismo desconcertante (aunque sea paradójico) que permite enunciaciones geminales. Tenemos pintores que son escultores cuando pintan y pintores que son músicos o poetas y ensayistas. Pintores pintores fueron los grandes impresionistas franceses: Cézanne, Manet, Renoir, Monet, Van Gogh y Gauguin. En ellos se advierte el enamoramiento por la variada vibración del color. Hacían una pintura de jardín y huerta, por decirlo así, mejor tal vez decir vegetal, en contra.
posición a la pintura que yo llamaría (caprichosamente. claro! zoológica, que era el realismo. En el surrealismo, expresionismo, cubismo, etc. tenemos ahora una pintura de características minerales. pongo las cosas así para ayudar a las ideas, porque algo hay de verdad en esta receta.
India con flores para la Virgen (Por José Mejía Vides. Pero más que todos aquellos impresionistas, Gauguin, que ha pensado ya en un sintetismo muy personal, ama con el color la danza de las masas que siente él como algo muy vegetal. De esta pasión y de su atrevimiento en la Oceanía, brotaron las frutas de sus inmortales lienzos.
No se puede dejar de pensar en Gaugin, viendo las mejores obras de José Mejía Vides.
Las mujeres indias que pinta él en Panchimalco (su pueblo isla) no han nacido maories sino pipiles, y lo son en todo, porque se ve que se mueven y se ve que sienten y sueñan de modo distinto; no mucho, pero en fin.
No se puede dejar de pensar en Gaugin y en que Gaugin que se hizo loco en Tahití con todo aquello, estaría otra vez loco con Panchimalco o con Chichicastenango. Lo tendríamos contento de saber que a Cuscatlán le nació un Mejía Vides y a Guatemala, un Mérida.
que es Ahora, quiero repetir: la pintura de José Mejía tiene todas las cualidades de la pintura de Gauguin con la gran diferencia de (tropicalmente hablando) de noviembre y no de mayo; es de aurora y no de puesta de sol; de Primavera (tiempo floral) y no de Otoño (tiempo de frutos) y por ello es (en cierto modo) el aspecto opuesto en un mismo género de expresión en dibujo y en color.
SALARRUE.
Entre las islas de su América de que nos habla Barba Jacob en el poema que quiso le guardáramos para estos días póstumps ninguna isla como Centro América: la inédita e inescuchada; la cerrada para salir y abierta para entrar; y en ella: Mérida, Max Jiménez, Amighetti, Zúñiga y Mejía Vides. Pero. ya estarán en todas partes.
Nueva York, abril, 1948.
Iglesia de Panchimalco Centro América. con ser isla y tropical, no es Tahiti. Tahití tiene su Gaugin y Cuscatlán tiene su Mejía Vides. Por mucho que sea la semejanza de lo expresado allá con lo expresado aquí hay diferencias sutiles. Vienen a mi memoria unos versos de García Lorca: en una rama hay dos palomas, la una era la otra y ambas eran ninguna. que expresan con transparencia de cristal estas semejanzas del ojocorazón. Por José Mejía Vides. talle; no están presintiendo al hombre; están pensando en la Virgen; cortan más flores que mangos; trabajan más que huelgan; están más tristes y por ende más lejos del pecado.
Este Mejía Vides no es el francés que huye de Bretaña para pintar lo que no es francés, en un delirio de exotismo que el mundo ahora le agradece. No es el cazador de paraísos, más o menos afortunado en las rutas marinas y selváticas. Mejía Vides es el español en el indio, él es eso y su paisa je también. Ha venido por dentro y se hace una isla con la fuerza de sus brazos de mar, que ama y abraza y olvida toda otra cosa, arrancando al archipiélago de Centro América su Panchimalco donde hay indias que lavan semidesnudas y que se cargan frecuentemente de las más flores de las flores, pero donde también hay calles empedradas y Esta tónica de que hablamos antes es algo ambiental más que humano. En pintores, pintores (ya explicaré la redundancia como los que nos ocupan, la cualidad sensoria prueba el medio que responde como responde un instrumetno musical más o menos fino. Esto es lo de aquí y aquello lo de allá y todos estamos felices de que las cosas estén donde están y las tomen quienes debieron tomarlas.
En la ronda Pertenece Mejía Vides (con muy contados artistas contemporáneos) a la categoría de ONDALIN los pintores que son pintores. Hay en la in(Oleo de José Mejía Vides. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica