Liberalism

REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLIII San José, Costa Rica 1948 Sábado 15 de Mayo No. 20 Año XXVIII No. 1047 predispone para el goce de la libertad, no debíamos ya esperarla de España; debíamos educarnos a nosotros mismos, por costoso que fuera el ensayo. Era menester realizar una de las faenas más difíciles de la historia, faena a la que sólo se vio obligada nuestra América: arrancarse el propio ser, el que España le había dado, para realizar otro distinto. Sólo así podría salvarse Hispanoamérica. México perdió su tiempo y sangre dice Sierra. y estuvo a pique de perder su autonomía en el cenegal interminable de las luchas civiles, que no fueron más que la forma nueva del espíritu de aventura, propio de la Laza de que provenía, y cuya explicación psicológica consiste en la creencia de que toda dificultad individual se resuelve por la intervención directa del cielo en forma de milagro. Contra estos males reacciona Sierra empeñándose en una lucha política e intelectual para desarraigarlos. Su filosofía, como la de sus iguales en América, es una filosofía de compromiso. Se compromete abiertamente con su tiempo tratando de poner a México a la altura que el mismo exigía. Se sitúa definitivamente en el campo que sabe le corresponde en la historia: el liberalismo. su generación tocaba realizar la obra que había iniciado la revolución de Reforma: la emancipación mental de México. Emancipación por la cual luchan o han luchado en la América Española el argentino Sarmiento, el chileno Lastarria, el cubano Luz y Caballero, el venezolano Andrés Bello y otros muchos. En el fondo de la historia ambas revoluciones. dice refiriéndose a la de Independencia y a la de Reforma no son sino dos manifestaciones de un mismo trabajo social: emanciparse de España fué lo primero; lo segundo emanciparse del régimen colonial; dos etapas de una misma obra de creación en una persona nacional dueña de sí misma. El, Justo Sierra, hará de la educación el mejor y más digno instrumento para el logro de esta segunda etapa emancipadora de México en particular y de América en general. BAIXENCE Justo Sierra DOS COMENTARIOS de Leopoldo ZEA. En El Nacional de México, y 10 de febrero de 1948. Justo Sierra, una etapa de la emancipación americana etapas de una misma obra de creación en una Educación y Religión en Justo Sierra Justo Sierra pertenece por su obra y pensamiento al grupo de los Sarmiento, Alberdi, Luz y Caballero, Lastarria, Rodó y otros insignes maestros de esta nuestra América. Como ellos fué hombre de acción y de ideas políticas y maestro. Como ellos se empeñó en transformar el orden social heredado de la Colonia; pero también como ellos comprendió que tal orden sería inalterable si antes no se transformaba al hombre. La política para transformar el orden político y social, la educación para transformar al hombre. La emancipación política de nuestra América no era suficiente; la mente de los americanos estaba aún encadenada a formas de vida, costumbres y hábitos, que la metropoli española les había impuesto en sus largos siglos de dominio. Desgraciadamente decía Justo Sierra esos hábitos congénitos del mexicano han llegado a ser mil veces más difíciles de desarraigar que la dominación española y la de las clases privilegiadas por ella construídas. Ya otro americano, Andrés Bello, había dicho: Arrancamos el cetro a la Corona española, pero no su espíritu. Estos hábitos, este espiritu eran la raíz de muchos de los males de la América Hispana. Muchos de los defectos nacionales tenían su origen en el espíritu que España había impuesto a sus colonias para mejor dominarlas. Cómo remediar este mal?
Justo Sierra contesta: Sólo el cambio total de las condiciones del trabajo y del pensamiento en México podrán realizar tamaña transformación. Esto es, transformación del orden político social y transformación de la mente del americano.
Las naciones hispanoamericanas habían surgido a la vida independiente sin preparación para el logro de la auténtica libertad.
Libres del despotismo español se convirtieron en déspotas para con sus propios hijos. En vez de un déspota surgieron varios. Los caudillos se repartieron el cetro de mando español. Las personalidades nuevas. dice Sierra que mostraban su deseo de emanciparse y su fuerza para lograrlo, no estaban educadas para gobernarse a sí mismas; no las podía educar para ello la nación en que el abso.
lutismo de los Austrias y el despotismo administrativo de los Borbones habían ahogado todo germen político; y se encontraron con las mismas deficiencias de España cuando quisieron ensayar las instituciones libres. Andrés Bello pensaba lo mismo cuando decía. Si no habíamos recibido la educación que La educación es para el maestro mexicano el mejor instrumento para desarraigar del alma del pueblo de México la fatal herencia que la Colonia le impuso inutilizándolo para alcanzar el progreso. En un discurso pronunciado en la Academia de Profesores de Instrucción Primaria (10 de setiembre de 1904) llamaba a éstos soldados anónimos casi, de una batalla sin término contra la ignorancia y la viciosa conformación psicológica de nuestra raza, efecto de varios siglos de educación o torcida o adulterada o nula. La batalla de los maestros mexicanos, como la de todos los maestros de Hispanoamérica, es una batalla para alcanzar una auténtica independencia. No ha bastado independizarse en forma política, ahora es menester independizarse moral y men Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica