REPERTORIO AMERICANO 279 Llegue sobre mis hombros, caiga al pecho.
Por la mano y el pie vaya a los siglos.
Soy tierra de la tierra. Geografía con fronteras de piel, aire y palabras y un corazón de bíblica manzana.
Libros colombianos y venezolanos Llevadme donde está, huellas ocultas.
Desatadme la piel, si he de ser libre. Hiera su espada de cristal mis sienes penetre en la sangre basta mis pulsos, el mundo entre sus cauces detenido. Ediciones antiguas y modernas Colecciones completas de Boletines y Revistas agotadas Lo que no tenemos lo solicitamos Pedro Carmona VOCES LA AMIGA DIS TINTA Apartado Nacional 12 37 Bogotá, Colombia Todos vamos hallando nuevos caminos. Todos.
Tú bajas de tus muros de nieblas y vigilias.
Yo asciendo hasta los tallos del aire y la tormenta.
Todos vamos hallando nuevos caminos. Todos.
El ánimo te encrespan gestos, huellas, palabras y este mi andar perdida entre la turba ciega.
Mi piel con la de todos, como una bestia herida que busca en otros pasos la huella de los amos.
ESTA FATALIDA Ya estoy dentro del llanto.
Otra vez temblorosa entre su sal.
Como una hoja venida en un torrente que al tocar la tierra forma un remanso y huye.
Ya estoy dentro del llanto.
Soy una inmensa lágrima temblando sobre el mundo, caída desde el párpado ardiente y desolado de un dios de oscura historia. mi cerrada forma brillante y contenida como un chorro de plata en contornos de frío, choca a tu libertad, entre sueños suspensa como lámpara inmóvil entre metales áureos.
Todos vamos hallando nuevos caminose. Todos.
Hoy dominando el halo que va creciendo en tornotiendo mi mano a ti, amiga de hace tiempo, sobre la humanidad y sus hombros de fuego. digo que te quiero sin fronteras ni rutas.
Porque es amor del mundo, limpio, sencillo, entero, como fruto caído en la estación precisa, sin reloj ni palabras, sin voces ni preguntas.
Ni columnas ni rosas. Ni fórmulas ni anillos.
No cierres tus umbrales con antiguas maderas.
Sobre la tierra nacen a cada instante savias silenciosas y fértiles, como el musgo y la piedra. cuando a ti te digo: te quiero sin fronteras quiero que el sentimiento crezca a tu lado intacto.
La mano que traslade tu corazón al cieno no será la que tiente mi pulso y mi costado, sino la que reclama luz de vecina antorcha por ver la propia henchida, alta en un solo fuego.
Dios, por tener amigos, dió al manzano sus frutos.
Te llamo al mundo propio: tu soledad estorba.
Todos vamos hallando nuevos caminos. Todos.
Tú, baja de tus muros de nieblas y vigilias.
Vámonos por la calle del brazo de la gente: la Muerte anda en el aire con ceño de tormenta. Espero. Con las sienes en las manos y los ojos absortos ante la paz que habita mis rodillas, por donde pasa a cada madrugada una isla peregrina, descendiendo del limo de la estrella como lágrima análoga.
Mis diez dedos alertas palpan el mundo mínimo salobre y cristalino, que pasa y me estremece y sigue.
Mas, de los dos no hay huellas.
Si supiera en qué sitio desangra su costado. Aquí mi empeño solo, traza contornos y huye.
Soy una inmensa lágrima, temblando sobre el mundo e ignoro el nombre roto que esconden sus cristales.
APUNTE DE MEDIANO CHE El traje hace al caballero y lo caracteriza la SASTRERIA LA COLOMBIANA La noche es un molino que pasa agua de luna moliendo sordamente la espiga del lucero.
La voz se me hace entonces harina de dulzura contenida en el vaso cristalino del sueño.
En la hornacina breve de mi pecho, desnuda reposa tu cabeza, como un dios sin deseos.
La brisa se descalza sobre el monte y se fuga.
Aullidos de la sombra la siguen desde lejos.
de FRANCISCO GOMEZ e HIJO le hace el traje en pagos semanales o mensuales o al contado. Acaba de recibir un surtido de casimires en todos los colores, y cuenta con operarios competentes para la confección de sus trajes.
Especialidad en trajes de etiqueta Tel. 3283 30 vs. Sur Chelles Paseo de los Estudiantes Sucursal en Cartago: 50 vs. al Norte del Teatro Apolo.
Las copas de los árboles son ciudades en ruina y la luna es metálica nocturna golondrina que abre y cierra postigos entre la oscuridad.
Dos péndulos sangrientos nuestros dos corazones.
La muerte los acecha. La vida los expone.
Dios cuenta los minutos desde la eternidad. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica