Imperialism

278 REPERTORIO AMERICANO Educación de México: No queremos. dijo guiadores culturales. Ellos, los discriminado por igual y parecidas razones patrióque se nos imponga un idioma que no es res del monopolio financiero, no entenderán ticas, los pueblos hermanos de la América del el nuestro. Con ese mismo derecho podemos jamás esa sagrada reliquia de nuestras tradicio Sur veneran el lenguaje en que Bolívar desapedir a ustedes (los anglosajones) que apren nes. Ahora más que nunca sabemos con Mar fiara el dominio colonial: la palabra enardedan castellano.
tí, que el desdén del vecino formidable, que cida de Andrés Bello, el sapiente venezolano; Imposición, ésta es la definición certera. no la conoce, es el peligro mayor de nuestra la de Santander, prócer colombiano; la de JoLos delegados anglo norteamericanos ejercie América.
sé de San Martín y de Moreno, argentinos de ron una acción de repudiable cariz imperialis Amamos esa lengua castellana, enriqueci recio abolengo combatiente; y la de Higta atropellando, a la usanza hitleriana, los de da por las variantes del folklore popular ame gins, el chileno vencedor de la Cordillera.
rechos de los países de habla española. En la ricano, porque en ella Céspedes y Agramonte Los americanos somos uno en el origen, UNESCO, pues, se perfilaron con claridad redactaron la Proclama de Independencia de en la esperanza y en el peligro. Así dijo el meridiana las intenciones avasalladoras y opre 1868: en ella dijo Martí sus prédicas indepen. Apóstol de cubanísima y americana universasivas de los monopolios de Wall Street y su dizadoras y apostolares; Maceo arengó a los lidad. Unos seremos en la defensa de nuestra junior partner, el socio menor inglés, sobre mamibises de la Invasión, y Calixto García lengua y libertad, amenazadas por el dólar y nuestras tierras latinoamericanas. Qué otra anatematizó con ella a los discriminadores de el garrote de Wall Street, cosa significa ese desdén y relegación?
Shafter y Mac Kinley.
Sergio ALPIZ AR.
ALGUNOS POEMAS de Luz Machado de Arnao (Del poemario Vaso de Resplandor, Caracas. 1946. CANTO DE LA LIBERACION ELBMENTAL Tiempo. Destino. Vida. Dios. Yo: Hoy me siento colmada.
Podría estarme tranquila tantas horas.
Me quedaría muda, sola, frente al paisa je. podría ser cualquiera)
absorta ante los propios cauces desatados; tan reflejada en mí como la luz del espejo inmersa en el cristal.
II Los ideólogos del faccioso Siglo Americano se manifiestan en toda su peligrosa y repulsiva desnudez. Su propósitos de dominación y rapacidad mundiales se reflejan en el orden político, económico y cultural. Su maligna influencia se deja sentir en la esfera idiomática, como índice de la intención esclavista. Nuestra América tiene abundantes ejemplos de la discriminación imperialista en el idioma, directa consecuencia de la opresión monopolista que ejercen las finanzas y los trusts yanquis.
Ahí está la tan disputada zona del Canal de Panamá. Allí no se habla otra lengua que la inglesa de los conquistadores norteamericanos. Los panameños que poseen el habla matriz española son relegados a los más duros y mal pagados menesteres, tratados en forma similar a los desdichados ciudadanos de raza negra en el sur de Estados Unidos. No se les admite en los restauranes y barras, en los cines y salones para blancos. que siempre son norteamericanos. Pues al panameño, como otro cualquiera ciudadano de América, se le considera mestizo, raza inferior.
Si se tiende la vista hacia Puerto Rico, la isla hermana sometida a la esclavitud colonial, el panorama será aun más deprimente.
El idioma inglés es obligatorio en las escuelas boricuas. No importa que los padres hablen el español, salpicado de indígenas vocablos araucos y de giros jibareños campesinos. Los Conquistadores del dólar y la bomba atómica detestan la lengua en que hablara el borincano Eugenio María de Hostos, prócer muy relevante de la antillanidad liberadora. Los marines yanquis, a los que se ha imbuído de desprecio por los puertorriqueños y latinos, cometen tropelías y violaciones en territorio puertorriqueño. Porque según les dicen y repiten sus superiores jerárquicos, ellos son la raza superior. la del destino manifiesto de dominar al mundo.
En nuestra propia patria tenemos ese borrón vergonzoso que representa la base naval norteamericana de Guantánamo. Cuando la soldadesca yanqui baja a tierra, la ciudadanía tiene que refugiarse en el amparo del hogar, especialmente las mujeres, para evitar escenas vejatorias.
Este es el efecto de la dependencia a Norteamérica.
No conformes con su predominio omnipotente en la esfera económica y subsecuentemente política, los imperialistas pretenden ahora insuflarnos la dominación idiomática. Mr. Truman y Mr. Marshall no les interesa lo más mínimo nuestra tradición lingüística castellana: el habla ilustre que fuera de Cervantes, de Lope y de Quevedo. América Latina atesora su lengua española porque por ella hablaron sus libertadores, sus mejores Juntos hensos estado el Hombre y Yo.
Esencia y Forma.
Juntos frente al crepúsculo, nómades en la noche, inquietos, como fuego ardiendo que apenas conoce del leño su aptitud para la llama; profundos en distintos pensamientos, como ríos paralelos en cauces diferentes, yendo siempre hacia el Este, el Este del sol y la tormenta, en donde se destuerce el claro caracol de los días, herido de inconstantes saetas luminosas, eterno perseguido de la ola nocturna.
201 III cada vez, cada hora, cada instante, poseída por mí, reina y esclava del libre ánimo, convencida de que la rosa emerge pareja del aroma, de que la luz aflora con el brillo entrañable; y el agua en resbalado frescor bajo los vientos y la pluma y el ala y el metal y la tierra y la sangre y el sueño hacen, juntos, el tiempo, el infinito, acaso, lo que no muere nunca, lo inmortal y lo eterno.
PREGUNTAS DE LA SE Dónde nace el torrente. Dónde pasa. Ciega es mi sed. Distante su bondad. Por dónde he de marchar para encontrar su rumbo?
Aire, sol, tierra, decidme el camino.
Llama es mi acento. Leño mi costado.
Ceniza esta mirada que ahora huye buscando su señal junto a mis pasos. Dónde nace el torrente. Dónde pasa. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica