REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLIV San José, Costa Rica 1948 Sábado 10 de Julio No. Año XXVIII No. 1052 FRANCISCO ROMERO y su tesis Sobre la Actitud Espiritual de las Grandes Culturas Por Leopoldo ZEA (En el Suplemento de El Nacional. México, Francisco Romero apoyado en su tesis me tual. El otro tipo de saber, el interesado, preotafísica sobre la trascendencia ofreció al Segun cupado únicamente por las relaciones prácticas, do Congreso Interamericano de Filosofía una es un saber limitado, que no se interesa por ponencia titulada Sobre el espíritu y la actitud el objeto, sino por las ventajas o perjuicios que espiritual en las grandes Culturas. Empezó ha el objeto nos reporta. Saber sin vuelo ni persciendo la definición de las llamadas activida pectiva, esto es, sin trascendencia. En cambio des espirituales. Son dijo aquellas en el saber puro, por ser desinteresado, es abierto.
que el sujeto se levanta sobre sus intereses in En esta clase de saber hay como la admisión dividuales y concretos, sobre cuanto le toca o de que el existir, el ser en cualquiera de sus atañe como ente singular, sobre sus particulares formas es de por sí una dignidad, que debemos agrados y conveniencias y se proyecta desinte aceptar, reconocer y respetar. El saber como resadamente hacia cuanto es, en el doble reco actividad espiritual tiene así como requisito la nocimiento de la existencia y del derecho de lo dirección objetiva (desinteresada) con vistas a existente. Esto es, en reconocimiento de lo realizar el imperativo espiritual del conocimienque es por sí independientemente de las rela To total y perfecto. En cuanto a la actitud esciones efectivas con que podría entrar con el piritual ética, comprobadas ciertas instancias sujeto. Dos ejemplos fueron ofrecidos por lo valiosas de la realidad dijo no nos queque se fefiere a estas actitudes espirituales: la damos en su conocimiento cognoscitivo, sino cognicitiva y la ética.
que nos adherimos activamente a ellas, nos senPor lo que se refiere a la primera actitud timos obligados moralmente a colaborar con dijo: El reconocimiento de que los objetos ellas. Esto es, nos ponemos activamente al serson independientemente de nosotros da origen vicio de lo que vale dando a este valor caracteal interés desinteresado hacia ellos. da ori res de objetividad y universalidad. Tratamos gen a un auténtico saber como función espiri de realizar lo valioso en sí y por sí sin refeFrancisco Romero Dibujo de Duhart.
pectiva. Cruzó así las ondas, transfigurado y radiante hasta alcanzar la opuesta orilla, para seguir su carrera milagrosa sobre otro lago de los Andes: el Poopo, en cuya azulada extensión la visión maravillosa se desvaneció. De aquel surco nació después el río Desaguadero, senda de Thunupa y hoy vínculo comunicante de los dos legendarios lagos montañeses.
Ya no volvió Thunupa en su humana forma a dejar oír por collados y mesetas su mensaje apostólico. Pero el indio sabe que él no ha muerto: que su piedad lo asiste, que su misericordia lo conforta. Por eso la mirada hermética del kolla persigue todavía sobre el espejeante zafico del Titikaka la barba espectral del justicie: o: o cree ver dibujarse su túnica y su bárulo en las turbonadas andinas.
Siglos de siglos han pasado, más el Cristo kolla continúa siendo un símbolo viviente. El hombre blanco abrió en el antiguo solar de Wiracocha, camino a nuevas culturas y en él se confundieron. dice Fernando Díez de Medina. la planta del conquistador, la pisada del mestizo y la sandalia indígena, en el duro trabajo de tres siglos. El universo mítico del indio se enlazó de modo curioso a la fe y a la norma existencial del español, mientras el mestizo, campo de conflicto de las dos razas, se desenvolvía en un mundo novel, todavía inestable, pero dinámico y vibrante. Sed de coherencia. dirá con certera frase Díez de Medina evocando a Thunupacuando quiera señalar el problema esencial de su país. Sed de coherencia, en efecto, que arranca desde los prolegomenos de la colonia y ha de ser aplacada un día no lejano por obra de las generaciones jóvenes, plenas de energía y de ansias creadoras. Hombres hubo en la historia independiente de Bolivia que entrevieron el día radiante de la realización nacional; que lucharon y sufrieron para acercarse a la meta. Sueña y brega ya una generación creyente en sí misma y en el porvenir de la patria. Para ella Thunupa, el Cristo kolla, es una lección magistral de humana conducta. El mito milenario y misterioso de los orígenes de la aza andina asume a sus ojos el sentido de un concepto orientador; de una filosofía de la acción, de una incitación al sacrificio individual ofrendado a la comunidad materna. Es el emblema de una fe en la justicia, en la verdad, en las formas superiores del espíritu y postula la constancia en el esfuerzo contra la incomprensión y la adversidad. He aquí como el símbolo recoge y ensalza todo el pasado y todo el presente, y como la poétita leyenda de Thunupa, piloto del alma india. puede ser para la Bolivia de hoy la brújula del hombre nuevo.
rencia a interés subjetivo alguno, aceptando su universalidad como obligación moral para su realización.
Surgen así las notas de objetividad y universalidad en toda auténtica actitud espiritual. Pero agregó Romero si las actitudes espirituales en principio, son coincidentes, en la práctica no suele ocurrir así por dos razones: 1) que la limitación humana produce la especialización espiritual. 2) que la espiritualidad está en la intención y no en el modo de la realización. continuación el filósofo argentino hizo referencia a su tesis sobre la Trascendencia. a la cual se podrían referir las notas que había señalado a toda actitud espiritual, los de objetividad y universalidad.
La trascendencia es para Romero la componente positiva de los entes, acaso, dice, el ser de los entes. Dicha trascendencia se advierte a lo largo de la escala jerárquica de los diversos entes como un aumento. o creciente actualización de la misma. Aquí Romero establece una jerarquía de los entes que recuerda a la aristotélica, para mostrar en la misma la actualización de la trascendencia que ha de culminar en la vida espiritual pasando por el cuerpo físico, el cuerpo animado y la psique siendo el espíritu la trascendencia absoluta. Todos los movimientos del espíritu, a diferencia de los otros entes, están encaminados hacia lo trascendente, hacia lo que no es él mismo. Este movimiento hacia lo trascendente, lo objetivo y universal, se puede captar en la historia de la Cultura. Esta trascendencia dijo ha ocurrido históricamente en maneras diversas. Lo que probablemente caracteriza a las grandes culturas es haber hallado fórmulas para la trascendencia espiritual, de las cuales han hecho sus fundamentos; porque la plenitud de la existencia humana sólo se logra cuando se siente que la existencia posee un sentido satisfactorio Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica