Socialism

REPERTORIO AMERICANO 299 tos y Carne redonda como la impaciencia que funde al blanco su estación de plata en los vivos jazmines de la grata temperatura de su continencia.
El seno, tibio de esperar en fiesta, la pierna dura de candor innato. en Manos ciegas. Blanca para ser color en idioma de diamante; joya para ser instante en eternidad de amor.
Tal vez agua de dolor para un remanso fragante o camino palpitante para el pulso buscador.
Así mis ojos te tocan con manos que te han soñado; ciegas, las manos evocan ojos que no te han tocado, y los labios equivocan palabras que te han callado.
En los Linderos de la hora. Esta tarde disuelta y silenciosa vino a ofrecerme soledad y encanto, pero yo llevo multitud de llanto en el grito vital de cada cosa.
En Dédalos. En su vasto temblor la vida envuelta desparrama senderos de minutos por donde van los sueños y los lutos peinando sombras con la brisa suelta.
Hay como luz de oscuridad disuelta y entre la noche, brillantez en frutos: la paradoja es manto de tributos a la interrogación nunca resuelta.
En Las playas de la fiel ausencia. Espuma de mar de rosa, rosa de espuma de mar: blancura, que por volar, se mancha de mariposa.
En La mancha de silencio. Eco en polvo es el espacio, fatiga infértil el pecho; la razón, mudo barbecho a la certeza rebacio; y el olvido un gran topacio montado en bruma de anhelo con que opaliza el desvelo a la conciencia indecisa y la vuelve parabrisa contra la brisa del cielo.
Todos sus versos, amigo dilecto, manifiestan trascendencias de su alma varonil, noble y orgullosa de ser lo que es. No le importe su soledad porque sabe, como otros muchos, que en ella se valora la hombría que uno lleva. Sentirse solo, es afirmación de creencia creadora. Sólo en la soledad han nacido los milagros. De las agrupaciones amorfas es la irresponsabilidad; por esto, como usted, pienso que después de este caos de desorientación, cada uno volverá a ser eje de su propia vida, y la de todos será bella, equitativa y buena.
Con un abrazo, Lorenzo VIVES.
LA CULTURA EL LIBRO fragar con detrimento de la propia aptitud.
Poco más o menos estamos reducidos a la vida civilizada. pero faltará lo hondo, o sea el conocernos a nosotros mismos, para engrandecernos y dar los frutos de nuestra propia elaboración, de nuestro trabajo interior.
La cátedra, la tribuna, el libro, el folleto, el periódico, la radio, son los medios expedieficientes para difundir cultura. El secreto estriba en poner esos medios al alcance del pueblo. Sobre todo se piensa en el libro, que debe pasar de mano en mano, como corrientemente se dice. Nos referimos al libro para siempre. el que prefería Ruskin, o sea el que contiene la doctrina permanente, el que sugiere y guía con rectitud y alteza. Que existe también el libro agradable, la novela, la biografía, bueno para leerlo en la velada familiar. Pero debe leerse el libro fundamental como vehículo de cultura. El libro henchido de verdades eternas. El libro que eleva el pensamiento a regiones estelíferas. En síntesis. qué expresión de belleza no plasmó el libro clásico. qué hondura filosófica no expuso. qué visión de los destinos del hombre no reveló?
El libro, indefectiblemente, es genuina expresión de cultura. El resume la ideología, el çarácter, la orientación, no sólo de un individuo, sino de un pueblo. El individuo o pueblo es de mediocre sensibilidad y pensamiento? Su expansión: el libro será mediocre. Pero esta mediocridad acaso no dependa del individuo o pueblo en sí. Pueden existir causas exteriores de mayor presión, como la falta de libertad para discutir ideas; el temor mismo de que estas ideas circulen, porque minen regímenes social políticos en desuso y descrédito.
Perogrullescamente se ha dicho: en ambientes de opresión no florece la cultura. es lógico. Así se ha observado ayer y hoyque los hombres de pensamiento expían su culpa de ser justos y mentales, en cárceles o campos de concentración, o mueren a manos de la barbarie, como premio al esfuerzo por la grandeza y bienestar de sus pueblos.
Concurren varios factores a la manifestación mediocre de un individuo o pueblo: la falta de libertad; las corrientes regresivas moviéndose incesantemente, para oponerse al surgimiento de una nueva conciencia; el contentarse con finalidades inmediatas, de corto alcance; el aceptar sistemas económicos de centralización.
Se mide la cultura de los pueblos por la producción científica, literaria o artística. Los periódicos, revistas, folletos, libros, expresan estancamiento o avance. veces los individuos o pueblos son rehacios a las normas superiores. qué preocuparse porque la ciencia investigue y experimente como una necesidad individual y colectiva. qué preocuparse por el estudio de sistemas filosóficos, ya discutidos y aceptados y por estudio de los nuevos para orientar, clara y sólidamente, el pensamiento de los pueblos. qué preocuparse por la educación a fin de elevar el estándar intelectual y delinear la personalidad de los mismos pueblos. qué preocuparse por el esplendor del arte, como purísima expresión del espíritu, aunque se tenga la convicción que de los pueblos antiguos y de los modeinos al desaparecer ha quedado y quedará él, intacto e irradiante. qué preocuparse por lograr alguna modificación en la estructura económico social para destruir las desigualdades de hoy? Los hombres deben alentar sueños y propósitos por el mejoramiento colectivo.
Por Salvador CAÑAS (Es un recorte de La Tribuna de San Salvador, El Salvador, del 11 de febrero de 1948.
Envio del autor. menudo se confunden ambos términos: cultura y civilización.
Germán Arciniegas, publicista colombiano, opina: Decían muy bien los españoles, en el tiempo de la conquista, que reducían a los indios a su civilización, por el sólo hecho de imponerles su policía y bautizarlos.
Esos indios, en realidad, seguían siendo tan incultos como antes, o tan agrestes y rústicos, pero, desde luego, ya estaban reducidos a la vida civil, vale decir: quedaban civilizados.
Por eso, dentro de nuestro tiempo se ha dado este fenómeno sorprendente y paradójico de muchedumbre de pueblos que están dentro de nuestra civilización y son fundamentalmente incultos. Que saben moverse en automóvil y se ignoran a sí mismos de un modo radical. América tiene lo fundamental para formar su propia cultura, sin que esto signifique, claro está, desprecio por las otras. Basta. dice el pensador citado el deseo de saber de nuestra vida, y el ánimo de pulirla y levantarla. Existiendo tal deseo, o sea el de elevar la vida a las cimas de espiritualidad radiante, puede iniciarse la elaboración de una cultura. Esta es la lucha en que están empeñados estos pueblos: hacer su cultura, poseyendo los propios elementos básicos. Pero ¿será posible forjarla en ambientes donde privan los individuos sórdidos? Indiscutiblemente existe el propósito de superar la vida, es decir, el propósito de pulirla y levantarla. pero no ha de cumplirse con plenitud en tanto no desaparezcan los privilegios y los monopolios.
La cultura debe socializarse, debe extenderse a todos los sectores en un noble afán de capacitar a los individuos en función de ellos mismos y del medio. Para llegar a esas formulas intimas de florecimiento intelectual. precisa la difusión de una cultura que no reconozca límites de clases sociales, de colores, de tamaños, de recursos específicos para determinados tipos.
Las mismas etapas recorridas por la enseñanza universitaria, la cual ha sido: primero, de carácter medioeval; segundo, capitalista, que en muchos países todavía lo es, para convertirse, finalmente, en socialista, esas recorre y recorrerá la cultura en general. Los reaccionarios no admiten que el pueblo se cultive en forma amplia mayor ignorancia, mayor facilidad para la explotación y el dominio.
Porque somos fundamentalmente incultos. el de dentro como el de fuera, nos hace sus víctimas. Podemos adquirir automóviles, radios; tener calles pavimentadas y construir palacetes, que en el fondo seguiremos siendo tan agrestes y rústicos. como nuestros antepasados. Al contrario, si logramos ser fundamentalmente cultos. en otras palabras, como expresa el pensador aludido, si fijamos los términos de nuestro desenvolvimiento espiritual. entonces, tanto como individuos como colectividades, habremos adquirido preponderancia y fuerza. Podemos demostrar capacidad asimilativa, consustancializándonos con otras culturas sin perder la propia personalidad. El peligro estaría en disolvernos en las otras, nau Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica