REPERTORIO AMERICANO 125 es la campana niña de Nochebuena.
Cargo ciudad y montes.
Soy el esclavo.
Sombra del indio Fray del Cid Oigo el claro sonido que va llegando, y como si no oyera miro el espacio. Haré mi propia imprenta iy no es un sueño!
Si Güttemberg la hizo también yo puedo.
Para que en azul se entregue hasta las piedras se azulan; la niña de siete sayas los pasitos apresura; el cura viste en la misa la más hermosa casuya; recoge un nardo el guerrero, guarda el siervo su amargura, y se mezclan en las puertas gallardetes y bandurrias.
Es hoy dichosa la gente como no lo ha sido nunca. Dichosa y ennoblecida por firma real y segura!
Oliveros y Hernán Méndez usaron modo y argucia; en Guadalaxara un día acabaron las preguntas; y al fin la esperada Cédula, sin condiciones ni dudas, se muestra al pueblo en el puño de recia mano velluda. Todos dicen que tengo cara de palo.
Así debo tenerla.
Soy el esclavo.
Mujeres Repiques y violines digan al viento. Fray Juan de Dios ya tiene su extraño sueño!
Fray Afán Sombra del indio. Levanten las paredes, tiendan arcadas. La Cruz en los terrones y en las palabras. Las letras que yo leo son del pasado.
Nada cambia mi vida.
Soy el esclavo. Aquí bulas y libros, allá las viandas. Una mano en las cosas y otra en las almas!
Por eso cantan las torres y las palomas se asustan; por eso las novias lucen velos de sueño y espuma; por eso hasta en el Convento se olvida la compostura, y no hay corazón despierto que no cante a sol ¡Y en la Ciudad Coronada nace la buenaventura!
Poeta Hay algo que no entiendo, algo en lo oscuro.
Algo que yo quisiera mucho más justo.
Fray Castigo y luna. Sé que estás en pecado de alma y de cuerpo; y sé que ya mereces más que el infierno. Pero si soy un loco ¿por qué discuto. Me prenderé el silencio sobre el orgullo!
ECO El Santo Tribunal mira de lejos. Humillaste en el polvo porque ya es tiempo!
PROCESION DEL REDENTOR DE LOS ESCLAVOS Mujeres. la misa, a la misa, que ya amanece. Ya la luz ha tocado la palma verde!
Fray Amor (Con música de barrio)
Esta pequeña voz, voz pajarilla, de selva dulce y de marina playa, para Ti junta todo lo que brilla. la misa, a la misa, que nace el alba, y por el cielo limpio va la calandria!
Hermanitos menores, niños sin madre. Ay, me duelen y en todas partes!
por dentro Lo que brilla después de lo llorado: siete colores de la noche en fuga, querubines que salen del pecado.
Mi Señor el más pobrede esto no sabe. yo beso las llagas. la misa, a la misa, que se hace tarde, y la Virgen espera entre sus ángeles! dice: Padre Nuestro. sorprendida estoy, de que no tengas un retablo, siendo Tú lo que fuiste en nuestra vida.
para besarle.
Sombra del indio Sombra del indio Mas si del sueño nace la esperanza, y en ella se refugian sol y luna, ya voy por un camino de confianza.
Como perro obediente voy tras el canto. Es verdad lo que pasa o estoy soñando. Tres que adoran la Cruz me han dominado.
Tres, con mano distinta, me van cambiando. Bajo palio de luces cariñosas pongo las andas de oro y tarlatana, y en banderillas y listón, las rosas.
Negras llaves de miedo cierran mis labios.
No tengo otros altares.
Soy el esclavo.
Sobre los dos más fuertes silencio guardo. al débil parece casi le amo. Traigo violines, pitos callejeros, doncellas en zaraza almidonada, y niños con palomas y corderos.
Criollo Campanero puesto que el tambor es necesario, podrás oír que va con paso lentorezando en otra lengua su rosario. Nueve campanas llaman a la Novena. Nueve días seguidos, suena que suena. He sembrado mi casa sobre cuatro hijos.
Liquidambar y bálsamo valen lo mismo. El Obraje Añilero nos hace ricos, y para trabajar tenemos indios. Las palmas abrirán su verde pluma, el cardo, tintes de su flor aislada, y los nidos tendrán gorjeante espuma. Esta de plata pura tiene la lengua; esa de bronce vivo, de luz aquélla. ya que todos te queremos tanto, irás sobre las andas, Padre Bueno, como la gente buena lleva un santo.
Sombra del indio Pero la que en el aire todos desean Rueda humana que rueda en el trabajo. Que tu humildad no sufra el homenaje: jes el Amor el que te sienta arriba y no la jerarquía o el ropaje. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica