252 REPERTORIO AMERICANO si hallarte en la distancia que persiga es esa exactitud de tu aislamiento?
Porque si estás, seguridad de espiga, siempre me traes cautividad de viento.
Dr. García Carrillo Corazón y Vasos su tibia rosa de tallos inasibles y de ranas, sendero verde a la estrella, confín de la pena intacta, olvidado se me había en un rinconcito del alma.
Pero ayer, como era grande la amargura, fuí a mirarla.
La verdad estaba en ella.
La verdad, siempre, en el agua!
CITAS EN EL TEL. 4328.
FINAL Electrocardiografía Metabolismo Basal Radioscopía Para poder hallarte, permanente en tu esencial sustancia verdadera, búscate en flor del agua, hazte madera sin mancha de palabras, transparente.
Fertilidad del agua te quisiera, verde esmeralda de la tarde umbria y corazón del alba, alto vigía del ensueño en mañana marinera.
Si faro al fin y luz yo te tuviera sobre un recodo del caudal del día, ah, qué apacible rutilar vendría por el cristal de esta agua de quimera. qué temprana muerte de la hoguera, qué dulce palma de la paz venida, entonces, por tu voz y por tu higuera, si al fin, sobre la espuma estremecida, tú, luminosa espiga, revivida, en agua de verdad, te descubriera.
No te llames ya el nombre de la gente con sus letras vacías, sé sincera y hállate entre su rama volandera y un manantial te nazca de la frente.
ta y orador cubano, como sospechábamos, da estos resultados: lo humano priva sobre lo humanístico, hay más multiplicidad y extensión de elementos culturales que intensidad y profundidad, e importancia de la raíz hispánica.
Que en su torrente la verdad, cautiva del silencio de savias de la tierra, se encuentra y te dará sangre que viva. así, redescubierta en la deriva del agua silenciosa que te encierra, y te querré, más firme y fugitiva.
Estás allí, segura, y no te encuentro, vegetal tú clarísimo de espuma, y aunque voz de cristal tu voz asuma sé que te he de encontrar por viento adentro.
En viento vienes y en dulzor de viento llegas, de mi verdad apetecida, toda encendida en nubes y erigida transparente alminar de sufrimiento.
Me miras con tus ojos de tormento, clara y precisa en tu dolor dolida, y no sé si es tu imagen revivida desde ti o de mi propio sufrimiento.
Pero en el viento estás de sombra y bruma surgida como faro de una pena. yo te busco en el fragor del viento tras de la amarga miel de tu colmena por que el dolor de ti que en mí presiento me envuelva en su dulzura y me consuma.
El libro nos ofrece algunas preferencias de Iduarte: amor por el pueblo y los trabajadores; por la alta poesía de tono hebraico y bíblico, las saetas de plata que dijo Gabriela Mistral, de los Versos libres; por el epistolario en que brilla esta nota: jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza. que junto a los diarios sería aquello con lo cual se quedaría definitivamente el comentarista en caso de elegir, aunque elegir como escribió un pensador contemporáneo es abrir una oquedad en el alma. Entre otros temas, el mexicano (Oh México adorado) y el de los Estados Unidos han sido estudiados con especial atención. La actitud de Martí frente a la Unión Norteamericana queda sintetizada en estas elocuentes palabras: Amamos la patria de Lincoln, pero tememos a la patria de Cutting. de una parte la aspiración a la libertad, exaltada; de otra la banca, Wall Street, temida.
Fn tí, de viento, mi amargura centro bien que por amargura me consuma en una ausencia que de ti me abruma mirando que no estás fuera ni dentro. si tú estás, sendero que presiento. qué camino es el viento que me diga (Con el nombre supuesto de Gaiferos, presentó Fabián Dobles estos poemas al concurso. Sobre Martí Escritor Por José FERRER (En el Rep. Amer. tiva del movimiento psicológico de Iduarte.
Vale también por ser índice de una perfecta compenetración entre el biógrafo y el biografiado, el comentarista y el comentado. El año pasado asisití a una clase de Iduarte, sobre Martí, en la Universidad de Columbia.
Confieso que nunca he sentido a un hombre tan lleno, tan saturado del alma de Martí como a Iduarte en aquella ocasión. Fué un espectáculo y una vivencia única. Hay otras consideraciones y aclaraciones sobre el estetismo y la poética de Martí; sobre la posición de éste ante la lengua uso de lo antiguo y creación novísima si necesaria. Las consideraciones finales ubican al cubano inmortal entre los escritores hispánicos así surge el perfil bello de José Martí, hombre puro y montañoso, que captó realidad del pueblo, vivió la aristocracia del espíritu, fué religioso, héroe y mártir, y dió nobleza a la tarea de ser hombre. Yo termino estas líneas brevísimas repitiendo unos versos del Apóstol, porque está en ellos una revelación del sentido más profundo de su vida ejemplar: Marti escritor (México, Cuadernos Americanos, 1945) es una hermosa contribución a las letras hispánicas, que nos pone en contacto con la alta calidad humana del héroe de Dos Ríos, con su conciencia angélica, arcangélica, para usar adjetivos repetidos aquí. Recuerdo la experiencia que viví al comenzar la lectura del capítulo titulado El hombre y su obra. que es a mi juicio verdaderamente dramático, sinfónico. de sinfonía épica. la narración aprisionó mi espíritu con tal interés que perdi toda noción de mis alrededores y, por consiguiente, la parada en que debí apearme del tren en el Bronx. Renovada la lectura luego, al llegar al final del texto amé con más profundo amor y respeto a Martí y tuve para Andrés Iduarte, el autor, la vibración de mi más cordial gratitud por esta obra que han enjuiciado dando muestra de admiración, hispanoamericanos como Raúl Roa y José Antonio Portuondo. Dame el yugo, oh mi madre de manera Que puesto en él de pie, luzca, er mi frente Mejor la estrella que ilumina y mata. Yugo y estrella. New York, Enero de 1946.
Hay en el libro la emoción de la prosa cortada, a veces, y citas como esmaltes: Yo creo en ella la muerte como la almohada y la levadura, y como el triunfo de la vida. Pasan las cintas: Cuba en rebeldías; Mendive, bajo cuya voz crece el Apóstol; el crisol y la angustia del presidio; España y París. Hermosas quedan las estampas de América: la veracruzana, la guatemalteca de lago, indio y natura; la tierra de Bolívar, ante cuya estatua, en un crepúsculo, junto al verdeoscuro de los árboles de la plaza, lloró aquel que llevaba la paloma y la estrella en el corazón. Luego, la muerte que antecede a la inmortalidad. Me siento había dicho ya el héroe puro y leve como la paz de un niño. Viene de la pág. 249)
Aunque no todo el libro tiene los mismos valores, ya por los temas, ya por el tratamiento de éstos hubiera deseado un distinto análisis de la poesía de Martí, un uso a veces menos visible de las fichas estaremos siempre agradecidos por este libro fundamental, tan útil, entre otros méritos, para darnos a conocer la prosa narrativa y descripmento nacional bajo las bóvedas de la Catedral de Buenos Aires. Allí descansan; en el sagrado recinto renuévase incesantemente el homenaje de la gratitud nacional, de la admiración y el respeto de los pueblos amigos, y cobra realce extraordinario el día del año que evoca su ascensión definitiva a la inmortalidad de la gloria.
La investigación sobre la cultura del poe Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica