62 REPERTORIO AMERICANO va, porque Napoleón sobrepasaba todas las inhibiciones usuales, pero Gladstone, apasionado como era, gobernaba teniéndolas todas en cuenta Quetzalcoatl néis que volver atrás y resucitar la Inglaterra de Shakespeare, Milton, Raleigh y Blake, y esto quiere decir que tenéis que mirar hacia adelante. Tenéis que levantar la tradición inglesa como era antes de que la pervirtieran la Iglesia, la corte y un imperialismo miserable.
Tenéis que haceros políticos. Ahora. Tenéis que haceros responsables. Ahora. Vosotros, con vuestra clara visión, recordando las lecciones que habéis aprendido, tenéis que rehacer el mundo. Escuchad cuando los viejos os expongan los hechos, porque muy a menudo saben lo que dicen. Escuchadles cuando raos enseñarán muchas cosas. Pero en el momento en que empiecen a dogmatizar, cuando quieran de nuevo gobernar sin dar explicaciones y, sobre todo, cuando digan imposible, y hasta cuando digan esperad, tened paciencia y prudencia, entonces echadles a un lado. Sus espíritus están agachados sobre tradiciones muertas. Esta Inglaterra de los viejos de Victoria, con su imperio, sus honores, su corte, su etiqueta, es un cuerpo muerto, ha ido muriendo a medida que avanzaba la guerra, y hay que enterrarla en seguida antes de que nuevamente os corrompa a vosotros y a todo el mundo.
zonen: Otra página magnífica: Si los jóvenes se hicieran cargo de lo pronto que habrán de quedar convertidos en mero manojo de hábitos, serían más cautos en su conducta durante la época plástica. Somos nosotros los que hilamos el ovillo de nuestra suerte buena o mala, ovillo que nunca volverá a deshacerse. Todo rasgo de virtud o de vicio deja su indeleble huella. El borracho Rip van Winkle, de la comedia de Jefferson, se excusaba de cada recaída diciendo: Esta vez no se cuenta. El podría no contarla y tampoco un cielo misericordioso; mas, en el fondo, no puede dejar de ser contada; allá, entre sus células y fibras nerviosas, contaríanla las moléculas, registraríanla y anotaríanla en contra suya para cuando sobreviniese la nueva tentación. Nada de cuanto hacemos, en el sentido liberal y estrictamente científico, puede quedar sin repercusión.
Claro es que esto tiene su lado bueno como su lado malo. Así como es seguro que se llegue a borracho por una serie de accesos conuinuados, no menos se puede ser santo, por lo que respecta a la vida moral, y perito en las esferas prácticas y científicas, mediante la acción constante y de muchas horas de labor.
Que no dude la juventud del éxito final de su educación, cualquiera que sea la línea emprendida; si se aplica con fe en las horas de trabajo, el resultado vendrá por sí solo, y pue.
de confiar en que el día menos pensado se despierte siendo una autoridad competente en la disciplina o labor cultivada. Silenciosamente, entre todas las pequeñeces de la vida, se habrá ido formando en nosotros una capacidad de enjuiciar en todo un orden de materias, a modo de una posesión de la que nunca podremos desprendernos. La juventud emprendedora y estudiosa debe conocer por adelantado este hecho trascendental; el no haberlo conocido habrá motivado más descorazonamientos y desesperanzas que, juntas, cualesquiera otras causas.
Pam Sende Bu Anda Precio del ejemplar: dólar. Entiéndase con el editor de Rep. Amer.
Una novela de Wells provechosa para los maestros: Juana y Pedro, historia de una educación. ver, saquemos en limpio esto, como si fuera para estos días. como reflexión para gentes jóvenes. Ha llegado el momento en que nuestro pueblo tiene que dejar las doctrinas del Imperio y de Monroe, por grandes que hayan sido, para adoptar una idea más grande; ha Plegado el tiempo de tender la mano a todo habitante del mundo que esté dispuesto a trabajar por una libertad disciplinada. Los alemanes soñaron con instalar un César en el mundo. esto les oponemos nosotros un mundo libre y disciplinado. Para nosotros y para toda la humanidad. Juana y Pedro, este era el punto adonde yo quería llegar después de mi largo discurso.
Vuestra herencia es inmensa. Vosotros y vuestra generación tenéis que renovar y justificar a Inglaterra en un mundo nuevo. Tenéis que uniros de nuevo a vuestros semejantes para conseguir un objetivo común. Tenéis que salvar vuestros destinos, los destinos del mundo, de estas rancias querellas; tenéis que arrancar el mundo de las manos de esos hombres cansados y gastados, de esos hombres viejos que no pueden aprender más de lo que saben. TeSPRANGER COMO MAESTRO: Geht, wohin die reine Liebe leitet. Holderlin. Vocación y profesión, pensamiento y conducta fluyen en Spranger de los hondos manantiales de su vida misma. Sus ideas no expresan una nostalgia de lo que quisiera ser y no es, o una compensación dialéctica de su vitalidad, sino que el pensamiento y la vida armonizan perfectamente, su filosofía es su misma forma de vida.
Como su maestro Dilthey, Spranger es un filósofo de la vida y del empirismo. Su afán es perforar las capas de la vida, llegar hasta la hondura donde Dios y el hombre se encuentran, formar la vida de acuerdo con esta imagen divina que cada hombre lleva dentro de sí mismo. Spranger no se limita a mostrarnos lo que la vida es, a describirla, sino que quiere elevarla, ennoblecerla. La filosofía no podría justificarse si no enseñara al hombre el camino que conduce a lo que hay de mejor en cada cual, a sí mismo. Este pensamiento de Kant constituye el leit motiv de la existencia de Spranger.
Elevar la vida de pueblos, razas, tribus, estamentos, en una sola palabra, de todo lo que tiene faz humana, he ahí el impulso primario de la vida de Spranger. Cada persona es un valor por sí mismo y la personalidad es lo más alto que hay sobre la tierra. Así en Goethe, así en Holderlin, así en Guillermo von Humboldt, así en Dilthey, grandes espíritus que han hecho vibrar fuertemente el alma de Spranger.
La esfera personal es un altar y la libertad su primordial atributo. Debemos estimar, respetar y proteger los derechos de la persona a jena lo mismo que si fuera la nuestra propia.
El horizonte social, donde se teje la solidaridad humana, no puede atentar contra este núcleo personal.
Este espíritu lleva Spranger a su labor docente. En sus lecciones universitarias todo dogmatismo está ausente. Trata los problemas desde todos los puntos de vista, hace resaltar sus lados luminosos y sus sombras y al fin expone, sin énfasis alguno, su propio pensamiento. Objetividad en la investigación y justicia a la cátedra; estos son dos rasgos característicos de la personalidad de Spranger. La Universidad es un Corpus scientiarum que no debe disolverse en concepciones del mundo ni debe estar al servicio de una cosmovisión particular.
Spranger es consciente de que las ciencias del espíritu y la filosofía no pueden enseñarse como se enseña la química, la física o la matemática. El espíritu no puede definirse, sino despertarse en una comunidad de trabajo. En el entusiasmo que crea su palabra, como la de los grandes maestros, salta la chispa socrática, nace la actitud del alumno ante la vida, la suya propia.
No podríamos decir que Spranger sea un orador, pero domina plenamente el arte didáctico de la exposición científica. Desde el comienzo de su clase un denso silencio se esparce por la gran aula. símbolo del eco que su palabra encuentra en el millar de alumnos que escuchaban su sabia palabra. Toda pose, toda vanidad, todo afectismo, todo asomo de representación escénica es ajeno a Spranger. Lo cual no creo que excluya en él mismo la conciencia de su éxito profesoral, pues tiene el intimo convencimiento de que su actividad como maestro no es menos importante que su trabajo de investigador.
Spranger es un maestro en el sentido eminente de la palabra. Aconseja, guía, orienta si alguna vez arroja al alumno al agua (como hacía Dilthey) para que aprenda a nadar por sí mismo, la mano invisible del maestro, que mueve su amor por el discípulo, no deja ahogar nunca al joven nadador.
Amor al joven, amor a la cultura, amistad, libertad, respeto, tolerancia, hondo sentimiento de que una vena fraternal, que acarrea una divina sustancia, une a todos los hombres. Cuando años atrás traspasamos un día el umbral de este mundo de Spranger, supimos que sólo donde impera el puro amor se desarrollan los gérmenes espirituales y se hacen visibles las huellas de Dios en el hombre. Del libro muy recomendableSpranger y las Ciencias del Espíritu. Por Juan Roura Parella. Ediciones Minerva.
México, 1944. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica