282 REPERTORIO AMERICANO donde sobresale la maestría del verso, y unos poemas como Apunte de Medianoche, Prenda te doy. Esta Fatalidad. y otros varios, tiene derecho absoluto a ser tenido como capaz de un vuelo lírico de mucha altura y de sobrado aliento, apto para cruzar espacios mil veces más vastos que éste en que actualmente se mueve la poesía venezolana.
Para nosotros no existe la menor duda al respecto. Esta Luz resplandeciente de Vaso de Resplandor ha de ver muy pronto cumplido por entero su fervoroso designio lírico: Le vendemos un piano STEINWAY Magnífico estado Excelentes voces Arpa de acero Precio: 500 LIC. ANIBAL ARIAS Abogado y Notario San José, Costa Rica Teléfonos: Of. 5329. Hab. 5994 Apartado 1653 Aquí la tienes ya, sobre el naufragio, como un delgado capitán de azúcar sobre un puente de sal y agua y espuma. Hasta la estrella ha de llegar tu clamorosa llama!
Héctor Guillermo VILLALOBOS.
Caracas, 25 de marzo, 1947.
Está a sus órdenes en la oficina del Repertorio Americano Teléfono: 3754 50 vrs. al del Teatro Nacional.
Aquí la tienes trémula y pendiente de la huella que atisba sobre el mar antes de conocerse sumergida.
Recuerda con memoria de naufragio la ola con el pez buscando el aire y la vid del coral en el abismo, OTROS POEMAS de Luz Machado de Arnao como si alguna vez hubiera sido habitante de simas con cadáveres que se volvieron minerales y algas. Del poemario Vaso de esplandor. Caracas. 1948. IV PRESENCIA DE LA FE Narciso te dejó su huella viva y la refleja intacta, cielo arriba, el espejo remoto de la estrella.
Con un lenguaje de ciudad perdida su historia soterrada te diría y la comprenderías en su idioma.
PRENDA TE DO Para mi corazón hay un camino detrás de esos umbrales intocados.
Yo lo miro crecer. los costados lleva huellas sin nombre ni destino.
Nació de la verdad y el desatino y como de mi sangre, torturado.
La luz abrió su límite dorado y le dejó un corcel de crin de lino.
Pueden venir el mar y sus tritones venciendo al horizonte y a la espuma.
Puede llegar la tierra y darme sombra de la raíz a la amargada fruta.
Porque a través de antiguos laberintos ha descifrado eternos pergaminos y su sandalia sabe de tu huella. Tiene en mis manos desnudez de aurora y me colma su paz de tal manera que habrá de ser fecunda la jornada, salvadora del fuego de esta hora tensa y definitiva, prisionera, como la voz de acero de una espada.
Pueden llegar el viento y la tormenta castigando racimos en su fuga.
El fuego con su espada maldecida y su pájaro de ala taciturna. El Universo entero contra el alma: ingrimo el corazón y su latido como una efigie sola en su hornacina.
GALANTERIAS MI CORAZON Sosténla ahora. Ya. Tu mano sea cálido pedestal de mármol nómade.
Base ni friso cortan pie ni sienes.
Rota en su desnudez atormentada, la luz del sol la hiere el hondo hueso y el aire cobra su perfil de ausencia.
Guarda su esplendidez de joya antigua entre savias y flores y racimos.
Libra del vidrio y su amenaza el gesto.
Fija su pie de lluvia detenida en la perdida huella que no calza otro paso que el tuyo. será entera. Por el ojo y el pie fijos estamos, después de la matriz y sus espasmos, en la historia del mundo, doblegados. Para tu sien mi rosa sin espina, aunque yazga mi fe y halle perdido el bien crecido a costa de mi calma.
CONFIDENCIAS Amo mi corazón, abandonado a su arco iris de frutales luces.
Siete veces clavado en siete cruces y otra vez resurrecto ante el pecado.
Dulce y huraño. Incrédulo. Al costado la tierra su desnudo echó de bruces, castigando la fe con que lo expuse a la llama y al viento desatado.
Solitario galán de la aventura sobre el plinto fugaz de mi cintura donde duerme el lebrel de esta tristeza.
Medalla soterrada en el desvelo.
Colina de encendido terciopelo donde la Muerte apoya su cabeza.
VI Anoche te entregué mi sentimiento como si fuera un medallón antiguo, dado a tu mano en hora de agonía.
Ténlo en la vida junto al corazón.
Será un navío pequeño sobre el mar, pulso del sueño sobre tus arterias.
Cuando la muerte llegue a reclamarnos el sitio abandonado, un sólo sueño le ofreceremos juntos, en la sangre.
DESOLACION II BIOGRAFIA DEL LIRIO Coincidimos al par, como dos frutos de una misma estación. Como coinciden las dos alas del pájaro en el vuelo.
III For jó el silencio en ti su arquitectura.
En ti la soledad alzó su almena.
Guante de aroma que la brisa estrena.
Sueño con breve dimensión de altura.
Heraldo de la fuente y su frescura.
Sepulcro del rocío y la falena, Minutero del sol que el aire ordena.
hacia el umbral del fuego y su aventura.
Breve columna he hallado entre las ruinas y al aire la levanto como espiga que castigara el sol a eterna sombra por pedirle su luz de alta manera, empinada en el gozo de los musgos y con fe en su babel de oro y harina.
Aquí la tienes ya. Tallo sin hoja.
Caído fruto al pie del árbol mismo sin carteles de limo ni gusanos.
Amor, el contenido. El desbordado, este vivir muriendo entre las cosas; golpeado de la espina hacia las rosas y ante la luz, en sombras apagado.
Amor, el castigado. El liberado este hacernos a diario las esposas que nos ciñen al pulso mariposas y desvían la suerte en nuestro dado.
La verdad nos amarga el propio gozo, doncel herido y preso en mundo foso, lamido por la sal y sus cristales. en este itinerario del quebranto, un ancora de paz nos leva el llanto mientras la Muerte enciende sus fanales.
En ti levanta el mármol su desvelo y el palomar arremolina el vuelo y hace la nube su estación más bella. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica