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316 REPERTORIO AMERICANO CARTA ABIERTA CARMEN CONDE (En el Rep. Amer. Envío de en Madrid. 1948)
al afeite lírico. Palabra calcinada en su pureza y castidad, palabra que duele, palabra integra, virtual, esencial. Qué lejos, desde este libro, la forma por la forma, la lírica divagación! Nada sobra aquí: la palabra sirve al verso, y el verso a la idea, en plena desnudez, El verso es alma y carne, nada más. No es ropa je ni siquiera piel. Cuántas veces se ha dado esto, me pregunto, en la lírica de los hombres? Acaso Whitman, únicamente, escribió versos con tal pureza en la expresión. El ascetismo expresivo es uno de los caracteres más acusados de tu Mujer sin Edén, libro enraizado en la propia carne y en la entraña del alma, libro humano y libro místico. Sus versos nacen del espíritu de la Mujer y tocan el misterio de Dios, alzándose a los cielos.
Cada poema merecería un comentario, créeme. Pero hoy me siento incapaz de hurgar en la anatomía poética, de palpar vísceras, nervios, venas. Me contenta el caliente corazón que respira en todo el libro, en cada verso, en cada palabra, en las grandes odas y en las conmovedoras canciones a Caín y Abel.
Los Cantos del libro caen sobre el alma como torrente o como fuego, como lava dolorida, como patética queja inextinguible de todas las mujeres, llorando por el destino que Dios les dió. La imprecación no excluye la ternura: así hay versos que avientan las lágrimas con su dulzura: Hágase el Hijo aqui!
Que vengan a tu libro las mujeres, para conocerse y reconocerse en él. Que vengan también los hombres para comprender a la esposa, a la madre y a la hermana. Baixects Concha Zardoya: Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid. Autora de la traducción, prólogo, notas, de la Obra Completa de Walt Whitman en la Editorial Aguilar, de Madrid. Autora de dos libros de poesías publicados en la Colección Adonais, Madrid: Pájaros del Nuevo Mundo y Dominio del llanto (accésit al Premio Adonais 1947. Con el seudónimo de Concha de Salamanca, tiene una magnífica colección de Historias para Niños en la colección id. Aguilar, Madrid.
Me ha llegado tu libro. en días de desvalimiento espiritual, de depresión física. He tardado, por esta razón, en abrirlo: me sentía fuera de mí o como un alma estéril, incapaz de recibir el agua o la luz de la poesía. yo quería oír plenamente tu voz horadadora. Al fin, en una mañana de serenidad, conseguida a fuerza de lucha, he abierto tu libro y me he entregado a él mansamente. Mansamente. Oh, Dios! Si tus poemas traspasan, queman, exaltan, encolerizan, destruyen. La mansedumbre inicial se resuelve en un estado que casi raya en la violencia: el espíritu alcanza una especie de frenesí, de algidez arrebatada, de trepidante electricidad, de febril temblor. por él cruzan rayos, relámpagos, huracanes, dolor, muerte y vida estremecedoras. No hay poema de hombre que pueda hablar así a las mujeres. No hay poeta capaz de revelar al mundo y a nosotras más que a nadie. el dolor de Eva la mujersímbolo desde los días de la Creación hasta los tiempos actuales. Toda la historia humana, toda la trágica biografía espiritual de la mujer, están en tu libro. Ninguna novela existe, ningún ensayo filosófico o moral, ni obra de otro tipo que haya conseguido expresar así la tragedia de la mujer cósmica, con tal poderío y heridora vivacidad, con tal profunda y hermosa clarividencia.
Ignoro qué pensarán los hombres ante este libro capital. Sé, sin embargo, que han de considerarlo como nuestro. Tu Mujer sin Edén no es un libro feminista, combativo, no: es el libro de la Mujer, nuestro libro. Ellos, seguramente, han de sentirse como contempladores de nuestra tragedia; nosotras, por el contrario, nos sentimos vivas en tu libro, expresadas en cuerpo y alma, desde nuestro remoto origen hasta nuestro propio ser individual. No, ellos no pueden comprender, sentir tu libro como nosotras, porque no son carne, sangre y espíritu de él, materia misma de tus Cinco Cantos.
Nosotras, somos aquí sustancia poética, no exterior inspiración. No somos motivo en torno al cual gira el libro, sino el libro mismo, su más íntima esencia, su razón de ser. Todo él es la Mujer y su tragedia humana. Eres tú misma por ser mujer el libro entero: biografía tuya que asciende hasta los brazos de Dios, Origen de todo; biografía de todas y de cada una de las mujeres, desde Eva y María hasta tú y yo; biografía de todas las mujeres que aun vendrán detrás de nosotras.
Pero también los hombres se hallarán ¿cómo no. en Adán, en Cain, en Abel y hasta en Jesús. He aquí el valor universal de tu libro, dolorida historia, cósmica biografía del género humano en constante batalla con el mundo y con su Creador. Parecerá una herejía, pero yo, sin reparo alguno, me atrevería a añadir tu libro a los muchos de la Carmen Conde Madrid, 1947 Biblia, síntesis el tuyo, en cierta manera, del Antiguo y Nuevo Testamento. Por su tono, no desdice del Libro de Job, del mismo Ecclesiastés. Hay algo de profético en él, una intención religiosa o casi religiosa. Ah! la palabra de tu verso es viva, pura, exacta. Ni un adorno, ni una concesión Concha ZARDOYA.
un libro esencialmente La indiferente juventud ante Justo Sierra Por Pedro GUILLEN. En El Nacional. México, 11 48)
La generosa idea de la Universidad de La los valores máximos del Nuevo Mundo. AcaHabana de extender por toda América el ho so la poesía, por ejemplo, no ha electo unamenaje a Justo Sierra, sólo puede ser discutida nime, espontáneamente, como de América por aquellos que, con sinceridad o sin ella, a algunos de sus primados? Es más, no es inparecen no creer en el ilustre educador, y por sensato pensar en alegrías semejantes para cierquienes siempre se sienten incómodos ante las to pintor mexicano contemporáneo, a quien expresiones colectivas de fe. Es la familia, nu la medida continental, tal vez quedara en merosa en mala hora, de los que hoy han son deuda con la dimensión de su obra.
reído despectivamente por el homenaje al Retornando a Justo Sierra, creemos que Maestro mexicano, desde la pasiva e hirvien la juventud mexicana ha sido indiferente ante tertulia del café, encontrando, naturalmen te los festejos que se le están tributando al te, otros héroes nacionales más dignos de ser Maestro. En la ceremonia de la Facultad de recordados.
Filosofía y en el trayecto al Panteón Civil, El título de Maestro de América pue los jóvenes universitarios olvidaron su deber de desconcertar, sobre todo, al que sume adar de asistir. Culpa de los organizadores? No, me por adarme, méritos y obras del así hon pues hubo suficiente propaganda y loables esrado, para decidir su valor. Es posible que tan fuerzos de los encargados de ello. Es que exisestricto juez sufra insomnios sin resolver la te un resorte misterioso que mueve, raras vemaniobra de pesantez y víctima de su medio ces, hacia el entusiasmo por algo, al univercridad aritmética, suspire por una escala ideal, sitario mexicano. Ignoramos cuál es ese resorpara fijar la relación entre los méritos perso te y nos interesaría descubrirlo. Pero en este nales y el punto del mapa alcanzado por ellos. caso, sensiblemente, no se tocó y eso que se Así, rara vez reconocerá que alguien pueda trata del resurrector de la Universidad Naabarcar, con su gloria, un continente, como cional de México.
reza lo de Maestro de América.
Quienes celebramos que se rindieran hoFalta imaginación a espíritus de esta laya nores militares de alto rango a un héroe civil para entender que en casos como el de Justo por antonomasia, como Justo Sierra, y que Sierra, además de considerar su obra ejemplar, nuestros mejores espíritus se hayan congregase deja intervenir a una especie de solidaridad que trata de conceder ciudadanía americana a (Concluye en la pág. 323. Carmen Conde: Mujer sin Edén. Poema, Madrid 1947. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica