Joaquín García Monge

REPERTORIO AMERICANO 41 Nueva York, junio 21 de 1948.
Señor don Joaquín García Monge.
San José, Costa Rica.
Siempre bien recordado y admirado don Joaquin: BAIXENCE Hace algunos días le envié un artículo sobre el pintor cuscatleco José Mejía Vides. Tengo para mí, que los asuntos políticos de Costa Rica han impedido la publicación de Repertorio Americano o cuando menos, retrasado. Quiera Dios que nada desagradable le haya sucedido a usted y a Repertorio. Deseo de todo corazón que no esté usted enemistado sino mejor amistado con el nuevo régimen. Mi ausencia tan larga de Costa Rica periodística, del contacto con ticos amigos, me ha impedido ver con claridad qué sucedía en esos sitios. Picado fue muy noble conmigo cuando yo estuve allá y él era Ministro de Educación. Es posible que haya cambiado. Es posible. Le estoy remitiendo aquí mismo un artículo sobre el libro primero de nuestra linda amiga Claribel Alegría. Creo que usted lo tendra ya en sus manos. Si cree que puede hallar campo en Repertorio será un gusto. Le remito un retrato de Claribel que yo mismo tomé aquí en Nueva York en un abandonado parque romántico de las afueras. Espero oit de usted pronto.
Con un fuerte abrazo de su amigo de siempre, Claribel Alegria Foto de Salarrué. ANILLO DE SILENCIO Primicias de Claribel Alegría Por SALARRUE es un nombre de ballerina. casualmente, y el Anillo de Silencio no es otra cosa que el círculo de luz que destaca y persigue a la danzante sobre el tinglado cayendo del reflector emplazado en la cúpula.
Yo quise detenerlo entre mis manos y sentirla vibrar en el silencio, pero ella, que es elástica y ligera, abrió la brisa y se escapó danzando.
Salarrué.
Aquí estoy, otra vez, enterrada en mi anillo de silencio.
La vi alejarse delgada en la niebla, iba llena de gozo hacia la aurora.
Mi corazón, que llora por su ausencia empinado en la sombra la persigue. tiemblo en el silencio de la noche como la llama incierta de una vela.
La danzante por la poesía fina, se desplaza graciosamente y el anillo de silencio y de luz la persigue. Qué persigue ella con los ojos entornados y los oídos atentos a extraordinarias voces. Si esto no es ballet introspectivo, ya no hay qué.
Pero la ballerina tiene sus contrapartes en la danza de persecución de la Poesía. Quiénes son ellos? Uno, desde luego: el Viento.
El viento es el compañero escurridizo que circunda el corazón de Claribel Alegría y la alza a ratos entre sus brazos ágiles, haciéndola girar como un vilano sentimental.
En busca de una voz voy por el mundo, en busca de una voz que me persigue.
Me llama desde lejos en la noche y vibro de alegría con su acento. Un libro de poesía? No. Poesía en un libro. Si tomáramos Anillo de Silencio, por un libro de poesia correríamos el riesgo de no penetrar en su mágico espacio. Acaso no le daríamos su valcr real. Sabemos que la expresión poética sufre transformaciones en el. ranscurso del tiempo. la edad de primaveta la expresión es flor y no fruto; es gorjeo no trino, el trino tarda. El gorjeo ya es trino, pero en potencia. El pichón se expresa con el dulce murmullo que promete el trino libre de mañana, el trino claro y desplegado de pura armonía.
Ahora nos preguntamos. qué es mejor en esta jornada de arte sugestivo: lo que se dice sin palabras o lo que se dice entero. saber. El bailet es un arte que está apasionando al mundo. Con su mímica musical lo dice todo gorjeado; gorjeando, sin palabras, con giros vagos, sugerentes y el resultado es que nos volvemos locos con él.
Pues bien, Claribel Alegría está en la etapa diáfana de la poesía de ballet. decir verdad, casi todo el libro es ballet de labio, exceptuando algunos poemas desperdigados que debieron tal vez agruparse al final: mi madre. Mi anhelo (el más lindo acaso. Hay Días. Nada me ata a la Tierra. Déjame entrar. Arrodillada. Mi Canio (el más original. Ya y Ven a ver al agua.
Decimos que casi todo el libro restante es ballet de labio y ella (identificada con su corazón) es una danzante embriagada de poesía. La poesía la posee como la llama de las venas. Su nombre mismo de Claribel Alegría Mi alegría será brcue como la flor del cerezo, quizá esta noche se escape de puntillas con el viento.
Casi la tengo a veces en mis manos, se acerca de puntillas sin ruido, ilumina de gracia mi silencio y estremecida se aleja en el aire.
El viento loco se enreda en la gracia de las palmas.
La poetisa está danzando; no se puede dejar de ver eso.
No la puedo coger, es tan ligera.
Se desliza burlona y delicada, me dice que la alcunce, me persigue. cuando viene el alba huye de mí.
Ven conmigo a jugar a la pradera, los pájaros arrullan en la brisa, No te pongas sandolias. Ven descalzo, saltaremos los dos como gacelas.
Anoche caminaba con el viento, bacia un país fantástico, sonoro, donde la sombra es luz.
La poesía es un reflejo luminoso que se escapa fácilmente por entre los dedos estremecidos; sin embargo, quedan plumas irisadas. aquí entra el coro de fondo: Angeles de alas anchas con trompetas de sueño me llamaban. ¡Cómo salto del agua la poesia!
Subió a mis ojos desnuda y celeste, dejó en mis labios un temblor de estrellas y despertó mi sueño con su canto.
Deja ya de perseguirme, viento atrevido del norte. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica