Democracy

REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLIV San José, Costa Rica 1948 Miércoles 10 de Noviembre No. 14 Año XXIX No. 1065 América no puede vivir sin justicia y sin libertad Pronunciado en la sesión extraordinaria que el Consejo de la Organización de los Estados Americanos celebró en honor de Rómulo Betancourt el dia de Setiembre de 1948.
Es un discurso de Rómulo BETANCOURT. En el Rep. Amer. Me honra y complace esta invitación que me ha formulado el Consejo Directivo de la Organización de los Estados Americanos para asistir a una sesión suya convocada especialmente. Ello me permitirá ratificar, desde una tribuna de resonancia continenetal, algunos conceptos, sobre las relaciones interamericanas que he venido sustentando con apasionada sinceridad.
Al hacerlo, no expreso criterio oficial del Gobierno de Venezuela. Tal como tuve oportunidad de decirlo a un grupo de prominentes hombres de empresa estadounidenses, en reciente acto celebrado en Nueva York, estoy plenamente identificado con la política del Presidente Gallegos. Pero, por haber venido en viaje de salud y de descanso, no fuí investido de ninguna misión especial por la actual Administración venezolana.
Con la misma diafanidad con que preciso esa situación, aclararé otra. Los puntos de vista que sustento no son exclusivamente personales. En mi país milito en Acción Democrática, el Partido mayoritario de la Nación, cuya presidencia asumí al dejar la Jefatura del Estado. Expreso, en consecuencia, el criterio colectivo, macerado en la meditación y la experiencia, de una poderosa organización política, que en forma relevante ha contribuíPBAIXENCE Rómulo Betancourt (1948)
do al vuelco histórico realizado en la vida pública venezolana.
Definida en forma esclarecedora mi actual ubicación, comenzaré por deciros de cómo me satisface observar en pleno proceso de promisora actividad a un organismo que, en su presente estructura, vi nacer y modelarse en los memorables debates de la IX Conferencia Internacional Americana. Porque fué en Bogotá, bajo el signo de una gran crisis social que con moviera a la admirable patria colombiana, donde se elaboró el instrumento juridico y la plataforma de acción de esta Organización de Estados Americanos. Allí se echaron las bases de un sistema de relación entre los pueblos del continente que puede significar o positivos rumbos nuevos, o inoperante derivación hacia las fórmulas ya periclitadas del viejo panamericanismo.
En una encrucijada se encuentra esta Organización regional. llega a ser efectiva expresión de una libre comunidad de naciones, en las cuales la democracia sea realidad actuante y la justicia social hecho cumplido; o sigue conllevando la contradicción de agrupar pueblos en su mayoría bajo tutelaje económico; y con más de uno de ellos disfrutando sólo teóricamente, en la letra escrita de Constituciones cuántas veces violadas y de leyes jamás cumplidas, de los beneficios de la libertad política y de las ventajas del bienestar material.
Es que en esta Organización cristaliza y se pone en clamorosa evidencia, el vasto drama de América. El drama de un continente nuevo, vigoroso y joven, exhibido por cierta fácil literatura como ejemplo que se ofrece al mundo de pacifica convivencia entre naciones y de perenne felicidad colectiva; pero en el cual millones de hombres no tienen garantizada su libertad, ni su justicia, ni su pan.
Este fenómeno, aún cuando de dimensión continental, se acentúa y agrava en la vasta zona geográfica donde vive la gente americana de origen indolatino. Allí es donde más acusadamente se perfila la contradicción entre la riqueza del suelo y del subsuelo y la generalizada pobreza colectiva; y el contraste entre la democracia formalista de los códigos y la realidad de poderosas oligarquías regateándoles a las colectividades sus derechos esenciales.
En ese tejer y destejer de las esperanzas, que forma la intima trama emocional de los pueblos desventurados, los de América Latina confiaron en que el triunfo de las armas aliadas sobre el Eje iba a significar inmediatos cambios favorables en su situación. Los hechos, con su terca obstinación, han vertido agua helada sobre esa mesiánica confianza.
En efecto, el panorama político económico de América no indica que el proceso de democratización del continente y de elevación del nivel de vida de los pueblos se haya acentuado en la post guerra. Por lo contrario, síntomas evidentes están revelando cómo han tomado nuevamente posiciones, en más de un Con los escritores de América Solicitud que acogemos Montevideo, 18 de septiembre, 1948.
Señor don García Monge.
San José, Costa Rica.
Distinguido amigo: Habiendo tenido repetidas oportunidades de comprobar su gentileza para conmigo, voy ahora a abusar de ella, solicitando a usted la inserción, en su prestigioso Repertorio, de un llamado a los escritores americanos, para que envíen dos ejemplares de cada una de sus cbras a Dora Isella Russel, Casilla de Correos 2611 Zona Montevideo, Uruguay.
para la organización de la Sección Americana de la Biblioteca del (Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica del Uruguay. Instituto que preside el prestigioso escritor y hombre público uruguayo don Justino Zavala Muniz.
Los libros que lleguen serán consignados mensualmente en el Apéndice Bibliográfico del Programa que edita ese organismo.
Agradezco a usted cuanto quiera hacer de su parte en esto que le pido, y créame su amiga affma. Dora Isella RUSSELL. Le encarecería el envío del ejemplar en que apareciera la antedicha solicitud a: Justino Zavala Muniz, Presidente del Mercedes 823, Montevideo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica