204 REPERTORIO AMERICANO Justo Sierra y su fe en México Justo Sierra es uno de los modelos más altos que se puede ofrecer a los hombres de Por Samuel RAMOS América de cómo se debe asimilar la cultura europea sin sufrir, la expresión de un escritor (En El Nacional de México, suramericano, las vicisitudes del descastamiento. En realidad Justo Sierra encarna el ideal (Discurso pronunciado en la Es Justo Sierra, como el ave Fénix, la moderna de la cultura hispano americana que es y ha cuela Nacional de Maestros, en el ho Universidad de México.
sido, absorber los valores espirituales de nuesmenaje a Don Justo Sierra. ero al lado de la magna obra realizada tros maestros de Europa, no para expatriarnos por Justo Sierra como Ministro de Instruc del suelo nativo, sino para desarrollar y fortaGuardo una vieja admiración por el maes ción Pública, no debemos olvidar su obra per lecer nuestra personalidad nacional. Ahora bien, tro Justo Sierra que data de la época en que sonal como poeta, escritor, historiador y maes en Justo Sierra se da precisamente este tipo era yo estudiante. Mi primera visión de la tro en la cátedra. No fué en estos campos de hombre en que la superioridad de una culHistoria Universal fué a través de las páginas un diletante, sino un hombre formado en se tura universal, viene a exaltar los sentimientos deslumbrantes del texto que redactó para los veras disciplinas de estudio que dieron pro nacionales, los cuales se aplican a la realizaestudiantes de la Preparatoria. Sin tener toda fundidad y solidez a su cultura. Cultivó en ción de una obra en bien de la patria. Pudo vía una capacidad crítica, sentía, al leer aque particular la Historia, elevando esta ciencia a haber sido Justo Sierra una de estas figuras llas evocaciones magistrales del pasado, que un alto nivel, gracias a la universalidad de su frecuentes en la intelectualidad hispano amesu autor era un hombre extraordinario, aun inteligencia y su cultura, versada enciclopé ricana que se aislan en su torre de marfil y cuando mi razón no podía explicarme los mo dicamente, en las artes, la poesía, la filosofía, resultan inoperantes en el movimiento de nuestivos de aquel sentimiento. Impulsado por es las ciencias. Le atrajo la Historia, porque ésta tra historia social. Pero sucedió al contrario, ta admiración, quise conocer otras obras de se ocupa de la vida y la pasión del hombre que este hombre de una refinada cultura, emJusto Sierra y, a través de los años, la prime. que él amaba por encima de todo. Fué un peñó su voluntad y sus energías espirituales, ra impresión juvenil, fué confirmándose y jus humanista en el sentido más noble de esta pa en una empresa de trascendencia general, de tificándose, al ir descubriendo todos los va labra, es decir, un espíritu al que nada de lo manera de comprender al niño y al adulto, al lores de la obra y la personalidad de esa gran que es humano le es ajeno. Su humanismo le iletrado y al hombre de sabiduría más encumfigura de la intelectualidad mexicana. Yo dipermitía comprender y valorizar los persona brada. En la intención de su obra estaban inría que esta figura cubre toda una época de jes y acontecimientos del pasado histórico que cluídos, sin distinciones, todos los componenla Historia de México y la salva moralmente, encontraban en él un juez lleno de simpatía tes de nuestra sociedad mexicana.
como una fuente de luz que se enciende para y de equidad. Justo Sierra escribió La evolu No puede caber mayor satisfacción para disipar las sombras. Representante y servidor ción política del pueblo mexicano, que es una mí que haber tenido el honor de ser designadel régimen porfiriano, fué Justo Sierra un de las mejores síntesis de la Historia de Mé do para hablar en esta ocasión solemne. Así hombre que por la grandeza de su espíritu se xico, que conserva hasta ahora plena validez me es dable rendir homenaje de admiración a colocó muy por encima de los hombres y las en muchos de sus juicios e interpretaciones. un hombre que por su excepcional personalicircunstancias de su tiempo. Su conocimiento lo que es admirable en este hombre que es dad, por su labor como hombre público, mede la historia de México y su amor patrio, le caló las cimas del espíritu en América, es su rece el culto de su patria. Yo estoy seguro que dieron una conciencia muy clara de los vicios gran fe en México, su gran amor a la patria. mis sentimientos personales, son al mismo de su régimen y de los efectos que podían pro Diríase que en sus manos la historia que él tiempo los de mis colegas, pertenecientes a la vocar en su futuro inmediato. Pero al avizo hizo tan honesta y con tanta objetividad, es institución que yo represento aquí. Es ejemrar el lejano porvenir fué siempre un optimis sólo un medio para encender en los mexica plar la vida del maestro Sierra, como ciudata que creyó en los destinos de su patria. Im nos el culto de la patria. Véase por ejemplo, dano y como hombre privado. Aparte de las pulsado por su vocación de maestro y a fa en estas palabras en que el historiador cede el instituciones por él creadas, conservamos una vor de sus oportunidades políticas, asumió la puesto al educador. Convertir al terrigena obra escrita, en la que figuran poemas, artícujefatura de la educación nacional, con esa en un valor social (sólo por nuestra apatía los, ensayos, discursos y libros enteros que grandeza de miras que está a la altura de la no es convertido en el principal colono de por sus excelencias quedarán como textos cláque tuvieron Andrés Bello en Chile, Sarmien una tierra intensivamente cultivada; identifi sicos, no sólo en la literatura mexicana, sino to en Argentina, Hostos en Santo Domingo. car su espíritu y el nuestro por medio de la en la de todo el continente. Como escritor Como estos eminentes espíritus Justo Sierra fi unidad del idioma, de aspiraciones, de amores Justo Sierra llegó a conquistar un estilo que gura en nuestra Historia como uno de los for y de odio, de crítico mental y de criterio mo lo coloca al lado de los mejores prosistas hisjadores del alma nacional. Por eso en este pri ral; encender ante él el ideal divino de una pano americanos.
mer centenario de su nacimiento, las Escuelas patria grande y feliz; crear en suma el alma La presencia de sus restos mortales en este Normales quieren rendir un ferviente homena nacional, esta es la meta asignada al esfuerzo recinto, más bien proyecta nuestro pensamienje al hombre que entregó su gran inteligencia del porvenir, este es el programa de la educa to hacia el espíritu del maestro que vive today cultura y su pasión por el bien patrio, a ción nacional. Todo cuanto aspire a realizar vía en un reino ideal donde los hombres bueedificar y consolidar de un modo imperece lo y sólo eso, es lo patriótico; todo obstáculo nos, que han contribuído a desarrollar lo medero los instrumentos más eficaces para reali que tienda a retardarlo o desvirtuarlo, es casi jor que tiene un país que es su cultura, gozar una obra de educación nacional, que com una infidencia, es una obra mala, es el ene zan de la inmortalidad.
prendía desde la enseñanza elemental hasta los migo.
estudios universitarios. Lo que da el supremo valor a las creaciones de Justo Sierra en el campo pedagógico, es que no se limitó a ser un artesano frío que ordena y calcula, quePor. Juan MARIN dando siempre en las exterioridades de la obra, sino que fué un artista que daba el alma a (En el Rep. Amer. sus creaciones y les imprimía una personalidad.
Nosotros reconocemos en Justo Sierra a un El día que Salvador Reyes dejó de escri viaje, la tentación irresistible de los grandes Maestro de Maestros, cuyo espíritu ha dejado bir (o de publicar) poemas, la Poesía chile horizontes, la comunión con el mar y los huellas perdurbles en el proceso de nuestra na perdió uno de sus más firmes sostenes, vientos, la identificación con lo heroico y educación pública. Es un hecho que nuestra una voz original y pura. Pues, si la Mistral aventurero. Era, en una palabra, el aliento actual educación pública no hubiera tomado representa lo místico cristiano y Neruda lo romántico que vitalizaba la poesía chilena.
las proporciones que hoy tiene de no haber crepuscular y subterráneo, si Cruchaga es el Pero, esa pérdida de nuestra lírica es una amrecibido un impulso vigoroso hace cerca de amor ultra espiritualizado y Díaz Casanueva putación sólo a medias pues, felizmente, Salcincuenta años, de manos de Justo Sierra. La la angustia envuelta en mitos y filosofías, si vador Reyes continúa escribiendo prosa y en educación primaria, la educación normal, le Huidobro es la aritmética o la acrobática in ella volvemos a encontrar todos los ingrediendeben inspiraciones que se han incorporado telectualización de la poesía y Undurraga es tes y atributos de su poesía, aun esa musicaya a la Historia de nuestras instituciones pe el soplo naturalista y panteístico del verso, lidad tan suya y única, ese amplio ritmo codagógicas. Hace poco, recordábamos con gra Reyes en cambio, constituía todo un capítulo mo de velero en alta mar que anima su lentitud y veneración que en las cenizas de la aparte: él era el gran romanticismo de la más guaje, esa especie de juego a voluntad con caduca Universidad Pontificia, hizo renacer fina ley, era la invitación a la aventura y al las palabras y los ritmos, esa maestría insu Norte y Sur de Salvador Reyes Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica