362 REPERTORIO AMERICANO ANTONIO URBANO En sus últimos años sacaba, a intervalos, su semanario Gil Blas, humorístico y de caricaturas, estas últimas por cierto, rudimentarias en sus líneas de dibujo y hechas en madera.
El periódico estaba castizamente escrito y él era su editor, su redactor y su circulador y vendedor al pregón.
Escribió en lengua vernácula, de muy ocurrentes y agudas intenciones, como el que principia así: EL GREMIO TELEFONO 2157 APARTADO 480 ALMACEN DE ABARROTES AL POR MAYOR Nil Alcalde en so cabildo Nil perfeuto en so dispacho, Son fuelice como el jindio Con so jindia en lo regazo San José, Costa Rica y concluye con esta ironia sobre la situación social del indio: Qué mi importa a mi Chamorro?
Ni lo mascu ni lo trago, Pues mandél o mandilotro, Siempre el jindio está dibaju.
Los títulos de sus pequeñas obras son: Ajiaco, Cuentos y Cuentas, Cuentos de Tio Doña, La última calaverada, Recuerdos de los treinta años, La rifa, Cuadritos de costumbres, y las filológicas Conversaciones con el pueblo, La Letra del Diccionario Nicaraguanismos, Verso popular nicaragüense y finalmente, las históricas o de leyendas nacionales: Episodios, anécdotas y leyendas del descubrimiento y la Conquista y otras más, que sentimos no recordar por el momento. Todas estas producciones están escritas en forma amena y en correcta prosa.
En el prólogo que puso a Ajiaco, su autor declara: Hay en Ajiaco seriedad, humor, de toda clase y bufonada, drama, comedia y sainete: llanto y risa, bofetadas y besos. En una palabra mundo.
De los cuentos humorísticos que trae este mismo cuaderno, debemos citar los siguientes. La tontería y El peor de los vicios. y de carácter netamente regional, Bailes nicaragüenses.
Los materiales que usó Fletes Bolaños para pintar sus célebres cuadritos de costumbres y escribir sus críticas literarias, los tomó del mismo ambiente patrio, y como los Mimos del poeta alejandrino Herondas, tienen los del escritor nicaragüense, su típico color local. Los personajes difuminados por el autor, en el reducido medio en que se mueven, sus costumbres y la fraseología con que adorna sus pinturas, son matices tomados del natural y del propio suelo, y por lo mismo se siente en ellos el sabor de la tierruca.
Debido a su género de vida, por desgracia muy irregular, sufría frecuentes depresiones de ánimo y se despeñaba, torpemente, en el vicio hasta rodar por el arroyo de la calle, deteriorando sensiblemente su fina mentalidad. En una de esas caidas el año de 1927, fué conducido a la cárcel pública y arrojado en una celda estrecha y sucia. El jefe de la policía, militar de la ocupación extranjera llamado Fitante, ordenó que le echaran agua fría, procedimiento brutal que le paralizó el corazón y le causó instantáneamente la muerte. Lo que necesitaba en tal estado este pobre dipsomano, era, más bien, asistencia médica, pero el yanke, desprovisto de todo sentimiento humano, le propinó un castigo que terminó con su vida.
Este mismo Fitante, jefe de la cárcel de la policía de Managua en 1927, formó parte después, en Chicago, de una partida de bandoleros y un día se le encontró muerto entre el grupo de pistoleros que en la misma ciudad había tenido un encuentro con la policía.
Es una lástima que un talento como el de Fletes Bolaños no hubiese llegado a su madurez y que, por otra parte, sus pocas producciones no saliesen de su patria. Se educó en ella y apenas si visitó alguna que otra ciudad fuera de la en que nació.
Pobre vivió y luchó y el vicio lo arrastro hasta llevarlo a la muerte, cuando todavía su cerebro estaba en plena producción.
verdad, a fin de librarse del deber de reconocer la justicia.
Lo cierto es que ni se trata de preparativos bélicos, que serían ridículos ante los recursos todavía escasos de las Naciones del Sur, ni es legítimo presentar a los gobiernos de Argentina y de Chile como agresores. Dista mucho de ser agresivo el hecho de que una nación o un individuo pretendan recobrar aquello de que fueron despojados, en un momento en que el despojado se halla debilitado, o el que recobra lo suyo cree disponer de una posibilidad para recobrarlo La presente actitud de los Gobiernos del Sur demuestra que no nos hallamos dormidos en el Continente Hispánico, sino bien atentos para hacer valer nuestros derechos y que no aceptamos la doctrina de la fuerza, sino la del derecho. La foma como Inglaterra ocupó hace un siglo los territorios que hoy disputa, no puede crear derecho alguno. Aun entre los individuos, la simple ocupación, dentro de un orden civilizado, está muy lejos de crear derechos; hace falta siempre un principio, un comienzo de justificación para ocupar un terreno, una casi. Echar fuera por la fuerza al propietario no da derecho alguno; sin duda por esto, los Gobiernos del Sur, con tanta razón, se han negado al arbitraje que propone Inglaterra. Podrá en efecto haber Tribunal que acepte como principio de posesión legal un asalto armado?
Es claro que ante el derecho, la posición de Argentina y Chile es firme, y la de Inglaterra insostenible. Lo que en principio es doloso no puede con el tiempo corregirse, dice un elemental principio de derecho. hay algo peor que el dolo y es el abuso del fuerte, que cuando pudo y porque pudo, despreció la soberanía de los Estados Americanos, para arrebatarles territorios, cuando estas Naciones carecían de medios de defensa, cuando no contaban ni con una modesta flota que permitiera allegar recursos a los defensores de la isla que eran y son argentinas.
El arbitraje propuesto por los ingleses podría abarcar, a lo sumo, la cuestión de si son de pagarse o no las instalaciones que han hecho en las islas. Según el derecho común, el que construye en terreno ajeno, a sabiendas de que lo es, pierde lo construido en beneficio del propietario legítimo. En el Derecho Internacional y sobre todo teniendo en cuenta las buenas relaciones que han existido entre Inglaterra y los países del Sur, los resultados de un atropello pueden ser menos rigurosamente fatales. La Nación Argentina se encuentra hoy en condiciones de pagar con creces todo lo que valga el esfuerzo civilizador de Inglaterra en el siglo de su ocupación, y pese a que esa ocupación haya sido arbitraria. La amistad Pío BOLAÑOS.
San José de Costa Rica. 1940.
El problema de las Colonias ¿QUE HARÁ EL PANAMERICANISMO?
Por José VASCONCELOS (En El Tiempo. Bogotá. Abril del 48)
Nos hallamos en estos días frente a aconte Por el otro lado del Estrecho de Magallacimientos trascendentales para el porvenir de nes, una escuadra argentina ejercita su derecho nuestro Continente Hispánico. Tomándoles la de propiedad, lo renueva con actos posesorios palabra a los imperios que predican la demo en la isla de La Concepción. Se pretende ahora cracia, los gobiernos de Argentina y Chile complicar la situación afirmando que la Arhan adoptado la decisión de ocupar aquellos gentina busca depósitos de uranio; en seguida territcrios que les corresponden por derecho; se pretenderá hacer aparecer al gobierno argenaunque algunos hayan permanecido abando tino como un peligro para la paz del Continados otros sometidos, como las Islas Mal nente porque si busca uranio es porque anvinas, a la ocupación violenta de hela producir la bomba atómica. se invenextraños. Nada menos que el Presidente de tarán en seguida leyendas a propósito de refuChile, el doctor González Videla, ha plantado giados, peritos nazis, etc. etc. ya conocemos no ha mucho en Antártida el glorioso pa los métodos de la propoganda internacional bellón de su patria.
cuando a los fuertes les conviene obscurecer la parte de Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica