DemocracyNazism

REPERTORIO AMERICANO 261 La expresión del pensamiento en la Argentina (Envío del autor, en La Habana, octubre de 1948. Nuestra visita a Buenos Aires, a fines de 1946, nos dió la impresión de que aquel país, cuyo clima de libertad había sido proverbial en América, pasaba por un momento muy difícil de suplantación de una verdadera tolerancia e independencia de criterio, por un alarde de popularismo demagógico llevado a sus má ximas manifestaciones desde el poder, para encubrir una persecución desenfrenada a la inteligencia.
Las palabras con que nos recibían eran casi las mismas en todos los labios: lástima que llegara en momentos tales, que sólo podían darme la impresión muy limitada de la verdadera vida intelectual de la Argentina. Y, en efecto, mis amigos de Buenos Aires, profesores y escritores de la más alta calidad, hacían excepción para asistir a mis conferencias de la Facultad de Filosofía y Letras, porque aquel ambiente se hallaba enrarecido por la carencia de verdadero espíritu de libertad, desde que todos los centros habían sido prácticamente intervenidos, fungiendo en ellos como autoridad suprema los famosos interventores designados por el Poder Ejecutivo. cuál era la razón de que se hubiera desatado esta persecución a la inteligencia del país? La intelectualidad escritores, profesores, maestros públicos, periodistas de los grandes diarios bonaerenses habían estado en contra del candidato Perón, y se habían significado en una campaña violenta contra el hombre que creían funesto para los principios democráticos que el país alentaba. Denunciaron sus procedimientos, su demagogia, su farsa de la apoteosis del descamisado. Contra ellos contra todo lo que significaba alta cultura volvió sus armas el gobiernismo triunfante, haciendo una campaña sin cuartel contra lo más valioso del país. Una hoja impresa, circulada por aquellos días y dirigida por los intelectuales argentinos a sus iguales de América. ponía de relieve con toda claridad la empresa oscurantista que se perseguía.
Hombres primarios, lejanos de cuanto significa refinamiento espiritual decía la hoja están decididos a arrancar. de cuajo toda simiente de cultura.
Para interventores universitarios se contó con aquellas figuras secundarias propicias, comidas por el resentimiento, que se prestaban a convertirse en instrumentos de órdenes superiores inspiradas en el odio o la venganza. Comenzó la degollina en todas las Universidades del país. Cesantías y retiros de profesores se sucedían diariamente en escala tal, que el periódico La Vanaguardia dedicó páginas enteras de sus ediciones, a ofrecer en su desoladora magnitud la evidencia de la obra que se estaba realizando. La Universidad Argentina ha sido Decapitada, era el titular que cubría dos páginas de su edición del de febrero de 1947, en que aparecía la nómina de profesores y auxiliares docentes universitarios, jubilados, cesantes y renunciantes, en el curso de la intervención gubernamental decretada sobre los altos centros de la docencia argentina.
Esa nómina había sido confeccionada cuidadosamente y publicada por la Federación de Agrupaciones para la Defensa y Progreso de la Universidad Democrática, pero no pudo ser publicada de una sola vez en las dos páginas citadas de La Vanaguardia. Fué preciso continuar su publicación en siguientes números! nuestro regreso nos sentimos obligados a proclamar la verdad que habíamos visto y que seguíamos conociendo a través de la prensa y de las informaciones privadas. Por eso publicamos, en estas mismas columnas de El Mundo (28 de marzo y de abril de 1947)
nuestro artículo Crisis en las Universidades Argentinas, que reprodujo Repertorio Americano de Costa Rica, y mereció, entre otros, un comentario muy caluroso en las columnas de Argentina Libre, el gran semanario de Buenos Aires, en su número de 27 de agosto del pasado año. En su sección Como nos ven, aparece ese comentario, del que reproducimos el párrafo final. El extenso artículo de don Félix Lizaso contiene otras impresiones acerca de nuestra actualidad política. Impresiones y acusaciones.
En nombre de la cultura americana, de la que es auténtico representante, don Félix Lizaso acusa. No es posible que las Universidades sean despojadas de sus buenos profesores. Con sus propias palabras nos dice: No es posible considerar el caso del profesor argentino como un caso aislado, sin significación. La tiene, y de modo extraordinario, porque la cátedra no puede ser considerada un cargo público, botín de triunfadores. Tal práctica sería el foso de toda cultura, el retroceso de los derechos y de la libertad de pensamiento; un atentado a la democracia verdadera. Así nos ha visto don Félix Lizaso, mensajero de la cultura continental que vivió entre nosotros varias semanas y dictó conferencias sobre el libertador José MarLa popularidad del General PERÓN (Saludable advertencia que nos hallamos en El País de Montevideo. Edic. del 27 de setiembre de 1948. El anunciado complot contra el general Perón, provocó en su homenaje la extraordinaria manifestación del viernes, que inundó la Plaza de Mayo y sus adyacentes.
El presidente argentino. que no es tonto ha de darle a esta demostración su verdaderd signifciado. El conoce hasta dónde llegan la sinceridad y perdurabilidad de estas adhesiones tumultuosas, cuyo uso y abuso extremaron los desaparecidos regímenes de Italia y Alemania, hijos de la demagogia plebiscitaria. El sabe que el incendio del Reichstag sirvió al nazismo para encumbrarse, pero no para perpetuarse. Sabe bien el general presidente, que en estos tiempos el obrero es la nueva figura imperial. pero también le consta que el movimiento revolucionario que encabeza no es obra de sus queridos descamisados. sino de sus camaradas del Campo de Mayo.
Las masas populares tienen la inconstancia de las olas. Se ha dicho que gritan y aplauden con igual fervor cuando el principe va en la carroza a ocupar el trono, o en la carreta, camino de la guillotina.
En la cámara, expresamente reunida para un acto de desagravio en su honor, el lider de la oposición pidió que cada argentino pueda decir su palabra sin temor a la cárcel; que cada diario pueda escribir su línea sin temor a la clausura; que cada ciudadano pueda expandit su voz en la radio sin monopolio.
Es el consejo de un enemigo descubierto, que el presidente para su biendebiera escuchar con más atención que los elogios de sus cortesanos.
Sus propios merecimientos le serán mejor reconocidos en un ambiente de libertad, que un medio policiaco de soplonerías y adulaciones. Quien no permite que se le critique abiertamente, autoriza a que se le difame en reserva. Tan es ésto así, que el propio Perón ha debido alzar la voz para afirmar que el complot del 12 de octubre era real y no fraguado.
En estas horas de apoteósica consagración, el presidente del país hermano debiera meditar siquiera unos minutos sobre la verdad que encierran estas palabras de un político filósofo de nuestro tiempo: Uno de los fenómenos de la politica actual es el envejecimiento rápido de todos los que han contraído con el poder una unión legitima o ilegitima.
No habrá faltado en la tarde del viernes el adulador que mostrándole al general Perón la muchedumbre crte lo vitoreaba, le repitiera lo que en iguales circunstancias escuchó el dictador inglés, jefe de los costillas de hierro. Cromwell le contestó con este sarcasmo: Más gente se reunirá para verme ahorcar.
Ahora comienza a hablarse en Cuba nuevamente de la persecución desatada por Perón contra la intelectualidad argentina. Pero hace cerca de dos años que ella comenzó a sufrir las medidas dictadas por el ensañamiento contra la libertad de expresión. Su juego ha sido claro, y no nos es del todo desconocido: congraciarse con las masas el descamisado para uso de la propaganda y perseguir al intelectual y a la idea que representa, con el grito demagógico de abajo la plutocracia.
Ha dado actualidad al tema el incidente de que ha sido protagonista nuestro compatriota señor Goar Mestre, violentamente combatido y amenazado por las hordas peronistas por haber tenido el gesto dignísimo de presentar, en representación de catorce delegaciones, a la Asamblea de la Asociación Interamericana de Radiodifusión, reunida en Buenos Aires, una moción en la que se sostenía que la libertad de expresión prácticamente se halla abolida en las emisoras argentinas. como demostración de la libertad imperante, tuvo que huir precipitadamente a Montevideo.
También nuestro amigo Raúl Roa, profesor de nuestra Universidad, publica en las páginas de Bohemia un interesante artículo en que se hace eco de aquella realidad existente desde hace dos años en la Argentina en relación con su profesorado.
En tema merece que insistamos en él, y lo haremos próximamente. Será especialmente para comentar el magnífico artículo que con el título Las Universidades argentinas bajo el ré Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica