342 REPERTORIO AMERICANO siete de la mañana: tomaba el desayuno con taba hasta las más ordinarias ediciones, con fino Blanco Fombona publicó un ensayo somi madre y conmigo y el resto del día lo pa. el mayor cuidado y respeto. Nunca marcaba bre mi padre, uno de los mejores estudios crisaba en su gabinete, excepto el intervalo del una página ni con la más leve rayita de lápiz ticos que se bayan escrito en América Latina almuerzo, o cuando se le ocurria. con fre. pero agregaba al final del tomo una estrecha sobre un autor vivo: mi padre nunca pudo cuencia ir a la escuela, a mediodía, por tira de papel en la que apuntaba sus notas y encontrar tiempo utilizable para enviar unas mí. Yo tenia entera libertad para interrum referencias líneas a Blanco Fombona.
pirlo a mi gusto y sabor: él era el reverso Recuerdo un incidente particularisimo, Hacia 1900 recibió una carta de Unamude los hombres disciplinarios, y mis interrup que muestra a qué extremos lo llevaba su bino. Bastante sorprendido, le respondió. Puciones, si no siempre bien recibidas, al menos bliofilia. Un día, en Lima, mi padre y yo iba do haber seguido, entonces, una interesante eran amablemente toleradas. En su escritorio mos en un tranvía, frente a un hombre ab correspondencia; pero, a la segunda carta, empleaba las horas leyendo y escribiendo. sorto en bojear un libro. El hombre parecía Unamuno abordó uno de sus temas favoritos: veces, yo me le acercaba y le decía: Pero, pa un cualquiera, pero el libro era una edición su desagrado hacia los autores franceses, por pá, tá no haces nada; tá lees todo el tiempo. espléndidat un in quarto con magnificos gra que escriben con excesiva claridad. Mi paEl se rela divertido, pero no me contestabados y las páginas sin cortar. De pronto. dre, para quien la lucidez en la expresión consba, pensando, acaso, en la malévola acusación usando la mano a guisa de corta papel, el in tituía el sine qua non de un escritor, no de ocioso lanzada contra el. Sus compatrio dividuo metió los dedos entre las hojas, hizo estaba de acuerdo con Unamuno, pero, deci tas no podían entender la invisible, pero ex. un violento ademán y empezó a abrir el plie dido a no entrar en debate al respecto, no con tenuadora tarea de un hombre de letras, C6 go, dejando el filo de las páginas más denta testó jamás la carta. Generosamente, el gran mo podía un hombre pasar sus días leyendo y do que una sierra. Esto ocurrió dos o tres ve filósofo español no mostró ningún resentiescribiendo? Cómo podia un hombre inteli ces. Miré a mi padre: estaba pálido de rabia: miento y, al contrario, poco después, hablaba gente contentarse con un pequeño ingreso y no Vámonos. me dijo porque si este bár de mi padre con los más calurosos términos, buscar un puesto de Gobierno o en alguna em baro sigue así, lo voy a tirar abajo. en sus Ensayos. De Páginas Libres, dijo: Es presa lucrativa. Cómo podía un hombre dedi. El bárbaro estaba a punto de atacar uno de los pocos, de los muy pocos libros car su vida a la literatura, ocupación que, de la página siguiente, cuando el carro detuvo latinoantericanos que be leido más de una vez: acuerdo con los patrones de vida sudamericana, y nosotros bajamos.
y uno de los pocos, de los poquísimos, de los suponía monetariamente improductiva per El retrato que aparece con estas páginas cuales tengo un recuerdo vivo.
ne? Los romanos calificaban a esta clase de fué tomado por mí en 1915. Durante un tiem vida con tres palabras, tomadas de Cicerón: po, en mi juventud, solía yo andar por la casa propósito de polémicas.
Hotlum cum dignitate. pero los peruanos de con mi cámara amenazando con una ins Siendo como era, primordialmente, un las generaciones precedentes usaban una sola tantánea, dueño de esa terrible insistencia de escritor de combate, un polemista, resulta papalabras ociosidad, los novicios. Una de las fobias de mi padre radójico que mi padre nunca mantuviera una Mi padre solía sentarse en una incomodi era su propia fotografia. Para desalentar mis sola controversia pública. Su estrategia consima silla, frente al escritorio, leyendo, toman.
propósitos, cada vez que lo enfocaba con mi sistía en atacar y siempre atacar, sin defenderdo notas, sumido en sus pensamientos. Esa lente, me hacia mil muecas, tiendo de buena se nunca, sin replicar a su antagonista. Ninpredilección peculiar por los asientos duros, en gana de la facilidad con que daba al traste gún insulto ni calumnia lograron apartarlo de muy española: cada vez que veo esas hostiles con mis intenciones. Pero, un día le sorprendi esta línea.
y angulosas sillas de vaqueta, en que mis abue desprevenido. bélo aqui: sentado a la mesa En uno de sus ensayos publicados, con los se sentaban, comprendo el estoicismo con del comedor, preparando goma de pegar pa.
fiesa su admiración hacia la indeferencia de que los españoles sobrellevaron tantos con ra sus papeles.
Renan para con los ataques de sus adversarios.
trastes a través de los siglos, no necesariamente El parecido es notable, y la semisonrisa, Es un apunte volandero. Pero, entre sus escripara conquistar tierras remotas, sino también una de sus más tipicas expresiones cuando, tos inéditos, si be encontrado un párrafo que en la supuesta comodidad del hogar. En esa bajo la habitual serenidad de su rostro, reto define esa su política de indiferencia: silla, mi padre se sentaba horas de horas: ex zaban pensamientos humorísticos, Está vesti Evitemos las dificultades y arrojemos la tático, inmóvil, aparentemente sin experimen do dentro de la moda convencional: pero, por semilla dejando que el viento la lleve donde tar nunca la necesidad de descanso. veces, lo general, preferia estar cómodo. y la foto quiera llevarla: de mil granos, uno siquiera el perro o el gato saltaban sobre sus rodillas, lo muestra tal como andaba de ordinario den germina: de mil palabras, alguna despierta un y como Buda, con los pájaros anidados en tro de la casa, Opinaba, citando las palabras eco. El que discute, se expone a dejarse conlo alto de su cabeza, mi padre permanecia en de George Bernard Shaw, que los cuellos du ducir por el que quiere empujarnos. Se emla misma postura para no perturbar el sueño ros eran una molestia y que pantalones y sacos pieza por un monólogo en las nubes y se acadel animal debían humanizarse según rodillas y codos. ba por un diálogo en el lodazal.
Los libros tuvieron gran importancia en Invariablemente, en el hogar usaba un cor Si la discusión produce algún bien, es la vida de mi padre. Su biblioteca, no muy batin blanco, becho por mi madre: no recuer arraigarnos en nuestras convicciones y hacergrande (cerca de tres mil volúmenes. estaba do haberlo visto jamás en casa con ninguna nos ver con más claridad al adversario. Aleadmirablemente encogida según sus preferenotra prenda al cuello.
jandro Dumas aconsejaba: No discutais jamás, no convenceréis a nadie. Las opiniones clas. Pero, aparte de los deleites que pro Este retrato tiene un interés singular: mi son como los clavos: cuanto más se les golporcionaba, constituia su tenaz preocupación, padre murió de un ataque al corazón inmediapea, más se les hunde.
a causa de las polillas, esos voraces insectos tamente después del almuerzo, el 22 de julio En el Perú de 1918, sentado tal como aquí aparece. Muuno de los más conservadode la costa peruana, capaces de devorar un li res y reaccionarios países del Continente mi bro en pocas horas, y de traspasarlo de capa rió como lo deseaba: con la repentinidad de padre sigue siendo considerado un rebelde.
a capa con la cruel perfección de un taladro. un rayo, y no sólo se libro de una larga en Combatió con persistencia y furia poco peruaVarias veces al año se realizaba la importante fermedad, ese terrible prefacio de la muerte, nas contra la corrupción política, la hipocresía ceremonia de limpiar los libros. cada tosino que ni siquiera se dio cuenta de la proxireligosa, la injusticia social. Más que exactamo tenia que ser meticulosamente empapado midad del desenlace, por lo sábito del golpe, mente un rebelde, fué un inconforme, como en kerosene, mezclado con ciertos productos Con respecto a su salud, debo decir que la mayoría de los grandes escritores. Así, la químicos junto a la cubierta, a fin de no fué extraordinariamente afortunado durante observación del cardenal de Retz, on prend humedecer las hojas. único medio más o me su existencia: no estuvo nunca en cama, ni pour révolte tout ci qui est pas soumission. nos eficaz de defenderlas contra las polillas. sufrió su carne el bisturi de un cirujano. Ni resulta muy justa aplicada a los escritores con Mi padre ejecutaba este trabajo personalmen: siquiera conoció el taladro del dentista: mute, desde la misma preparación del insectic vio a los setenta con sus treinta y dos dientes temporáneos de América Latina, de la misma manera como se le aplicó a los de la Francia da. El era experto químico (supervivencia de intactos de Luis XIV. así también, por su indivisus dias de agricultor y de sus investigaciones Otra de las fobias de mi padre era las cardualismo, su voluntario aislamiento y su apospara fabricar almidón industrial) y ponia gran tas. La correspondencia podia amontonarse so tolado solitario, mi padre pudo repetir a sus interés en tales experimentos. Yo no recuerdo bre su escritorio, en espera de respuesta que compatriotas las palabras de Byron en el Childe si al fin logró encontrar la fórmula del per. jamás llegaba a escribir. Mantenia de modo Harold: fecto polillicida. pero, sin duda, tuvo ple absoluto una total no correspondencia. Escri stood.
no éxito en hacer que su biblioteca fuera la bir cartas era para el una como imposibilidad Among them, but not of them (1. más olorosa que jamás haya conocido yo en fisica: recuerdo haberlo visto, por largo rato toda mi vida.
pluma en mano, ante el papel intacto, aparen. 1) Estoy entre ellos, pero no soy como Verlo coger un libro era un placer tra temente vacio de pensamiento. En 1915, Ru ellos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica